Sánchez y González, unidos contra Feijóo por la ruptura del CGPJ: «Es la derrota de la moderación»
El expresidente del Gobierno alerta de que el desacuerdo con una ley no ampara su incumplimiento: «no sirve para estabilizar la democracia»
Pedro Sánchez y Felipe González han cuestionado esta mañana la actuación del Partido Popular en las negociaciones para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Sin mencionar expresamente al PP ni a la ruptura de las negociaciones, los dos han tenido mensajes elocuentes de crítica a la decisión de Alberto Núñez Feijóo de dejar en suspenso las negociaciones.
Durante el acto de homenaje a la victoria de 1982 de la que se cumplen 40 años que el PSOE ha celebrado hoy en Sevilla, los mensajes de ambos han estado perfectamente coordinados en esta cuestión. El ex presidente del Gobierno ha defendido durante su intervención que «si a alguien no le gusta una ley tiene derecho a cambiarla», pero «lo que no tiene derecho es a incumplirla». González ha insistido en que «primero la cumples y después propones que se cambie, pero no me la salto o la condiciono» porque «eso no sirve para estabilizar la democracia».
Las palabras de González, que son muy parecidas a las que repetía el Gobierno antes de este último intento negociador con el PP, han dado pie a Sánchez para introducir esta reflexión en su discurso: «La Constitución se debe cumplir de pe a pa. Del primero al último de sus artículos, todos los días del año, se esté en el Gobierno o en la oposición«, ha dicho el presidente del Gobierno.
Sánchez ha querido explotar la idea, siempre sin mencionar al PP o a su líder, que la decisión de Feijóo constata que ha perdido autonomía política y que su imagen de centralidad se desdibuja. El PSOE va a explotar mucho esta idea. «Que desde partidos políticos se incumpla sin pudor alguno con la Constitución es la derrota de la moderación, el triunfo del extremismo. Lo que hace es deteriorar la democracia, y lo que decía Felipe, nuestra convivencia«.
El presidente del Gobierno ha defendido que el PSOE es "un partido libre de cualquier grupo de presión, por muy poderoso que éste sea". Sánchez ha dicho que "como hemos visto estos días" esos poderes y esos intereses "tienen atrapados a otros partidos políticos". Reforzando así la idea fuerza que quiere marcar el PSOE: la de dibujar a un Feijóo derrotado dentro del espacio de la derecha.
Lo que no ha habido en el discurso del presidente del Gobierno han sido referencias explícitas a esta situación. Los socialistas no esperaban la ruptura porque daban el pacto por cerrado a falta de una llamada entre Sánchez y Feijóo. Que fue la llamada en la que en vez de sellarse el acuerdo todo saltó por los aires.
Los socialistas no han querido todavía apuntar a los siguientes pasos. Hay mucho desconcierto. Por su izquierda hay ya presiones desde Unidas Podemos para que se retome la reforma legal que rebaje a mayoría necesaria en el Congreso de los Diputados para renovar el CGPJ estableciéndola en la mayoría absoluta. Pero ésta fue una modificación legislativa que ya presentaron PSOE y Unidas Podemos y que los socialistas terminaron retirando porque en la Unión Europea advirtieron que iba en la línea contraria a la de reforzar la independencia del órgano. Ahora mismo Sánchez solo podría renovar el CGPJ reactivando esa propuesta o bien renunciando solemnemente a reformar el delito de sedición y a cerrar el pacto con el PP.
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