El Clínico registra un 25% menos de pacientes
Sólo un 5% de la plantilla del centro hospitalario ha decidido seguir la huelga
M. I. SERRANO
«Todo tranquilo». Es la frase que define cómo se ha pasado la noche y las primeras horas de esta mañana en el Hospital Clínico de Madrid. En el turno de noche, desde las cero horas en que empezó este 29-S, no ha faltado ... nadie a su puesto de trabajo, según fuentes hospitalarias. En el turno de mañana, y hasta las once horas, el paro afecta en el este centro madrileño al 5,9 por ciento de la plantilla. Las Urgencias, los laboratorios, las consultas, el servicio de atención al paciente, y las comidas están a pleno rendimiento. Lo que sí han detectado es que el número de pacientes ha descendido entre un 15 y un 25 por ciento porque o no han llegado a tiempo debido a la falta de transporte o, como era de esperar, muchos enfermos han cambiado la cita para otro día, cuando pase la huelga. Lo curioso es, sin embargo, que ayer, día 28, sí se notó un incremento sustancial de pacientes en urgencias, un departamento que tiene marcados unos servicios mínimos del cien por cien.
Entre las siete y las siete y media de esta mañana, la mayoría del personal sanitario y administrativo de Hospital Clínico ya estaba en sus puestos. Se notaba, incluso, en el aparcamiento, lleno ya a esas horas. Ha habido momentos de confusión porque los semáforos de la plaza de Cristo Rey no funcionaban. Estaban apagados y eso provocó aglomeraciones para entrar a los centros hospitalarios. Hay que tener en cuenta en que esta zona es muy «sanitaria» puesto que, además del Clínico, también están ublicados centros como la Clínica de la Concepción, la Fundación Jiménez Díaz y varios hospitales privados.
Francisco García Puerta está a punto de terminar sus jornada laboral. Son las siete y veinte de la mañana y él acaba a las ocho. Entró a las diez de la noche. «Muy tranquila», así nos dice que ha pasado la noche mientras atiende a varias personas en el mostrador. «No hemos tenido piquetes ni nada por el estilo», añade. En el centro de pantallas de seguridad del hospital, el COS, el empleado de seguridad nos confirma lo mismo: «No ha pasado nada. Normalidad en los alredores y en el interior del hospital».
Caminamos por el centro. El doctor José Herrero, de Nefrología, ha estado de guardia. Nada que reseñar. En la cafetería, colas para desayunar. Médicos, enfermeras, personal de administración y familiares de pacientes se miran anonadados. «Aquí hay más gente que nunca. ¡Qué animación!», dice uno de los doctores. El jefe de guardia de esta noche también asegura que «sobre ruedas» aunque reconoce que ayer se pasó más gente de lo habitual por aquí para «pedir bajas».
Herminia Cabello acaba de salir de hacerse un análisis de sangre. Está en tratamiento de quimioterapia. Ha venido desde Aluche en coche propio. Tenía cita. La confirmó ayer y la dijeron que no tendría problemas, como así ha sido. Por uno de los pasillo del ala sur (el norte sigue en obras), Natividad Berzal enfila la zona de quimioterapia. Se está curando de un cáncer de ovarios. «La enfermedad, nos comenta, me ha hecho mejor persona. Además, aquí me tratan muy bien y son muy profesioales. Yo tenía cita y le pregunté al médico que coincidía con la huelga general pero él me contestó que iba a estar en su puesto. Qué bien. Aquí estoy».
Las consultas de Alergia, a eso de las diez de la mañana, están medio vacías para lo que es habitual. También aquí se ha notado el descenso de pacientes. El doctor Julio Mayor, en su consulta de Oncología quirúrgica, está muy contento. «Voy a tener 15 pacientes que ver cuando lo normal es siete y ocho más. Eso me permite dedicarles más tiempo. Esa tendría que ser la ratio normal». Tan evidente es el relax que cualquier médico o enfermera, esta mañana, va y viene con menos prisas, más relajados, con más margen para atender su trabajo.
El jefe de la Unidad de Urgencias, doctor Juan Jorge González Armengol, asegura que ayer, día 28, «hubo un diez por ciento más de entradas. Esta mañana, hemos notado un descenso de ese mismo diez por ciento». Los casos atendidos, también los habituales: infartos, accidentes de tráfico, insuficiencias respiratorias y renales … «Y muchos ancianos porque tenga en cuenta que este hospital está dentro de un área donde vive un porcentaje alto de personas con mucha edad», recueda el doctor González Armengol.
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