Un secuaz del Samuelillo protagoniza una gran persecución con un camión robado lleno de coches

El autor de los delitos de este último episodio del lumpen, Cristian, acaba de ser arrestado por robar un camión góndola repleto de coches y protagonizar una gran persecución llena de pánico entre el resto de conductores durante decenas de kilómetros. Iba a compañado de al menos otros dos sujetos, sin identificar, pertrechados con capuchas y linternas. Una patrulla de la comisaría de Usera-Villaverde observó, sobre las 5.40 horas de ayer viernes, a los sospechosos, cuando accedían a una campa de vehículos Villaverde.

Comisionados por la sala del 091, los agentes vieron cómo abandonaban el recinto dos vehículos, un BMW serie 3 Touring blanco, conducido por un encapuchado, y un Renault Kadjar azul oscuro. El primero, al verse descubierto, dio marcha atrás y los embistió el Renault en el lateral derecho a los policías. Dio un aceleró y se fue hacia donde estaba su compinche con el BMW.

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Aitor Santos Moya

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Entonces, comenzó la persecución, por la A-42 en sentido Madrid, hasta la M-40 en dirección a la A-5. Durante la carrera, el BMW intentaba frenar al indicativo policial cada vez que se acercaba al Renault (al ser el que menos corría), llegando a realizar cruces peligrosos entre ambos turismos y con repetidos intentos de empotrar al patrulla.

Al llegar por la M-40 a la altura del centro comercial Sambil, en Leganés, los uniformados perdieron de vista a los delincuentes. Pero otros compañeros observó cómo un camión rígido estaba situado en el cruce bajo la A-42 realizando un giro brusco y saltándose un semáforo rojo, sin llevar tampoco las luces puestas, para incorporarse a los carriles hacia Toledo.

Corrieron tras él. Se trataba de un camión góndola con seis coches y le dieron el alto con los rotativos, situándose en paralelo, pero el conductor hizo caso omiso y la patrulla se puso detrás. En ese momento, la emisora les cuenta que ha sido robado un tráiler de la misma campa y con la matrícula que ellos habían referido por malla.

La persecución tras el camión continuó, con más indicativos, al menos tres adicionales, en la carrera, pero el delincuente no dudó en conducir de manera temeraria por la autovía, con cambios bruscos de carril y acercándose muchísimo a otros coches. Dio un volantazo para tomar la salida 14B e hizo un cambio de sentido en la A-42, regresando a Madrid.

Más policías se sumaron a la persecución y el camión volvió a girar para abandonar esa carretera y tomar la M-40, en dirección esta vez a la A-4. Pero el cuarto anillo de circunvalación ya tenía bastante tráfico a esa hora, vehículos de ciudadanos que tuvieron que serpentear como pudieron para no acabar empotrados por los criminales.

Los delincuentes llegaron a la A-4 por la salida 21B, sin aminorar la velocidad, hasta el punto de que dos coches tuvieron que frenar de golpe para evitar quedar aplastados. Ya en la carretera de Andalucía, más tráfico aún, lo que no era obstáculo aparente para que la góndola fuera más y más deprisa: la idea era que los turismos que cargaban cayeran a la vía y bloquearan a la Policía.

Uno de los indicativos de Usera consiguió rebasar al conductor a la fuga. Observaron cómo abría la puerta, aún en movimiento, y se bajaba, emprendiendo la huida a pie por la calzada, entre carambolas del resto de conductores para no atropellarlo. Los policías, primero lograrono subir al camión en marcha, pararlo y estacionarlo; y luego persiguieron al fugitivo, que saltó el quitamiedos y entró en un camino de tierra, campo a través.

Finalmente, Cristian resultó detenido, no sin resistirse como gato panza arriba, hasta el punto de liarse a puñetazos y patadas contra los funcionarios. Uno de ellos sufre luxación en un pulgar y no puede mover la mano derecha.

El dueño de la campa explicó que había saltado la alarma, por lo que se enteró del robo. Especificó que era un camión que portaba tres Renault (un Clio y dos Megane) en la parte superior; y, debajo, un Mini. Además, habían abierto y encendido un Mazda, y otro Citroën C4 también había sido forzado. También había cuatro turismos, una furgoneta y un camión más dañados por el vehículo portachoches robado por Cristian.