Otra medida de gracia comprometida para Sánchez
El precedente catalán y el ciclo electoral abierto condicionan la decisión
Los otros condenados por el caso ERE avisan: «Sería un agravio indultar sólo a Griñán»
Madrid
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl escándalo de los ERE de Andalucía es una piedra en el zapato para el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que aprieta con mayor o menor intensidad según el momento, pero que no termina de desaparecer del todo. ... La sentencia del Tribunal Supremo (TS) conocida el pasado mes de julio, que confirma los duros fallos dictados en su día por la Audiencia Provincial de Sevilla contra un importante núcleo de dirigentes socialistas andaluces, singularmente los expresidentes de la Junta, José Antonio Griñán y Manuel Chaves, no llegó en demasiado mal momento para los socialistas. De haberse conocido apenas un mes antes, en alguna fecha previa a las elecciones del 19 de junio en esa comunidad autónoma, el fracaso de la formación en las elecciones que ganó el popular Juan Manuel Moreno por mayoría absoluta podría haber sido, incluso, mayor.
Pero ahora Sánchez se encuentra en el brete nada fácil de tener que decidir si indulta a Griñán, dado que de lo contrario el exministro, exconsejero y expresidente tendría que ingresar en la cárcel, un hecho inédito en la historia de la autonomía. Aunque si concede la medida de gracia arreciarían las críticas por lo que podría considerarse un trato de favor a un político de su propio partido, justo con un nuevo ciclo electoral en marcha, el que arrancó precisamente el 19-J y seguirá en 2023 con las municipales y autonómicas de mayo y las generales, previsiblemente a final del año que viene.
A todo ello se añade que han sido los dos expresidentes del Gobierno socialistas, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, quienes han anunciado su respaldo al indulto que va a solicitar formalmente la familia de Griñán. Y sin perder de vista que tanto la flamante número dos del PSOE y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, como el líder del PSOE andaluz, Juan Espadas, se sentaron en los consejos de gobierno andaluces que repartieron las millonarias y fraudulentas ayudas, las más altas manejadas nunca en un caso de corrupción en España. No faltará quien recuerde, llegado el caso, que Sánchez, al llegar en 2014 al puesto de mando en Ferraz, abogó por impedir los indultos a políticos corruptos.
El precedente del 'procés'
Aunque por otro lado, la concesión hace justo un año, en el verano de 2021, de los indultos a Oriol Junqueras y el resto de condenados por sedición por el TS en 2019, por el referéndum ilegal y la declaración de independencia de 2017 en Cataluña, establece un precedente difícil de sortear para La Moncloa. Incluso para parte de las bases del socialismo andaluz, y naturalmente para los implicados, que podrían verse agraviados por su propio partido.
La concesión de la medida de gracia al expresidente socialista podría entenderse como un trato de favor a un político corrupto
En 2015, y para mantener la Junta de Andalucía, el PSOE aceptó apartar de su puesto de senadores tanto a Chaves (inhabilitado ahora, pero sin pena de cárcel) como a Griñán, tal y como exigió Ciudadanos para investir a Susana Díaz. Siete años después, el nombre del segundo expresidente andaluz se vuelve a cruzar en el camino de Sánchez.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete