Manifestantes pacíficos expulsan a los ultras en una nueva jornada de protestas en Ferraz

Con un ambiente radicalmente distinto, las cerca de 1000 personas -segun fuentes de la Policía Nacional-, han hecho llamadas a no ejercer la violencia y gritos de apoyo a los agentes. «Puigdemont a prisión» y proclamas contra el presidente del Gobierno en funciones han sido más repetidos. Efectivos de la Policía comentaron a ABC al inicio de la protesta que esperaban que está fuese la tónica general, sobre todo tras la condena del Partido Popular (PP) de las algaradas, y del aumento del despliegue policial respecto a los últimos días.

«La violencia no nos representa», han gritado cientos de personas, al mismo tiempo que señalaban e increpan a posibles elementos ultras detectados entre ellos. Ninguno parecía querer revivir los sucesos del martes, cuando hubo lanzamiento de adoquines, bengalas y quema de contenedores, después de que grupos de embozados reventaran la manifestación, que se transformó en una auténtica batalla campal en el centro de la capital. La mayor presencia de agentes, también de paisano, ha sido palpable, y se les ha podido ver identificando a varias personas en el cruce de la calle Ferraz con Marqués de Urquijo, cortado desde la noche.

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En un momento, mientras continuaban los gritos contra Pedro Sánchez y las negociaciones que siguen en curso con los independentistas catalanes, se lanzaron octavillas en las que se criticaba a los neonazis presentes el martes. «Ellos son los tontos útiles del PSOE. No vamos a dejar que frenen estás manifestaciones de miles de españoles que queremos parar los planes de Sánchez», rezaba el papel. Otra persona, con un megáfono en la mano, llamó a no tocar ni siquiera las vallas del perímetro policial. «Lo único que hemos conseguido con eso son golpes», alentó mientras recibía el aplauso de los presentes.

Uno de los momentos más tensos, aunque sin comparación con lo vivido en la jornada de protestas anterior, ha sido cuando un individuo se ha encaramado al quiosco situado en uno de los extremos de Ferraz. El resto de la concentración ha empezado a silbar y a corear «fuera, fuera», hasta que ha bajado al suelo.

«No podemos permitir que la gentuza que se coló ayer rompa este tipo de manifestaciones», comentaba uno de los presentes. Según ha contado a este periódico, lleva viniendo desde el viernes pasado, día en el que empezaron, coordinadas por redes sociales y sin una representación política concreta, las manifestaciones frente a la sede socialista. «Voy a seguir viniendo. No sabemos si pararán la amnistía, pero su efecto tienen», ha denunciado.

En algunos momentos se han escuchado ciertos cánticos contra el PP, equiparando a los de Alberto Núñez Feijóo con los socialistas. Sin embargo, esos gritos no han tenido continuidad ni han sido respaldados por el grueso de la concentración, cesando en el momento en el que el resto de manifestantes han pedido centrar la protesta en Ferraz y en las proclamas contra la ley de amnistía. Conviene recordar que el sindicato Solidaridad, vinculado a Vox, había llamado también a acudir a la concentración frente a la sede central del PSOE.