Los radares de tramo son un hecho: habrá tres en Madrid, Asturias y Málaga este año
Rubalcaba ha adelantado que será en los próximos meses cuando estos nuevos mecanismos, que calculen la velocidad media en un tramo de carretera y no en un punto, controlen a los viajeros de túneles de la A-6, A-66 y A-7
ÉRIKA MONTAÑÉS
La fecha para la puesta en marcha de los nuevos radares de tramo se ha ido retardando. El pasado verano se dijo que sería inminente para el otoño y, hoy, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba , ha despejado un poco la incógnita del ... cuándo. La Dirección General de Tráfico (DGT) está ultimando radares de tramo en tres túneles de la red viaria principal: el túnel de Guadarrama en la autopista AP-6 , el túne de Negrón de la AP-66 que une Asturias y León, y un túnel de la carretera de Andalucía, la A-7, dentro de la demarcación de Málaga.
Para quien, a estas alturas, no sepa bien en qué consisten esos radares, se sintetiza en un nuevo sistema de control de la velocidad media de los vehículos en carretera. El mecanismo es sencillo: al comienzo del túnel del Guadarrama, en el primero de los casos, una primera cámara hará una foto a la matrícula del coche, así como la hora exacta a la que pasa. Al final del tramo controlado, se hace lo propio y se cotejan las fotografías para extraer, según el tiempo que ha tardado el automóvil en recorrerla, la velocidad media a la que circulaba. Si se ha excedido en el límite establecido, que en este punto de la AP-6 es de 100 kilómetros por hora, la infracción se enviará por fibra óptica hasta el centro de gestión correspondiente . Si se comprueba que el servidor ha calculado la velocidad media de forma correcta y era superior a la permitida, se tramita en el centro de denuncias de León y, en pocos días, el infractor recibe la notificación con la multa en su domicilio.
El sistema logra, asimismo, disuadir el efecto ralentizador de la velocidad que tienen los navegadores GPS en sus dueños. Es decir, que levanten el pie del acelerador sólo cuando el «gadget» les avisa de que van a ser fotografiados por un radar fijo. Pasada la instantánea, el conductor vuelve a pisar a fondo el pedal. Tráfico quiere evitar esta secuencia, por lo que instalará el primer radar de tramo -después de haberlo puesto en pruebas en un tramo de la A-1, que conecta Madrid y Burgos- en la concurrida Nacional VI.
«En los próximos meses»
Está en fase de pruebas el primer radar: el del túnel de Guadarrama
Antes de finalizar 2010, se habrán colocado dos radares más
En estos momentos, el radar de tramo funciona ya en fase de pruebas en algunos puntos del túnel de Guadarrama. La última de los «beneficios para el control de la velocidad de los conductores que poseen estos nuevos dispositivos radica en que minimiza el efecto de cambiarse de carril empleado como argucia por algunos infractores, ya que los sensores del radar están interconectados, funcionan de día y de noche a través de un láser invisible al ojo humano. El titular de Interior ve estos radares -pese a la horda de críticas que coleccionan dentro y fuera de nuestro país- «más justos y razonables» que los fijos, puesto que evita la picaresca y, de foram contraria, «uno puede en un momento determinado pasar por un radar a más velocidad cuando en un tramo más largo ha sido prudente». «En los próximos meses», ha avisado Rubalcaba, Tráfico informará de la colocación y funcionamiento a pleno pulmón de los tres primeros radares de tramo en España. Si la cosa marcha, se extenderán a más puntos de la red vial. La polémica sigue servida.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete