El doble reto de la izquierda en la Asamblea de Madrid: apagar a Ayuso y pugnar por liderar la oposición
Más Madrid quiere consolidar su primer puesto, el PSOE recuperar la iniciativa y UP busca su lugar tras la marcha de Iglesias
Mónica García (MM), a la izquierda, y Hana Jalloul (PSOE), en la Asamblea madrileña
En unos días, el verano será para casi todos un recuerdo: la vuelta a las clases y a los trabajos anticipa otra vuelta que también se va a producir en la semana que entra :la de la batalla política. Tres partidos de izquierda pugnarán ... en la Asamblea de Madrid por descabalgar a la presidenta Isabel Díaz Ayuso del trono en el que la sentaron 1.631.608 madrileños (el 44,76 por ciento de los votos válidos emitidos). Pero a esa lucha se unirá otra, más soterrada quizá: la que enfrentará a las dos principales formaciones de izquierda, Más Madrid y PSOE , por hacerse con el título de líder de la oposición.
En el que sin duda es su momento más fuerte, Díaz Ayuso encara una legislatura exprés que acabará en dos años:en mayo de 2023 volverá a haber elecciones. En ese tiempo, tendrá que convencer para mantener muchos de esos votos prestados que ella misma reconoce que consiguió el 4-M. Frente a ella, para impedírselo, estarán Mónica García (Más Madrid), Hana Jalloul (PSOE) y Carolina Alonso (Unidas Podemos). El patio de operaciones de esas batallas será la Asamblea madrileña, aunque esta vez sin debate sobre el estado de la región, ya que al haber habido elecciones este año, no se celebra.
Halloul se ha pasado todo el mes de agosto en Madrid, visitando municipios y escuchando:«Hemos perdido escaños, y es importante que nos vean; hay que estar». Contra Ayuso, prepara una batería de exigencias: desde iniciativas para mejorar la Sanidad a «la financiación correcta de los ayuntamientos para que puedan realizar sus funciones».
Jornadas en septiembre
También adelanta que levantará la bandera verde, con el abordaje de temas medioambientales. Y tiene previsto organizar, en las tres primeras semanas de septiembre, otras tantas jornadas específicas como la que ya celebraron en julio sobre las residencias, pero esta vez «sobre materias como la transición a la red digital o sobre regeneración democrática».
Carolina Alonso (UP) y su equipo, en la investidura de Díaz Ayuso
Entre las iniciativas que quiere llevar a la Asamblea Hana Jalloul en el nuevo curso, está la «creación de becas para estudiantes excelentes con bajos recursos, para que puedan opositar a puestos de altos funcionarios». Y pedirán acciones para acabar con las listas de espera en tratamientos infantiles especializados: « Centenares de niños no tienen asignado psicólogo en casos de abuso sexual infantil», denuncia. Un plan de prevención del suicidio y la puesta en marcha de un teléfono de atención a personas en riesgo serán otras de sus propuestas.
La líder de UP pide a las otras fuerzas una reflexión tras el 4-M: «Estamos para ser alternativa, no para apalancarnos en el sillón»
La líder de Más Madrid, Mónica García, dibuja nítidamente su objetivo: «Que la Comunidad no tenga otra legislatura fallida» . García ha sabido compaginar el descanso agosteño con una serie de apariciones en momentos precisos, siempre en tono muy crítico con la gestión del PP en la región. Más allá de su denuncia perpetua del deterioro de los servicios públicos, como la Sanidad, en plena pandemia, ahora que ésta parece que empieza a remitir, Más Madrid abona ya otros campos para sus críticas: «Intentaremos ser el freno ante esta depredación».
Vigilar los fondos europeos
Mónica García se agarra al clavo de las palabras de la propia Ayuso en agosto, cuando dijo que la Atención Primaria y la Educación eran «un desastre» –luego matizó que se refería a lo que pasaba en todo el país–: «Ella misma lo ha reconocido. Y según un informe de la OCDE, somos campeones en segregación y desigualdad: la segunda región que más segregados tiene a los alumnos.
Además, Más Madrid tiene intención de «vigilar muy estrechamente la llegada y cómo se gastan los fondos europeos . Que no se vuelvan a invertir en ladrillo y pelotazo, prque eso no sacará las castañas del fuego a Madrid en el futuro;nos preocupa esa mirada corta del PP». Como alternativa, proponen apostar por «industria, I+D+i o transición ecológica como pilar en el que ahondar».
En el caso de Unidas Podemos, más ausente este verano en Madrid, su nueva líder en la Asamblea, Carolina Alonso –tras la marcha de Pablo Iglesias e Isa Serra– no se rinde a dar la batalla, pese a ser el grupo minoritario en la región:«No vamos a permitir que las malas decisiones que luego paga la gente le salgan gratis a Ayuso».
En mes y medio, Telemadrid y Cantó
Ante lo atípico de una legislatura reducida a la mitad, defiende que «no podemos bajar la guardia: en apenas un mes y medio Ayuso ha aprobado una ley para controlar Telemadrid, ha anunciado que van a derogar las leyes LGTBI y le ha montado un chiringuito a Toni Cantó como pago por los servicios prestados. Si la desfachatez fuera disciplina olímpica, se habría llevado el oro», ironiza.
