Jorge Pardo: «El avance de la inteligencia artificial es inevitable, así que sálvese quien pueda»

«Nos conocimos hace tiempo en Córdoba», cuenta el maestro, «porque él estudiaba en el Conservatorio de la ciudad y era amigo del trompetista Enrique Rodríguez. Yo fui a grabar una cosa con Enriquito, y uno de sus compañeros era Cristian. Cuando le conocí flipe, porque toca el piano, la guitarra, toca jazz, flamenco... Cuando grabó su disco me invitó a tocar un par de temas, y desde entonces hemos actuado juntos un par de veces, haciendo nuestros experimentos en salas de Huelva y de Cádiz. Nos entendemos bien. Él es un caramelito para cualquier músico, porque sabe hacer de todo y además es una persona muy dulce para trabajar».

Para disfrutar del universo sonora que van a desplegar Pardo y de Moret el próximo lunes no hay que se un entendido del jazz ni del flamenco, pero sí hay que estar abierto a experiencias muy singulares, valientes y sin fronteras. «Cristian tiene muchas referencias musicales, puede ser magnético desde muchos ángulos. Pero tiene un arte incontestable manejándose con diferentes estilos, y ahí es donde nos encontramos los dos», asegura el artista madrileño. «En el fondo, lo que hay que hacer es dejar que la música te cautive desde el estómago. Todos esos mundos ya habitan en mí desde hace mucho tiempo, desde Dolores, 'La leyenda del tiempo', el sexteto de Paco de Lucía, y es una gran satisfacción ver que las nuevas generaciones recogen esa inspiración para trasladarlo a nuevas visiones del flamenco y del jazz en general».

Los frutos de esta colaboración están siendo tan jugosos, que el dúo no descarta en absoluto trasladarlos a un disco completo grabado al alimón. «Sí, eso está ahí. Cada vez que damos un pasito más en nuestras colaboraciones, la idea y el deseo se hace más fuerte», asegura Pardo, que sigue trabajando a la vieja usanza y sin prestar demasiada atención a las últimas revoluciones tecnológicas que trae la aplicación de la inteligencia artificial a la creación musical, o al menos manteniendo una distancia prudencial. «Como todos los inventos nuevos, si cae en malas manos se puede usar de manera fraudulenta para hacer malas copias de arte original. Lo que está claro es que su avance es inevitable. Es una herramienta que va a estar cada vez más perfeccionada, estará cada vez más a mano para usarla, y como dijo aquel, la suerte está echada en ese sentido, así que sálvese quien pueda».

Preguntarle a un artista como Jorge Pardo sobre sus próximos proyectos es tarea arriesgada, pues se trata de un músico que funciona con sus propias reglas, casi siempre al margen de los dictados de la industria. «Hay un mar de ofertas de músicos emergentes de todo el mundo para colaborar con ellos, y voy haciendo lo que puedo. También sigo haciendo mis propios temas, y dado que el mercado está un poco raro ya que no hay proyectos de 'long-play' como antes, estoy haciendo temas sueltos en diferentes formatos en una especie de caldero donde bullen diferentes ideas. Espero no aburriros con tantas cosas que se me van ocurriendo (risas)».