El PNV consigue las políticas de empleo, condición para negociar los PGE de 2011

Recién aterrizado en Torrejón procedente de Nueva York, donde ha asistido a la Asamblea General de la ONU, el líder socialista se dirigió a La Moncloa y allí recibió a solas al presidente del PNV, Íñigo Urkullu, con el que almorzó durante dos horas. Posteriormente, cedió todo el protagonismo a Urkullu, que se dejó caer a media tarde por la Carrera de San Jerónimo entre cámaras de televisión para anunciar el acuerdo justo ante la Puerta de los Leones del Congreso. Iba acompañado por el portavoz parlamentario, Josu Erkoreka, y por diputados como Emilio Olabarría, Pedro Azpiazu y Aitor Esteban.

Ufano y sonriente, Urkullu comunicó a la prensa que la Ejecutiva de su partido daba por bueno el texto que han trabajado las delegaciones negociadoras de su partido y del Gobierno socialista sobre la transferencia de las políticas activas de empleo al País Vasco. Urkullu, que calificó de «histórico» el acuerdo, se mostró feliz, y seguramente no era para menos, ya que el PNV podrá presentarse hoy al debate de política general en el Parlamento Vasco con una transferencia en el bolsillo que podrán exhibir ante el lendakari socialista, Patxi López, absolutamente preterido por el presidente del Gobierno, como si el asunto no fuera con él.

Zapatero ha calcado la táctica que utilizó con Pasqual Maragall en Cataluña con motivo del Estatuto, que pactó por su cuenta con CiU a espaldas del entonces presidente de la Generalitat. Esta última maniobra ha provocado un hondo malestar en el PSE y en Ajuaria Enea.

Precisamente, el portavoz del Grupo Socialista, José Antonio Alonso, explicó después que «han mantenido al tanto» de las negociaciones en todo momento a sus compañeros del PSE y a López, «que ha sido informado del acuerdo por Zapatero». «Ha habido transparencia absoluta», aseguró.

La transferencia acordada entre el PSOE y el PNV engloba las políticas activas de empleo, incluidas las cuotas empresariales, la inspección de trabajo, la formación empresarial, la formación ocupacional y el Instituto Social de la Marina. Todo se transferirá al País Vasco el 1 de enero de 2011. La cuantía pactada asciende a 472 millones de euros, que a partir de esa fecha será descontada del Cupo.

Además, el PNV y el Gobierno socialista han acordado que en cuanto se reorganice el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), de acuerdo con la última reforma laboral, se procederá a la transferencia de las funciones ejecutivas vinculadas a él. Uno de los últimos escollos, abordados en la negociación el martes noche, según pudo saber ABC, es la distinción entre empresa y «centro de trabajo». El Gobierno vasco gestionará solo las bonificaciones por actividad en centros de trabajo del País Vasco y no de empresas vascas en el resto de España.

Con todo, el tira y afloja entre el PSOE y el PNV solo acaba de empezar. Las políticas activas de empleo son el aperitivo de lo que se avecina. Urkullu fue tajante en este punto: esta transferencia no prefija ninguna posición del PNV respecto a la aprobación o no de los Presupuestos de 2011, que aún no han sido aprobados por el Consejo de Ministros (lo hará este viernes). Solo se cumple uno de los compromisos políticos cerrados en el otoño de 2009 para que el PNV aprobara los anteriores Presupuestos, los de 2010. A partir de aquí, con este requisito cumplido, se abre la negociación de verdad de los Presupuestos de 2011, en la que el PNV no piensa poner las cosas fáciles al Gobierno.

Apoyo «antes» del Consejo

A media mañana, cuando el rumor de un inminente acuerdo presidía los corrillos en el Congreso, un miembro del Ejecutivo reconocía que era necesario respaldar los Presupuestos 2011 «antes» de que el Consejo de Ministros apruebe el proyecto de ley. «Para dar estabilidad al país», decía.

Por eso, el PNV se sabe más que importante, imprescindible ante la soledad extrema de Zapatero en el Congreso. El Gobierno le necesita para aprobar sus cuentas, y los seis diputados nacionalistas vascos están dispuestos a pasar su factura. Urkullu recordó ayer que en el último Debate sobre el estado de la Nación su grupo presentó 15 resoluciones, que serán la base de la negociación que se abre a partir de ahora, y que tienen como denominador común un avance en el autogobierno vasco, tanto en lo político como en lo económico.

Para el portavoz socialista el acuerdo sobre políticas activas de empleo no es un mero requisito previo para empezar a hablar de los Presupuestos de 2011, sino que es «un elemento esencial» en las negociaciones presupuestarias: «Esperamos que tengan éxito en su totalidad». Alonso insistió en que este era un punto central de la negociación y subrayó que el acuerdo es totalmente respetuoso con la Constitución y las leyes.

La primera discrepancia entre el PSOE y el PNV se vio allí. De hecho, Urkullu fue rotundo:«Con esto cerramos el ejercicio de 2010 y se abre la puerta a la negociación, pero no hay nada prefijado para 2011. Hay tiempo para hablar todavía sobre el debate de totalidad de los Presupuestos».

El primer resultado del acuerdo se comprobará hoy mismo en el Congreso, cuando se debatan las enmiendas a la totalidad de la Ley de la Economía Sostenible. Todo apunta a que el PNV saldrá en auxilio una vez más de Zapatero para ayudarle a salvar este trago parlamentario de su ley estrella.