los dirigentes reenfocan sus campañas
José Montilla se sube hoy a «La Noria», auténtico trampolín político
Mezclar la crónica rosa con entrevistas de calado a mandatarios es una fórmula de éxito para el dirigente, que gana en cercanía y en convicción para el gran público. La americanización de las campañas ya está aquí
inma zamora y inma zamora
Fue José Blanco el primero en marcar tendencia. Los duros recortes contra la crisis puestos en marcha por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero parecían necesitar de una explicación mediática que intentara, si no eliminar, aliviar de algún modo el impacto ... negativo que el «tijeretazo» había causado en la opinión pública. El mismo fin de semana del ajuste el ministro de Fomento abría la veda a explotar la rentabilidad (en términos políticos) de algunos platós de televisión.
Para ello, Blanco escogió «La Noria», espacio dirigido por Roberto Ortiz y conducido por Jordi González y que tiene alrededor de dos millones de espectadores de media y una cuota de pantalla del 18,7%. Y aunque otros políticos, como Rosa Díez o Miguel Ángel Revilla ya habían sido entrevistados en este espacio, era el ministro de Fomento quien marcaba un hito siendo el primer «hombre fuerte» del Gobierno que acudía al programa. «Mucha gente me ha criticado por venir», adelantaba al comienzo de su entrevista para, después, lanzar la frase que resumía su estrategia: «Los políticos tienen que ir allí donde está la gente».
Y esa gente estaba viendo «La Noria», un espacio con la crónica rosa y los debates como protagonistas pero que, a pesar de seguir la estela de sus predecesores («Salsa Rosa» y «Dolce Vita») buscaba incorporar un tono más serio que, en cierto modo, pudiera igualmente cambiar la imagen de la cadena de Paolo Vasile. A cambio, los políticos -los que aceptaran- podían sentarse en un programa emitido en «prime time» y que ofrecía la posibilidad de alejarse del discurso eminentemente político. Para los cinco expertos de comunicación política consultados por ABC , el formato ha conseguido la «seriedad y el respeto» que buscaba. «La tendencia no es nueva -dice Daniel Ureña , director de Mas Consulting, empresa de consultoría política -. La americanización de las campañas ha llegado al país. El primero que aprovechó los programas de infoentretenimiento fue Bill Clinton , en el "Saturday Night Life" en el año 1992, cuando salió tocando el saxofón». Clinton logró llevarse «al huerto» a parte de la «parroquia» que estaba viendo esa noche el programa.
A partir de ahí, presidente o político que se precie en EE.UU. pasa por alguno de esos programas que «a priori» no son de contenido político. ¿Quién no recuerda alguna imagen de Barack Obama en plena campaña electoral, como aquel jueves en que apareció rodeado de mujeres en el programa «The View »? «Tiene que ver con el esfuerzo de los políticos por llegar a grandes públicos, a audiencias muy amplias -completa Ureña-. La política es muy importante en la vida e implica a la gente. Para Tomás Gómez, por ejemplo, aparecer en "La Noria" quince minutos fue más rentable que tres o cuatro meses de campaña» .
Las urnas están en «La Noria»
Habla este consultor político de las primarias de Madrid, que se celebraron el pasado 3 de octubre. Y es que tras Blanco, Trinidad Jiménez y Tomás Gómez optaron por el programa del sábado por la noche en Telecinco como trampolín mediático para aproximarse al militante socialista en la Comunidad de Madrid. Ambos candidatos se sentaron en el sillón frente a Jordi González y, sin dejar de lado el discurso electoralista, intentaron mostrar el lado menos duro de su personalidad a los votantes.
«Mas contra Montilla es como ver a Ana Obregón contra Belén Esteban»
Luis Arroyo, presidente de la empresa Asesores de Comunicación Pública , explica de este modo las ventajas que atesoran estos formatos para el líder de una formación política: «Les dan la oportunidad de presentarse como ciudadanos de carne y hueso , con propuestas más cercanas y un discurso más accesible, se pueden explicar con mayor facilidad y sin la premura que te impone un programa de radio o una tertulia de televisión». Siguiendo esta estela, poco tiempo después era Artur Mas, líder de CiU y candidato a ocupar el sillón presidencial de la Generalitat de Cataluña tras las autonómicas del 28-N, quien hacía campaña en el espacio de Telecinco, donde incluso mostró su lado más amable al recitar en francés unos versos de «El Principito» . Esa aparición pudo propiciar que hoy sea el líder del PSC y aspirante a revalidar su cargo como «president», José Montilla, el que vaya a aparecer esta noche en «La Noria». Significativa es la opinión que tiene otro consultor político, José Luis Sanchís, en la contraposición de uno y otro dirigente, sentados en el mismo programa.
Si Montilla declinase la invitación, Mas le ganaría terreno ante la audiencia y de cara al 28-N
«Si Montilla hubiese rechazado la entrevista, perdería la oportunidad de demostrar su faceta humana ante una audiencia, la de los sábados, con una circunstancias muy especiales: son gente que ansía temas de tierra, muy populares, que toquen temas emocionales, lo que hace a estos programs un magnífico medio de acompañamiento en su proyección pública». Y continúa desgranando a los mandatarios catalanes: «Mas tiene una imagen pública más consolidada, como hombre de éxito y de empresa; pero Montilla tiene una serie de valores que puede explotar como el hombre que ha llegado de fuera a Cataluña y con otro estilo. Es como contraponer a Ana Obregón , hija de padres "bien" que le han dado una carrera, con la chica de pueblo, como Belén Esteban». Es curioso que la misma imagen se le viene a la mente al catedrático de Comunicación Audiovisual de la Universidad Autónoma de Barcelona Román Gubern : «Es novedoso y muy interesante mezclar a Belén Esteban con José Montilla en el mismo programa. Es muy del "entertainment" americano, donde un día aparece una star system, otro una cabareteara y al siguiente, entrevistan a un ministro . Es chocante pero estoy de acuerdo en que Belén Esteban esté de vuelta con Montilla». El público por la noche se relaja, abundan todos ellos, y los dirigentes o aspirantes a serlo «deben emplear esa forma de penetrar en las audiencias que, en general, se sienten alejadas del político. Cada vez más. Por eso, deben buscar otra forma de llegar además de los canales convencionales», aconseja Narciso Michavila, sociólogo director de GAD (Gabinete de Analisis Demoscópicos) . A ninguno de estos políticos les perjudica aparecer, sin ir más lejos a Montilla hoy, en magazines de día o «late shows» de noche.
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