Robles le pasa la factura a Bolaños un año después de su enfrentamiento por la crisis de Pegasus

Fue justo el mismo 2 de mayo del año pasado cuando el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, en una insólita rueda de prensa en la Moncloa, dio cuenta de esa vulnerabilidad en las comunicaciones del Ejecutivo, que afectaba a los aparatos del presidente y de la ministra de Defensa, Margarita Robles, a la que los piratas informáticos habían sustraído, en la primavera de 2021, hasta nueve megas de información.

El anuncio fue seguido de un duelo soterrado en el seno del Gobierno -y en esta ocasión no entre los socios que lo componen, PSOE y Unidas Podemos, sino en la parte socialista del mismo- sobre a quién correspondía garantizar la seguridad de las comunicaciones de los miembros del Ejecutivo, singularmente la del presidente.

Un año después, ni un día más ni un día menos, Robles y Bolaños volvían a cruzar sus caminos en la sede de la Comunidad de Madrid, durante la fiesta organizada por el Gobierno autonómico de Isabel Díaz Ayuso para celebrar el Dos de Mayo. Esta vez eran los únicos representantes del Consejo de Ministros en la recepción anual en la Puerta del Sol, después de que la ministra de Política Territorial y portavoz, Isabel Rodríguez, rechazase la invitación del Gobierno madrileño y la delegase en Bolaños, quien protagonizó el incidente de la jornada al impedírsele subir a la tribuna de honor durante la parada militar.

Justo antes de la escena que se ha viralizado, y como también se puede observar en los vídeos difundidos, Robles se gira justo antes de encaramarse a la tribuna, alcanzando a ver lo que le empezaba a ocurrir a su compañero con la jefa de protocolo de la Comunidad de Madrid, que fue quien le cortó el paso, ante las protestas de los colaboradores del ministro de la Presidencia.

Noticia Relacionada

Bolaños se exculpa y carga a Robles la responsabilidad por los pinchazos

Ana I. Sánchez

Presidencia cambia de versión tras la citación judicial del ministro y endosa la seguridad de los móviles al CNI

Si en ese momento la titular de Defensa hubiese vuelto sobre sus pasos y se hubiera dirigido a la responsable de protocolo madrileña, o si hubiera realizado algún tipo de protesta, el incidente de marras habría tomado un cariz distinto. Pero no lo hizo, dejando a Bolaños y a su equipo en plena trifulca, mientras ella asistía a la parada militar, junto a Ayuso, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, o el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, entre otros dirigentes.

Fuentes del Gobierno tiran de evasivas cuando se les pregunta por el comportamiento de Robles, que llegan a insertar en una «actitud personal», pasándole la factura a Bolaños un año después de la crisis de Pegasus. Y es que entonces, además de la infección en los terminales de Sánchez y la ministra, las escuchas a dirigentes del independentismo catalán abrieron una crisis de envergadura en Defensa, llegando a costarle la cabeza a la entonces directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, aunque Robles pudo salvar los muebles eligiendo a su sucesora al frente de los servicios de inteligencia, Esperanza Casteleiro.