El PP y Vox redoblan su pulso en las autonomías aún pendientes
Los de Abascal rechazan la oferta popular de presidir la Asamblea de Extremadura y no entrar en el Gobierno regional
En Baleares hay un preacuerdo para que Vox presida la Mesa del Parlamento, pero sigue negociándose la investidura
Santiago Abascal admite que existe una violencia contra las mujeres, pero no la de género
Emilio V. Escudero , Juan Casillas Bayo y Mayte Amorós
Madrid
Resuelto el galimatías político en la Comunidad Valenciana hace ya unos días, el escenario de las diatribas entre el Partido Popular y Vox se ha trasladado a otros territorios, donde continúan las tiranteces entre unos y otros por encontrar el punto exacto ... de equilibrio con el que dar luz verde a un acuerdo que parece ahora mismo tan complicado como inevitable. Porque nadie duda de que acabarán entendiéndose a pesar de las amenazas de nuevas elecciones o de vetos a la entrada en ejecutivos regionales. Cuestión de tiempo, aunque precisamente es lo que se agota en algunos casos.
Las conversaciones en Extremadura han caminado lejos de los focos desde que se conocieron los resultados de las elecciones autonómicas. Hasta este lunes, solo había habido una reunión pública entre Vox y PP, pero muchas discusiones privadas. Aquel encuentro sí que sirvió para sentar las bases de una propuesta que finalmente los populares pusieron sobre la mesa de los de Abascal tras la segunda cita a dos bandas, en Mérida. En la misma, quince medidas que concuerdan bastante con las que reflejó el pacto en la Comunidad Valenciana, a las que se suma la oferta de presidir el Parlamento extremeño, que se constituye este martes.
No fue suficiente para Vox, empeñado en ser parte del Ejecutivo para controlar que se cumplen todas esas medidas programáticas acordadas. «Si lo que se nos plantea es un acuerdo de investidura, por desgracia tenemos la experiencia de que los acuerdos de investidura no se cumplen con el PP», dijo Jorge Buxadé, vicepresidente de Vox, tras la reunión semanal del Comité de Acción Política del partido.
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Buxadé, en la sede nacional de Vox, en la madrileña calle Bambú –desde donde se decide todo en las filas de Santiago Abascal–, oficializó el rechazo de su partido a la oferta popular, aunque desveló que en el marco de la negociación habían incluso renunciado a tener un vicepresidente en el próximo ejecutivo. «Pero no podemos renunciar a tener miembros en el Gobierno de Extremadura para garantizar que se cumpla el acuerdo», zanjó, descartando toda opción de pacto que pase por un gobierno monocolor.
María Guardiola (PP), por su parte, quería tener las manos libres para elegir a sus consejeros, aunque aceptaba someterse a algún tipo de control periódico para que esas medidas compartidas por ambos partidos se estuvieran cumpliendo. Insuficiente para Vox, que avisó desde Madrid: «En Extremadura el PP no es ni el más votado».
«Volver a votar»
El presidente de Vox, Santiago Abascal, fue el más claro, haciendo extensiva la advertencia que ya lanzó la semana pasada en la Región de Murcia su candidato autonómico allí, José Ángel Antelo. Este lunes, en 'El programa de Ana Rosa', en Telecinco, Abascal aseveró: «Si algunos quieren someter a Vox a un chantaje, significa que esas personas quieren decirles a los ciudadanos que tienen que volver a votar». «A nosotros nos parece un disparate. Nos parece que tenemos la obligación de entendernos».
En privado, en Vox insisten en que la única manera de garantizar un cambio real en las políticas que se aplican en las comunidades autónomas pasa por la presencia de consejeros nombrados por ellos en los respectivos gobiernos regionales. Por ello, descartan apoyar investiduras de candidatos del PP sin haber cerrado antes acuerdos para integrar los diferentes ejecutivos en negociación.
Esto, para Vox, es aplicable no solo en Extremadura, sino también en Baleares, en la Región de Murcia y en Aragón, aunque en esta última autonomía los recelos se disparan en los de Abascal por las conversaciones que está manteniendo el PP con partidos regionalistas. «No se trata de querer formar parte del gobierno; se trata de tener mecanismos para verificar que se cambian las políticas públicas en Extremadura, Murcia...», apuntó Buxadé, que incidió en que la mejor manera para controlar es «estar». «Mano tendida», se repite una y otra vez, desde cualquier ámbito de Vox.
