El Gobierno de Ayuso defiende el «éxito» de su modelo sanitario y promete erradicar las malas prácticas

La polémica política ha ido creciendo desde el miércoles, cuando se conoció un audio del CEO de Ribera Salud, Pablo Gallart, en el que defendía hacer ajustes en el Hospital de Torrejón, donde tiene la concesión de la gestión, para atender menos pacientes y lograr más beneficios. Una idea que podía convertirse en un misil político contra la línea de flotación de la Comunidad de Madrid, que presume y defiende con ahínco la colaboración público-privada en cinco hospitales madrileños. La Consejería de Sanidad informó ayer de que, tras una primera inspección, no se ha detectado ninguna «irregularidad» ni mala asistencia en el hospital.

El Gobierno regional y el PP de Madrid defienden que ese modelo destaca por su «eficiencia», y ofrecen un dato concreto: la lista de espera para operaciones quirúrgicas no urgentes en la región es de 49 días, la más baja de España. La izquierda, en cambio, prefiere quedarse con el global: un millón de personas en espera. Al estallar la polémica, el PSOE y Más Madrid anunciaron rápidamente iniciativas parlamentarias: comparecencias, una proposición para revertir la concesión en Torrejón y una comisión de investigación en la Asamblea. Los socialista, incluso, han pedido a la Comisión Europea que se pronuncie.

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En este ambiente tenso, Ayuso actuó como anfitriona ayer en la Real Casa de Correos para celebrar el 47 aniversario de la Constitución. A la fiesta no estaba invitado ningún miembro del Gobierno de Sánchez, al que el PP acusa de pretender «demoler» la Constitución. El Ejecutivo organizó su propio acto en las Escuelas Pías, de la UNED, al que no acudió ningún representante de los populares.

Ayuso aprovechó su discurso para referirse por primera vez a la polémica del Hospital de Torrejón. Al hablar de los servicios públicos, se detuvo en la sanidad, para presumir de que la de Madrid es «una de las mejores del mundo en una de las regiones con mayor esperanza de vida». «Gracias a sus profesionales, al sistema que nos hemos dado en esta región, es reconocida en todas partes. Y esto se tiene que gestionar bajo la batuta de la administración pública», comentó. En el público la escuchaban con escepticismo las portavoces parlamentarias de Más Madrid y el PSOE, quienes exigen que se acabe la gestión privada de los hospitales y, de paso, que Ayuso dimita.

La presidenta defendió que la gestión de la sanidad tiene que servir para que «nadie se quede sin atender en las puertas de un hospital, para que todos seamos atendidos en igualdad de condiciones sin una Visa por delante». «Abriendo el sistema a España entera, atendiendo aquí de manera generosa a quien lo necesite. Como siempre ha hecho Madrid. Porque para eso también somos región capital».

Y ahí lanzó su advertencia, ante el caso de Ribera Salud, que la izquierda califica de «escándalo horroroso»: «Quiero aprovechar para dejar claro que cualquier mala práctica será erradicada con contundencia. Que, con la información necesaria en la mano, sin contemplaciones, pero con responsabilidad y coherencia, actuaremos ahora y siempre en defensa de nuestro sistema sanitario y sus protagonistas: los madrileños».

Ayuso se refirió de forma expresa al Hospital de Torrejón para elogiar a los profesionales sanitarios: «Tenemos unos grandes profesionales como sucede en el Hospital de Torrejón, para quienes pido la máxima confianza. Y ni ellos ni ningún paciente será tratado de una u otra manera por ningún motivo, ni por negocios ni por ningún otro interés». «Esto es algo de lo que siempre nos hemos ocupado y no dudaremos, llegado el caso, en actuar con contundencia, desde la Comunidad de Madrid», prometió la presidenta. «Porque somos libres y solo nos debemos a Madrid, a la salud y a la vida», sentenció.

Fuentes próximas a la presidenta regional señalaron que en el Gobierno regional hay «tranquilidad», porque «no se ha registrado ninguna incidencia de funcionamiento» en el hospital. «La sanidad de Madrid es la mejor de España y una de las mejores de Europa y la colaboración público-privada está siendo un éxito y así lo avalan los datos de funcionamiento», subrayan. Las mismas fuentes afirman que la presidenta mantiene su total confianza en la consejera de Sanidad, Fátima Matute, quien este viernes acababa de volver de Chicago, donde ha sido nombrada Miembro Honorífico de la Sociedad Radiológica de Norteamérica, el máximo reconocimiento mundial a un especialista de diagnóstico por imagen.

La Consejería de Sanidad publicó ayer un comunicado en el que, por un lado, expresa su «total y absoluto rechazo» a las manifestaciones realizadas por el consejero delegado de Ribera Salud y, por otro, destaca algunos datos recientes relacionados con el Hospital de Torrejón: en consultas, registra una demora media de 32 días frente a 60 días de la media de los hospitales de su categoría (nivel 2); en quirúrgica, registra una demora media de 48 días frente a los 42 del resto; en pruebas diagnósticas, tiene una media de 3 días frente a los 57 de media de todos los hospitales. Su conclusión es que «la evolución de los tiempos de espera a lo largo de este año ha sido satisfactoria». Más aún, fuentes de la Consejería remarcan que los datos de lista de espera son «inmejorables».

Además, este hospital ha incrementado su plantilla en el último año un 2,8 por ciento, al pasar de 1.168 a 1.201 profesionales; mientras que la actividad asistencial también ha aumentado. En este ejercicio, la Consejería ha realizado 40 controles y «en ninguno de ellos se ha detectado las irregularidades denunciadas». Los controles se han intensificado esta semana. Según informó la Consejería este viernes por la tarde, las inspecciones concluyen que no existe evidencia que indique reutilización de productos sanitarios de un solo uso.