El prófugo número 5: «Salgo en la serie 'Fugitivos' y vengo a entregarme»

Los policías chequearon sus datos con sus compañeros de la Sección de Fugitivos y le colocaron las esposas con la sensación de triunfo. Era Manuel Herrero Muñoz, llevaban tres años detrás de él. «Le teníamos muchas ganas», admite uno de los investigadores. «Ya me conocía de memoria la forma de hablar de su madre». Herrero es el quinto hombre de «los 10 más buscados», un decálogo criminal que desde mayo de 2022 apela a la colaboración ciudadana para dar con estos delincuentes huidos de la Justicia. Cinco ya han caído.

Manuel, el tercero del cartel difundido, estaba buscado por México. Allí cometió presuntamente un asesinato en 2012. España lo incluyó en su lista de fugitivos top y en la Europe´s Most Wanted Fugitives de Europol. Le constaba en vigor una reclamación judicial, y estaba considerado de máximo interés por las autoridades mexicanas, que no han parado de reclamarlo. Herrero, junto a otro individuo, agredió con un instrumento cortante a un hombre en Ciudad de México en 2012. Lo mataron y metieron el cuerpo en un bidón de combustible, lo rellenaron de cemento y lo ocultaron en la bodega de la casa. Por el crimen las autoridades mexicanas le piden una pena de hasta 35 años.

Noticia Relacionada

'Cazado' en Tarragona un secuestrador chileno: dormía en habitaciones de alquiler y no llevaba documentación encima

ABC

Los Mossos detienen al delincuente huido tras un año de investigación. Está acusado de propinar una paliza a la víctima que retuvo junto a otro hombre

Herrero, natural de Valladolid, montó una empresa de seguridad en Ciudad de México. O eso asegura. Allí se rodeó de gente poco recomendable y en ese caldo de cultivo se cometió el crimen por el que se le reclama. Ahora, cuatro de sus supuestos compinches han quedado absueltos y esta sentencia parece haber sido definitiva para que haya optado por entregarse. Sus abogados, uno español y otro mexicano, le habrían asegurado que se librará de acabar en prisión por el asesinato.

La investigación para dar con él se inició en el año 2020, por parte de la Sección de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional, tras recibir petición de colaborar por parte de las autoridades policiales y judiciales mexicanas. La orden era de localización y arresto para extradición. No es la primera vez que se le detiene. Ya cayó en Sevilla en virtud de una orden internacional de detención, pero la Audiencia Nacional lo dejó en libertad y no volvió a presentarse. Es lo que se conoce como un «reiterado», puesta en libertad pendiente de extradición y no comparecencia. Exactamente igual que hizo el 'Pollo Carvajal'.

De hecho, la fuga de Manuel parece un calco de la del venezolano. Como aquel, contó a los agentes que ha estado escondiéndose y cambiando de piso cada seis meses sin dar detalles.

Los agentes de Fugitivos peinaron su entorno familiar y sus amistades, se desplazaron a varias provincias, hicieron seguimientos e intervinieron teléfonos con orden judicial, pero sin resultado. Su padre, que fue escolta en el País Vasco, adoptaba medidas de seguridad propias de quien conoce el oficio. Salía a pasear al perro por las calles de Valladolid y si veía un coche que no le sonaba se asomaba por la ventanilla. No hablaban del paradero de su hijo ni deslizaban ninguna confidencia que pudiera ponerlo en riesgo.

Herrero sabía camuflarse y contaba con gente que le ayudaba a hacerlo. Era tan escurridizo que logró burlar la persecución en la que participaron varios cuerpos policiales como la NCA o la Red Enfast. No utilizaba tarjetas ni dejaba rastro. Ahora ha detallado que vivió de inversiones en criptomonedas con fondos que le llegaban de la empresa mexicana.

«Es un tipo muy listo, un hueso duro, por eso le teníamos tantas ganas», explican desde la Sección de Fugitivos. Tras su detención ingresó en la cárcel. Ahora está pendiente de ser extraditado a México. Él cree que no le condenarán.