La tecnología de los patinetes de alquiler impedirá aparcar y circular por la acera en Madrid

Cuatro años después de su implantación, el consistorio vuelve ahora a corregir los principales fallos: desde mayo serán solo tres empresas, 6.000 unidades y su tecnología deberá impedir que circulen o estacionen en lugares indebidos.

Para lograr un equilibrio, el Área de Medio Ambiente y Movilidad ha reducido un 40 por ciento el número máximo de patinetes autorizados, que hasta ahora estaba en 10.000. Este límite se determina en función de las plazas municipales en aparcamientos para bicicletas eléctricas. Madrid tenía en julio 5.997 horquillas, con capacidad para hasta 11.994 unidades.

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En cuanto a los operadores, se han restringido solo a tres porque consideran que «una fragmentación excesiva de las empresas supone un freno para la implantación efectiva de los patinetes compartidos». De hecho, tan solo unos meses después de empezar, seis de las 18 compañías abandonaron el servicio. «Para determinar este criterio se ha tenido en cuenta la experiencia de 17 ciudades y el modelo actual se asemeja al de París y Londres».

Uno de los aspectos que más puntuaba para adquirir una de las tres autorizaciones tenía que ver con poseer el desarrollo tecnológico necesario en sus aplicaciones móviles para impedir el aparcamiento en zonas indebidas y la circulación por las aceras.

Es decir, que obliga a los clientes a estacionar solo en las zonas habilitadas para ello en el distrito de Centro. En el resto de la ciudad, pueden aparcar fuera de las reservas específicas siempre que no exista una plaza para motocicletas, ciclomotores, bicicletas y vehículos de movilidad personal a menos de 50 metros del punto de estacionamiento. Además, no se permite en ningún caso iniciar o finalizar el trayecto en calles con prioridad peatonal, en las aceras o en espacios peatonales contiguos a parques históricos como El Retiro.

Contar con un plan de acción para dar a conocer la normativa a los usuarios, que ofrezcan clases de circulación segura a sus clientes y el uso de vehículos no contaminantes para la logística del servicio –toda la flota cuenta con etiqueta Cero de la DGT– han sido otros de los principales factores que han hecho a las compañías Dott, Lime y Tier Mobility obtener las concesiones para operar por Madrid. Todos ellos se han comprometido a retirar los vehículos mal aparcados o dañados en el plazo de una hora a partir de la denuncia.

Las aplicaciones de las tres empresas también van a incluir un registro para que los usuarios suban las fotos y la localización de los patinetes. De esta manera, en caso de que se inicie un procedimiento sancionador o de reparación de daños, podrán demostrar que cumplían o no con la ordenanza de Movilidad.

A las mejoras en el servicio también se unen las de los propios vehículos. Los nuevos dispositivos tendrán luces, timbre y elementos reflectantes homologados, así como baterías extraíbles. Cada patinete contará con un sistema que permite la geolocalización y su identificación para que se integren en Madrid Mobility 360, la 'app' de la EMT que permite planificar los viajes.

Los nuevos vehículos eléctricos de alquiler comenzarán a implantarse en las calles de Madrid a partir del 2 de mayo, cuando decaen los actuales permisos. Tendrán cinco días hábiles, hasta el 9 de mayo, para desplegar al menos 3.000 patinetes.

Se agruparán un máximo de cuatro patinetes por punto y no se podrán ubicar en ámbitos de paradas de transporte público colectivo o de taxi, reservas para personas con movilidad reducida o sobre las tapas de registro o de servicio. Las autorizaciones se extienden por tres años, aunque se podrán prorrogar cada seis meses en función de la evolución de la demanda.

En el número 48 de la calle de Alcalá, junto al nuevo carril bici segregado y frente a uno de los nuevos aparcamientos para patinetes, el delegado del ramo, Borja Carabante (PP), presentó ayer el nuevo modelo de micromovilidad compartida que aspira a ser, esta vez sí, «más ordenado y seguro».