Esta vez, pintaron bastos para él. Un prófugo que tenía cuatro requisitorias judiciales pretendió convencer a los agentes de que no era él, sino su hermano. Quiso dar gato por liebre, en suma. Para ello, mostró el documento nacional de identidad de su pariente, que ... lo llevaba encima, pero no coló. Los policías nacionales sabían que estaban, en efecto, ante un conocido delincuente que llevaba huido más de tres años. Lo buscaban dos juzgados de Ciudad Real, la Audiencia de esta provincia y uno de Valencia para que ingresara en prisión por delitos relacionados con las drogas y el patrimonio.
Un agente libre de servicio fue quien lo reconoció a las siete de la tarde, cuando el individuo, de 43 años, circulaba al volante de un turismo por Puertollano, en Ciudad Real. Era el 14 de agosto, lunes. Lo vio parado en un cruce de calles y avisó inmediatamente a sus compañeros a través del 091. Sus indicaciones sirvieron para montar un dispositivo policial con tres vehículos y varios agentes. Fue interceptado en la céntrica calle Torrecilla, de 250 metros de longitud, muy próxima al Ayuntamiento y con varias salidas. Por eso los funcionarios le cerraron todas, sin que pudiera darse a la fuga.
Al verse acorralado, él insistió en que no era quien ellos decían y enseñó un DNI: «¡Soy su hermano!». Posiblemente en otras ocasiones le pudo servir la artimaña, porque llevaba encima el documento de su pariente, al que se parece físicamente pero con el que no tiene relación. Efectivamente, era mismo el DNI que había robado a su hermano, quien denunció la sustracción hace más de dos años, en 2021. Pero esta vez la trampa no le sirvió y ya está entre rejas.
Sobre el individuo pesaba cuatro requisitorias de dos juzgados de lo Penal de Ciudad Real, el Juzgado de Instrucción número 15 de Valencia y la Audiencia Provincial de Ciudad Real. Además de su detención, dos de ellas decretaban su ingreso en prisión por delitos de tráfico de drogas, organización criminal y apropiación indebida.
Huido desde enero de 2020, su aventura terminó en una corta calle del centro de Puertollano una tarde calurosa de agosto, con más apuntes en su amplia ficha policial: falsedad documental y usurpación de estado civil al hacerse pasar por su hermano.
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