El cantonismo suizo inspiró a Don Juan para adoptar el título de Conde de Barcelona en el destierro

«Por último dice que su larga estancia en el extranjero, sobre todo en Suiza, le ha hecho comprobar las ventajas de la vida autónoma de las ciudades, de las villas y de los cantones, liberados de una asfixia, de una burocracia centralista . Por ello dice que eligió el título de Conde de BARCELONA, para usarlo durante el destierro a sabiendas de lo que significaba y como anuncio de hacerse algún día acreedor al amor de sus súbditos de dicho condado y también de los del señorío de Vizcaya y de los demás de las distintas regiones de España».

Es decir, frente al ordeno y mando de Franco desde la capital , «Don Juan III» -como se refieren a él los confidentes de Franco en ocasiones- contrapone una mayor descentralización como modelo de gobierno para una hipotética España bajo su reinado.

Obviamente, a Don Juan el exilio en Suiza le marcó. Desde el verano de 1942 hasta febrero de 1946, cuando marcha a Estoril (Portugal), permaneció en aquel país, desde el cual realizó su primer alegato contra Franco al publicar el conocido como manifiesto de Lausana (19 de marzo de 1945).

Don Juan, con el título de Conde de Barcelona, ve en Cataluña una plataforma desde la cual tejer su oposición a Franco. Otros «Boletines de Actividades Monárquicas», a los que ha tenido acceso ABC, hacen referencia a ese hecho: «Actividades de los Juanistas en Barcelona. Según se informa de esta Capital, uno de los distritos en que mayores son las actividades de los monárquicos juanistas es el VI. Estos elementos tienen constituida una organización titulada “VOLUNTARIOS DEL REY”» .