La madre de Izan, el niño que se salvó de la riada en un árbol: «Gracias a los ángeles de la guarda que oísteis mis gritos»

«No sé ni cómo empezar. Pero tengo la necesidad de escribir esto para agradecer a esos ángeles de la guarda que salvaran a mis hijos. Sí, soy la mamá de ese héroe al que llaman Ethan y realmente es Izan. A esa persona que lo vio en un árbol y puso fin a su pesadilla«, comienza Mónica.

Y continúa: «A ese bombero que vio aparecer a mi niña y la abrigó y consoló cuando más lo necesitaba. Y a ti, que oíste mis gritos pidiendo ayuda y no me dejaste sola hasta que llegaron a por mí. A esos tres guardias civiles de montaña que me consolaron y calmaron hasta ponerme a salvo. A los bomberos y policías que también colaboraron. A ti, Sara, a ti, Vanesa, que me consolasteis cuando más destruida estaba».

«A todos vosotros, que no sé quiénes sois ni cómo haceros llegar mi eterno agradecimiento, gracias infinitas y de todo corazón –continúa esta madre–. Un corazón roto que volvió a latir cuando supe que ellos estaban a salvo. A los médicos y enfermeras del servicio de Urgencias del hospital Rey Juan Carlos, porque sentimos todo vuestro cariño. También quiero daros las gracias a todo el equipo de búsqueda, que sé que está haciendo lo imposible por encontrarle a él, a mi amor».

Mientras, los dos puestos de mando en las zonas cero de la DANA que asoló Madrid el domingo y el lunes pasados son un hervidero de idas y venidas, planos de situación y relevos de equipos de rescate. Desde allí, Villamanta y Aldea del Fresno, se dirige la búsqueda de José y Manuel, respectivamente, los dos desaparecidos desde el domingo. En el caso del primero, un anciano de 83 años que, según fuentes del caso, se encontraba solo cuando fue sorprendido por la riada, los esfuerzos se centran cerca de su casa. Concretamente, en las inmediaciones de la urbanización Jirfa, donde residía este empleado de banca jubilado. «Creemos que no debe de haber ido muy lejos. Estaba caminando por allí cuando se lo llevó el agua del Arroyo Grande, que va a parar al río Alberche», indican las fuentes consultadas.

El cauce de ese afluente se está sobrevolando con drones de los Bomberos de la Comunidad (hay 50 efectivos de toda la Agencia de Seguridad y Emergencias de Madrid allí desplegados); mientras que el GERA y el Equipo de Respuesta Inmediata, así como parte de los 150 guardias civiles allí desplegados centran sus esfuerzos en tierra, indican desde Emergencias 112 Comunidad de Madrid. El gran problema es que el lodazal, la maleza y las piedras que se han acumulado dificultan mucho el hallazgo. Las esperanzas de encontrar vivo a José el Banquero, como se le conocía en su pueblo, son mínimas.

En cuanto a Manuel, el padre de Alcorcón y de 47 años, los trabajos están siendo quizá más arriesgados. El turismo del que escaparon los cuatro miembros de su familia fue hallado en el dispositivo de emergencia. Una de las hipótesis es que el cadáver de Manuel se encontrara debajo del chasis; pero finalmente se levantó y no estaba allí. Ahora, tras peinar 5 kilómetros de cauce, se está buscando también en la zona inundada más allá del río.