Bildu se crece y ofrece al PNV que lidere el Gobierno vasco la fuerza más votada

Es decir, PNV y EH Bildu gobernarían en coalición y la presidencia autonómica recaería del lado del que obtuviera más escaños. En una entrevista concedida a la televisión pública vasca, Otxandiano ha enmarcado esta alianza en el nuevo espacio de «política de colaboración» que, a su juicio, se ha abierto.

Ha puesto el ejemplo de lo que ya ocurre en Navarra. Allí EH Bildu y PSN pactaron una moción de censura que permitió sustituir a Cristina Ibarrola (UPN) por Joseba Asirón (EH Bildu). En esa «ecuación», ha recordado el candidato independentista, también está el PNV. La formación Geroa Bai, en la que los peneuvistas están integrados en Navarra, no solo prestó su voto sino que participa del gobierno municipal con dos concejales. «Es una forma de hacer política no excluyente, que creo que hay que traerla también a estos tres territorios», ha añadido en referencia a la Comunidad Autónoma Vasca.

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De hecho, cree que lo que ocurre en el País Vasco, la negativa de todos los partidos a hablar con EH Bildu, es «una excepción». Frente a ello ha pedido «normalizar la política» y «pasar de pactos excluyentes« a otros que permitan »nuevas formas de gobernanza mucho más inclusivas«.

Se trata, sin duda, de un mensaje dirigido a los socialistas vascos. Desde EH Bildu siempre han trasladado su preferencia por llegar a un acuerdo entre las fuerzas de izquierdas, donde estarían también PSE y Podemos, frente a una derecha en la que habitualmente también incluyen al PNV.

Sin embargo, el secretario general de los socialistas vascos, Eneko Andueza, ha dado sistemáticamente un carpetazo cada vez que le han puesto sobre la mesa esa posibilidad. Han sido, precisamente esas «excesvas dificultades» que a juicio de EH Bildu tienen los socialistas vascos para «situarse en el nuevo tiempo» las que, asegura Otxandiano, les han llevado a poner ahora sobre la mesa esa opción. El candidato independentista incluso ha acusado al PSE de defender en el País Vasco posiciones como la que Vox mantiene en materia lingüística en las Islas Baleares.

Ha explicado, además, que el hipotético acuerdo podría servir para «articular todo tipo de gobiernos de colaboración». La única condición es que el pacto se articule sobre «un programa» y «una agenda de país transformadora y progresista». A partir de ahí se podría establecer un gobierno de coalición u otras fórmulas dentro de un «amplio abanico».

En cualquier caso, Otxandiano ha insistido en que la vocación de EH Bildu es ser primera fuerza y, por lo tanto, gobernar. Considera, además, que es «bueno» que EH Bildu «participe en los gobiernos» y se note su «impronta política», y ha puesto como «ejemplo» el cambio de políticas en el Ayuntamiento de Pamplona.

Ha confirmado que, como candidato independentista, no ha tenido, por el momento, contacto alguno con el líder del PSE. Tampoco consta que le haya hecho llegar su propuesta al PNV, donde hoy por hoy defienden la vigencia de su pacto de Gobierno con el PSE. Otxandiano ha concluido que, en cualquier caso, la última palabra la «dirán los ciudadanos».