El TSJM blinda como BIP todo el recinto del Noviciado de las Damas Apostólicas

La historia reciente del inmueble –original de 1929– está ligada a la polémica, con el derribo de uno de los edificios y un conflicto entre los vecinos del espacio y su dueño, la sociedad Global Alchiba. La piqueta entró en este convento de estilo neomudéjar por una cadena de negligencias en junio de 2017; la propiedad comenzó las obras porque el edificio no estaba en el catálogo municipal , además de porque la tramitación no tuvo ninguna irregularidad. El promotor contaba con una declaración responsable, tramitada por la Agencia de Actividades del Consistorio, para demoler el bloque principal, la portería y unos almacenes.

La decisión obliga ahora a sumar la parte este y norte de las parcela -en la que se ubicaban las huertas del antiguo convento- que ocupa este complejo inmerso en un largo proceso judicial desde que se paralizaran, hace dos años y medio, las obras de demolición y posterior construcción de una residencia de estudiantes. Asimismo, la Sala desestima la petición de Global Alchiba , propietario y promotor del proyecto -ahora de reconversión del edificio existente, demolido parcialmente en junio de 2017-, de anular esa declaración BIP.

La reciente sentencia a la que ha tenido acceso ABC -que «valoran recurrir»-, supone un «mazazo» para el dueño después de que, el pasado 2 de diciembre, la Audiencia Provincial de Madrid desestimara el recurso de apelación interpuesto por la Fiscalía contra un auto del Juzgado de Instrucción número 10 de Madrid. Su titular dictó en mayo del año pasado el sobreseimiento y el archivo de las actuaciones al no apreciar -en el momento en el que se produjo el derribo- un delito contra el patrimonio histórico. La juez consideró que el complejo carecía de valor histórico o artístico, frente a las reclamaciones de los vecinos, al no estar protegido ni catalogado como edificio singular cuando se inició su demolición. Asimismo, aseguró que la propiedad obró de forma legal al tramitar su derribo a través de una declaración responsable y no mediante una licencia.

Frente a esa decisión, y tras la declaración como BIP, el TSJM sí considera forzoso «preservar en lo posible la integridad del bien». Sus magistrados fundamentan esta decisión en sendos informes emitidos por el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) y una perito, que inciden en la necesidad de proteger todo el recinto «en el estado en el que se encuentra». «No se trata de proteger en sí mismo el jardín o las huertas, sino de proteger el conjunto, puesto que el conjunto es lo que presenta interés como rememoranza histórica de la forma de vida que representaba», explica la sentencia. Un argumento que Global Alchiba considera «demasiado abstracto». «Es algo gravísimo y, además, sienta precedente generando una situación de inseguridad jurídica para aquellos que intenten promover cualquier actividad cerca de lugares en los que haya ocurrido algún hecho histórico», explican sus responsables legales.

En su opinión, los magistrados no han tenido en cuenta los informes del Real Jardín Botánico y de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando que, a su juicio, «no veían ese valor histórico y patrimonial» para protegerlo en su conjunto. También critican el «cambio de criterio» del COAM, que visó el proyecto de demolición el 4 de abril de 2017. Dieciséis días después el colegio profesional -contra el que también «valoran» emprender acciones legales- presentó un escrito ante Patrimonio instando a la protección del edificio del Noviciado como BIP. «Ese informe no ha sido sometido al principio de contradicción», critican.

La propiedad espera ahora a ver «cómo afecta» a la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana necesaria para llevar a cabo la reconstrucción y reconversión del edificio en residencia de estudiantes. «Acumula ya dos años de deterioro sin que podamos hacer nada. El proyecto definitivo está aún pendiente de conocer la edificabilidad total», informan.