«La vinculación de El Pardo a la Corona arranca en la época de oro de los Trástamara, en el siglo XV, cuando la mayoría de los monarcas lo utilizaban como cazadero», cuenta a ABC Francisco José Marín Perellón, historiador del Ayuntamiento de Madrid. Fue Fernando VII quien lo convirtió en un coto cerrado. En este sentido, Marín señala que El Pardo «siempre ha sido un coto de caza, solo que ahora ya no se caza ahí».
Pero originariamente El Pardo no era un coto de caza: «El Pardo era una localidad dependiente de la tierra de Madrid y que se utilizaba para distintos aprovechamientos agropecuarios. Había tierras de cultivo, labrantías, se utilizaba la ganadería y, evidentemente también, había usos de caza, que siempre se realizaban por parte de la Corona».
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