«A todo trapo» contra la droga, una iniciativa vecinal para visualizar y combatir esa lacra

Arranca en Madrid y Barcelona una campaña que consiste en colgar telas rojas en los barrios acosados por los narcopisos para exigir soluciones

El caso viejo del Puente de Vallecas, azotado por esa lacra Maya Balanyà

10/03/2018 a las 02:02h.

«A todo trapo». Ese es el nombre de la campaña vecinal que arrancó ayer en Madrid y en otros puntos de la geografía española, especialmente, Barcelona, las dos grandes capitales afectadas por las «okupaciones » mafiosas de viviendas destinadas al narcotráfico y consumo de ... drogas en su interior. Su objetivo: colgar telas de color rojo en balcones, puertas y ventanas con el fin de hacer visible el problema de los narcopisos que afectan y degradan sus barrios , además de convertir sus vidas en un infierno. La campaña, que durará dos meses, pretende exigir a todas las autoridades soluciones rápidas y eficaces a una cuestión que dificulta la convivencia diaria.

«" A todo trapo" sacaremos a los narcopisos y narcocasas del territorio español», indican la asociaciones de vecinos de Madrid y Barcelona que han constituido la Red Nacional de Ciudades y Barrios afectados por los narcopisos, recalca una portavoz de Puente de Vallecas que prefiere omitir su nombre por temor a represalias. «Vivimos atemorizados por los delincuentes y toxicómanos», explica a Begoña Sebastián, de la Plataforma del Barrio de Lavapiés.

La iniciativa partió de esta entidad, tras contactar con asociaciones de la Ciudad Condal . A ellas se sumaron otras entidades como la Plataforma La Cacerolada de Vallekas, Chamberí se defiende, Madrid lo vale, El Parral Alto del Arenal, Grupo Vecinal de Bellas Vistas, Asociación El Rastro y Asociación de Afectados por las Cundas de Embajadores. La idea ha ido creciendo con la intención de extenderse por todo el territorio nacional.

«Que pasen 24 horas aquí, en este infierno»

«Llevamos cinco años luchando contra esta lacra y el único modo posible es aunar fuerzas», indica una portavoz de La Cacerolada. «Este no es un problema de las comunidades de propietarios, como dicen las administraciones que nos pasan la pelota sino suyo. La Fiscalía va por su lado, los Juzgados parecen ONG y creen que los okupas son familias necesitadas o realizan labores sociales, cuando son redes mafiosas de delincuencia que han hecho de este sistema su modo de vida. Eso, sin olvidar a los políticos que no están a al altura y no conocen los problemas de los barrios». Así lo recalca Sebastián.

«Hay jueces que tardan hasta tres años en ejecutar el lanzamiento de una vivienda usurpada. Se nota que están en sus despachos porque no se pueden hacer una idea de lo que significa ese retraso en una finca con una vivienda de ese tipo. Me gustaría que pasaran 24 horas con nosotros para que vieran cómo nos afecta. Los okupas y sus visitantes sacan lo peor de las personas », agrega Sebastián. «No podemos descansar, tenemos miedo, nos amenazan y nos insultan y si les denunciamos , a los pocos días nos los volvemos a encontrar. en la calle Es un sinvivir».

Las usurpaciones se producen en casas propiedad de los bancos, de la EMVS u otras viviendas sociales, e, incluso de particulares. «Queremos cambios legislativos y rapidez en el ámbito judicial. Que haya más colaboración entre las autoridades y la policía», indica el comunicado de la Red Nacional de Ciudades afectadas por narcopisos». Para ello, solicitan que las comunidades autónomas, ayuntamientos y Policías tomen cartas en el asunto.

Este colectivo apela a la suma de otras asociaciones, grupos y plataformas de vecinos de otras ciudades como Sevilla, Valencia, Málaga, Alicante, Las Palmas de Gran Canaria, Bilbao, y otros puntos del territorio español «donde haya presencia delictiva de narcopisos». La primera cita será un encuentro nacional que se celebrará en unos meses en Madrid. Van a por todas. Y luchan «a todo trapo».