Los docentes vascos llaman a la huelga para garantizar una escuela pública y en euskera

Creen que el borrador que ha trascendido no cumple con lo firmado en el pacto educativo

Las aulas permanecerán vacías este miércoles en el País Vasco EFE

Hace tiempo que el ambiente educativo vasco está enrarecido. Después de un pacto educativo que se firmó in extremis y que nunca terminó de convencer a los maestros, el sistema educativo vasco afronta ahora varias jornadas de huelga que muestran el descontento que ... existe entre los centros educativos. Este miércoles 30.000 trabajadores de la educación pública están llamados a la huelga y se espera un seguimiento masivo entre los docentes.

Convocados por los sindicatos nacionalistas ELA y LAB, y el mayoritario en educación, Steilas, los trabajadores quieren hacer evidente su rechazo al primer borrador que ha trascendido de la futura Ley de Educación Vasca. Consideran que la propuesta que se ha hecho pública no sólo «no permite superar» el actual modelo dual, sino que, además, «lo perpetua». Frente a ello, demandan una ley que permita «avanzar hacia una red pública «única, euskaldun y propia» que garantice la «igualdad de oportunidades».

En realidad, en la educación vasca subyacen dos ejes de disputa: el modelo lingüístico y la dualidad del sistema público-concertado. Acerca de la presencia del euskera, los borradores que han trascendido hasta ahora únicamente precisan que el futuro sistema educativo vasco será «plurilingüe con el euskera como eje». Tal como está redactado invita a pensar que se dará por superado el actual sistema de modelos educativos A (solo en castellano), D (solo en euskera) y B (un modelo mixto).

El pacto educativo se limita a señalar que todos los alumnos deberán alcanzar el nivel B2 de euskera y castellano al terminar la educación obligatoria y el B1 de una lengua extranjera, aunque no se establece la fórmula para lograrlo. Sobre el papel, se da «autonomía» a los centros para establecer la fórmula idiomática que consideren más oportuna «en función de su realidad sociológica». Sin embargo, los sectores educativos más nacionalistas temen que sus pretensiones de avanzar hacia una fórmula de inmersión lingüística no se vean satisfechas.

La anomalía de la concertada

Además, hace ya varios años que han surgido voces críticas en contra del peso, para muchos excesivo, que tiene la educación concertada en el sistema vasco. Tanto es así, que según los datos del INE, la Comunidad Autónoma Vasca es la región de España que más dinero dedica a estos centros. En concreto, destina 4.174 euros de subvención pública por alumno, muy por encima de los 2.632 euros que se destinan de media en España.

Además, casi tres cuartas partes de financiación de estos centros proviene de las arcas públicas, mientras que en el resto de España se sitúa en el 57%. Todo ello se traduce en que más de la mitad de los escolares vascos acuden a centros concertados. Esta anomalía se explica por la apuesta política que existe a favor de la red de ikastolas, en su mayoría centros acogidos a la modalidad de educación concertada.

De ahí que uno de los pilares para lograr el pacto educativo fuera un compromiso a favor de la educación pública. Sin embargo, varias decisiones han provocado que en las últimas semana se haya incrementado el temor de la oposición de que la nueva ley en lugar de apoyar a la pública eleve las ayudas a la privada. En concreto, la gota que colmó el vaso fue la incorporación de tres millones de euros en el presupuesto para la educación concertada de dos y tres años a propuesta del grupo PP+Cs.

Inmediatamente después del anuncio Podemos anunció que daba por «roto» el pacto educativo tras lo que consideraba «incumplimientos» reiterados. «Nosotros no estamos fuera del pacto pero quedamos a la espera de las actuaciones que pueda llevar a cabo el Gobierno vasco», aseguraba la líder de Podemos en el País Vasco, Miren Gorrotxategi.

En la misma línea se ha pronunciado EH Bildu que este martes se ha unido a los sindicatos para mostrar su apoyo a la huelga. «El acuerdo educativo es un buen punto de partida», reconocía Arnaldo Otegi en una rueda de prensa pero hacía un llamamiento a «abrir una nueva era» en la educación vasca y animaba a secundar las movilizaciones.

«incredulidad» del Gobierno vasco

El Gobierno vasco ha mostrado su «incredulidad» ante una crispación que va en aumento. El portavoz del Ejecutivo de Urkullu, Bingen Zupiria, aseguraba este martes que resulta «muy difícil entender cuáles son las verdaderas razones» de la convocatoria. «Han expresado como argumento o razón un proyecto de ley que aún no ha sido aprobado por el Parlamento vasco», insistía.

Y es que, las movilizaciones se sustentan sobre el borrador del anteproyecto de Ley Vasca de Educación, que de momento sólo se ha publicado para abrir una fase de consultas y aportaciones. En realidad tras esta primera fase de consultas, el borrador definitivo deberá ser ratificado en Consejo de Gobierno para después enviarlo al Parlamento vasco e iniciar todo el proceso legislativo que permitirá incluir enmiendas.

Hasta que eso ocurra, los docentes vascos no tienen intención de cesar sus movilizaciones. Para este miércoles se han convocado manifestaciones en las tres capitales vascas y la jornada de huelga tendrá continuidad el próximo 14 de diciembre. CCOO y UGT han optado por no sumarse a las convocatorias, aunque también han criticado públicamente el texto del anteproyecto.

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