Cifuentes: «Ni mi currículum ni mis notas han sido falseadas ni falsificadas»

La presidenta Cifuentes ha decidido que la mejor defensa es un buen ataque . Y por eso ha comenzado su intervención ante el pleno de la Asamblea sin hablar del máster supuestamente falsificado . De hecho, ha dedicado un tercio de su intervención a recordar que su comparecencia es un «acto excepcional» no recogido en los órganos de la Asamblea -que no contempla comparecencias del presidente regional- y que supone por ello «un fraude de ley» . Y a señalar que hay un intento de linchamiento contra ella .

Ha recordado también que se la ha hecho declarar en la comisión de corrupción de la Asamblea por unos hechos en los que la Justicia no le reclama nada, y en el Congreso de los Diputados por las palabras acusatorias del imputado Francisco Granados . Todo, ha dicho, por su política de tolerancia cero contra la corrupción, identificando estos ataques contra ella con operaciones de acoso y derribo que apuntan contra ella y que pretenden desestabilizar su gobierno en la Comunidad de Madrid.

Los portavoces de PSOE, Ángel Gabilondo , y Podemos, Lorena Ruiz-Huerta , han sido los encargados de justificar la comparecencia, aludiendo a las dudas planteadas sobre el máster cursado por Cristina Cifuentes en la Universidad Rey Juan Carlos . La situación es «singularmente grave y urgente», ha dicho Gabilondo, quien ha insistido en la necesidad de explicarse de la presidenta, o de lo contrario «dejará en una situación insostenible a su gobierno». La sombra de la moción de censura sobrevolaba el pleno de la Asamblea.

Pero la presidenta Cifuentes ha repetido las explicaciones y ha vuelto a enseñar los documentos que ya aportó en su día, el 21 de marzo, tras conocerse la noticia de las supuestas falsificaciones de notas. Ha añadido, según su comparecencia, uno nuevo: una carta del catedrático Chico de la Cámara al rector aclarándole que lo único que se produjo fue un error de transcripción que afectó no sólo a Cifuentes sino también en otros casos.

También ha leído correos electrónicos de distintos profesores de varias universidades en los que se señala el mismo problema: casos de notas que aparecían incorrectamente como no presentadas y solicitando la reparación de esos errores. Y ha presentado un certificado académico personal oficial emitido por el vicerrectorado de posgrado de la Universidad Rey Juan Carlos, en papel timbrado y con sello oficial, en que se recogen 12 asignaturas y el Trabajo Fin de Máster.

Ha asegurado la presidenta que ya ha presentado la querella criminal contra las dos personas- la periodista que firmaba las informaciones y el director del medio en que se publicó- y va a presentar otra en defensa de su derecho al honor . «Fíjense si estoy tranquila, que este asunto lo he puesto en manos de la Justicia», ha concluido.

El portavoz de Ciudadanos , Ignacio Aguado , no se ha sentido convencido con las explicaciones de la presidenta, y de hecho ha vuelto a realizarle preguntas sobre su inasisatencia a las clases, los pagos de tasas posteriores a la aprobación supuesta del máster, o las dudas sobre las firmas. Ha finalizado solicitando una comisión de investigación específica sobre el tema para que se aclare todo, algo que no ha terminado de gustar al PSOE, que ven en ello un nuevo paso atrás del partido naranja, tibio ante la posibilidad de una moción de censura.

Moción que apoyan sin fisuras en Podemos: su portavoz Lorena Ruiz-Huerta está de acuerdo en crear una comisíon de investigación, pero le recuerda a Aguado que «no hace falta que la sigamos manteniendo como presidenta». La ha acusado de mentir «con todos los dientes», y se ha preguntado cómo van a creerla los ciudadanos sobre su actuación en el contrato de la cafetería de la Asamblea , o en los casos de presunta financiación irregular de su partido y en otros. «Usted ha perdido toda la credibilidad. Su carrera política ha terminado». Por eso ha concluido pidiendo a Cifuentes que «dimita».

Ángel Gabilondo (PSOE), tras escuchar a la presidenta, ha asegurado que «no ha despejado las dudas razonables» sobre el caso, por lo que «la confianza de los madrileños se ve seriamente afectada» .