El profesor del Colegio Valdeluz será juzgado por abusar de quince niñas

La defensa del supuesto agresor alegó en su recurso la inexistencia de indicios racionales de criminalidad en el profesor , al afirmar que con las pruebas practicadas no es posible concluir que el procesado sea responsable de la realización de ninguno de los distintos actos de abusos sexuales a las menores que eran sus alumnas, por los que se le procesa.

No obstante, los magistrados consideran que es «incontrovertible» que existen «méritos bastantes para imputar los hechos reseñados», pues «constan las denuncias de cada una de las quince víctimas» de los presuntos abusos sexuales, «todas ellas mantenidas invariablemente por las mismas en sus sucesivas declaraciones en sede judicial».

A ello se debe añadir, continúa el texto, los informes periciales psicológicos expresivos en sus conclusiones de la verosimilitud de las denuncias y del sufrimiento por las denunciantes de «secuelas psicológicas compatibles con el padecimiento de abusos sexuales durante su infancia».

Los jueces precisan que dichos informes concluyen la credibilidad del testimonio de una niña , califican otro testimonio de compatible con una experiencia de abuso sexual a manos del acusado, reputan altamente creíble un tercer caso y señalan la consistencia de otros dos relatos de jóvenes . Y aunque apunta que es cierto que otros dictámenes periciales cuestionan algunas de las restantes denuncias de las menores, ello «no resta validez indiciaria a los anteriores supuestos», más aun cuando todavía faltan por completar informes de otras chicas.

Por todo ello, destaca el texto, «es obvia la existencia de indicios, que no pruebas ni certezas no exigibles en este momento procesal, que justifican el procesamiento acordado». Andrés D.D. negó de nuevo el pasado 11 de febrero ante el juez haber cometido esos abusos, se ratificó en su inocencia y aseguró desconocer los motivos que llevan a las menores a señalarle, pues su relación con las alumnas era «cordial» y «correcta» y no cree que existiera una especial animadversión de las chicas hacia él.

Sin embargo, conjeturó como posible razón de las denuncias una especie de «venganza» hacia su mujer , directora de la academia de música Melodía Siglo XXI -donde él también daba clase y donde podría haber abusado de algunas alumnas-, porque tenía fama de ser «muy dura».

También dijo que podrían deberse al «afán de protagonismo» de alguna de las menores y al «efecto dominó» provocado en las demás. Entre las denunciantes hay menores de edad que sufrieron abusos en los últimos años y jóvenes de hasta 24 años que los padecieron cuando eran niñas.

El profesor, único acusado del caso y detenido el 11 de febrero de 2014, estuvo dos meses en prisión preventiva, pero el juez decretó posteriormente su libertad condicional, con obligación de comparecer en el juzgado los días 6 y 20 de cada mes, la retirada del pasaporte y la prohibición de acercarse al centro educativo.