En Baleares hubo movimiento este lunes al anunciar Vox que su portavoz allí, el candidato del partido en las elecciones al Parlamento autonómico el 28M, Jorge Campos, será el cabeza de lista de la formación por la circunscripción en las elecciones generales del 23J. Este nombramiento se interpreta en ciertos sectores como una renuncia a formar parte del ejecutivo regional, pero en el partido derechista niegan la mayor. En la Comunidad Valenciana ya se designó número uno por Valencia a Carlos Flores, aspirante a presidir la Generalitat Valenciana, pero poco después se rubricó una coalición con los populares, incluyendo tres consejerías, una con rango de vicepresidencia, para Vox.
El PSOE podría hacerse con el control de la Asamblea de Extremadura si PP y Vox no votan al mismo candidato para presidirla
El paso de Campos a Madrid, en cualquier caso, abre un nuevo escenario en las negociaciones bilaterales entre ambos partidos para investir a la popular Marga Prohens como presidenta del Govern balear, quien se mantiene firme en formar un gobierno en minoría. Se da por hecho que la salida de Campos allana el camino a partir de ahora con los populares por la falta de sintonía entre ambos líderes.
Vox reivindica entrar en el Ejecutivo autonómico –tras quedarse fuera en el Ayuntamiento de Palma–. En la Mesa de la Asamblea de Extremadura, por lo pronto, Vox tiene la intención de votar a su propio candidato para presidirla. Esto traslada la presión al PP porque si no respalda al aspirante de Vox, el PSOE podría hacerse con el control del órgano si Podemos lo secunda.
En Baleares sí se cerró un preacuerdo anoche para que sea Vox quien presida el Parlamento balear. El PP se quedará con el vicepresidente primero y el secretario primero. Los dos partidos negocian aspectos programáticos de cara a una investidura, con pacto en la eliminación del catalán como requisito en la sanidad, la «violencia intrafamiliar» y una auditoría para identificar a los implicados en la explotación de menores tuteladas.
La tercera vía, en Aragón
El crisol de formaciones que estarán representadas en las Cortes de Aragón –hasta ocho diferentes– hace que las negociaciones para formar gobierno en esa comunidad sean mucho más abiertas que en otros territorios. De hecho, el PP concluirá este martes la primera toma de contacto con todos los partidos que han querido sentarse con ellos (solo el PSOE ha declinado el ofrecimiento) y, a partir de ahí, empezará a sentar las bases para que Jorge Azcón sea presidente.
Un proceso que pasa, sí o sí, por lograr al menos la abstención de Vox y el apoyo de alguno de los partidos regionalistas. El Partido Aragonés ya ha dicho que está por la labor de apoyar al popular, lo que deja la investidura en manos de Vox, cuya abstención espera conseguir el PP ofreciéndole un acuerdo programático atractivo y un puesto de vicepresidente en la Mesa de las Cortes. Con todo, las negociaciones están aún muy abiertas, porque hasta el viernes no se constituye el Parlamento regional.
María Guardiola
En su última oferta, el PP ofreció a Vox presidir la Mesa del Parlamento extremeño y un acuerdo programático con quince puntos en el que no se hacía mención alguna a la violencia de género.
Marga Prohens
Quiere gobernar en minoría y para hacerlo necesita pactar con Vox su investidura. Este lunes se cerró un preacuerdo para que Vox presida el Parlamento balear y el PP tenga un vicepresidente y un secretario.
Jorge Azcón
En Aragón, el PP está hablando con todas las formaciones a excepción del PSOE, que ha rechazado reunirse con ellos. Esperan alcanzar un acuerdo de investidura antes del viernes.
Fernando López Miras
El popular mantiene su disposición de negociar con Vox para evitar un voto en contra durante la investidura que obligue a los murcianos a acudir de nuevo a las urnas en el próximo mes de agosto.
Por otra parte, Fernando López Miras, candidato popular a la Presidencia de la Región de Murcia, reiteró este lunes su intención de alcanzar algún tipo de acuerdo antes del pleno de elección, donde Vox amenaza con votar en contra y forzar nuevas elecciones. «No hay más reuniones previstas. La mano del PP está tendida y es importante que lleguemos a acuerdos y dialoguemos, pero respetando lo que han querido los ciudadanos», dijo López Miras.
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