Alonso no elude el debate sobre el batacazo electoral de la izquierda el 4-M, en comparación con los resultados de la presidenta: ella sola acumula más votos y escaños que las tres fuerzas de oposición juntas. Aunque en el caso concreto de UP subieron en escaños –de 7 a 10: el tirón de Pablo Iglesias se tradujo en 82.640 votos más –, Carolina Alonso pide autocrítica: «al menos en nuestra fuerza, a pesar de obtener mejores resultados, la hemos hecho y renovado la portavocía. Me hubiera gustado que en otras fuerzas se llevara a cabo una reflexión y en consecuencia una renovación, porque aquí estamos para dar una alternativa creíble a los madrileños, no para apalancarnos en el sillón».
Sus andanadas este curso se van a dirigir a tres cuestiones: recursos suficientes para los servicios públicos, porque «son nuestra red de salvación cuando vienen mal dadas» y el PP«lleva 26 años desmantelando la Sanidad y la Educación públicas y Ayuso directamente le ha declarado la guerra a los servicios públicos».
UP se autoproclama como «la única fuerza que ha demostrado que no le tiembla el pulso cuando se tiene que enfrentar a la corrupción». Y también pelearán por sacar adelante iniciativas para «bajar los precios de la vivienda en Madrid y detener esta regresión de derechos y libertades a la que nos están llevando el PP y VOX».
Liderar la oposición
Las tres fuerzas de la izquierda coinciden en algo: en la crítica a la política de confrontación de Ayuso con Pedro Sánchez. Pero el enfoque es diferente. Para Carolina Alonso (UP), lo hace para «medrar dentro del PP y quitarle el puesto a Casado ». Mónica García (MM) cree que le ha funcionado bien pero entiende que entiende que sólo ha servido para «hacer de la política un barro del que no se salva nadie, deslegitima la política así», un modelo del que asegura que ella piensa alejarse.
Halloul (PSOE) está convencida, sin embargo, de que «la crispación no funciona en política. Le ha favorecido la pandemia, pero es un voto que puede cambiar en cualquier momento. A Ayuso hay que recordarle que su trabajo está en Madrid, y no crispando al Gobierno central».
Pero más allá del enfrentamiento con Ayuso, la otra gran batalla en la izquierda se dará por el liderazgo de la oposición. Más Madrid superó al PSOE por 6.593 votos, lo que convierte a su líder, Mónica García, en jefa de la oposición; de hecho, ya se sienta en el sillón frente a la presidenta en la Cámara madrileña.
Pero la socialista Hana Jalloul no está dispuesta a ceder la posición que lleva ocupando su partido durante décadas por un resultado tan ajustado. De hecho, aclara a ABC que «nosotros tenemos claro que somos la alternativa de Gobierno». Con todo el respeto hacia sus compañeras de la oposición, con las que «tendremos que consensuar muchas medidas», no piensa renunciar porque «es lo que nuestros votantes nos han pedido». Reconoce «el mérito a Más Madrid de que estén donde están, pero eso no implica que no vayamos a trabajar al cien por cien».
Gestora en el PSOE
Mónica García prefiere no entrar en esa polémica: «No nos movemos en el marco de la competencia, sino en el de trabajar». Pero tiene de su lado que «nos ha funcionado centrarnos en nuestro trabajo», y por eso piensa seguir así: «Pegados al terreno» y «sin hablar de cosas abstractas». Con el PSOE, «a veces coincidiremos y a veces no».
El PSOE, por otro lado, afronta su propio periodo de reorganización interna: una gestora dirige el partido en Madrid, a la espera del congreso de otoño que elegirá a la nueva cúpula. Con esa dirección, y Jalloul en la Asamblea, tendrá dos años por delante para recortar distancias con MM y con el PP. Y para convivir con Unidas Podemos, socio socialista en el Gobierno central. Un acicate o un lastre, ya se verá; de momento, Jalloul afirma que «allí funcionan de una manera y en Madrid tenemos nuestro propio criterio; habrá consensos y disensos con UP».
Algo en lo que coincide, punto por punto, con Carolina Alonso: «Una cosa es el gobierno de España y otra la Asamblea de Madrid». Critican al PSOE «decisiones en el gobierno de coalición que van en contra de los acuerdos firmados y en contra del interés general», como en la regulación del precio de los alquileres, o los «máximos históricos fruto del oligopolio eléctrico». Por eso, adelanta que «nos entenderemos con el PSOE siempre que ellos orienten su oposición a mejorar la vida de la gente de Madrid. No vamos a echar a Ayuso si blanqueamos su gestión o si hacemos las mismas propuestas que ella, como perdonar los impuestos a los más ricos», advierten, porque «entre la copia y el original, la gente se queda con el original». Algo que, confía, «el PSOE lo entendió con los resultados de las elecciones de mayo. Por eso me siento optimista y creo que podremos tener un buen entendimiento».