La alcaldesa de Móstoles se salta a la Policía Local y permite un macrobotellón

La regidora dio orden el pasado miércoles a los agentes de no impedir la celebración de un macrobotellón en el aparcamiento que hay en la calle Benito Pérez Galdós, junto al Parque Liana, donde se desarrolla el grueso de las fiestas patronales de la localidad. Sin embargo, los festejos comenzaron el pasado martes, día 11, con un dispositivo de seguridad especial, por orden municipal, para impedir que el espacio se convirtiera en un «botellódromo».

Desde hace unos años se ha «institucionalizado» el consumo etílico en masa en esta zona, donde se reúnen miles de jóvenes –y no tanto– de toda la región. «Es un foco de problemas porque no se puede controlar ni siquiera evitar que los menores beban. En caso de tener que intervenir allí, hay miles de botellas de cristal que, como ya ha ocurrido en alguna ocasión, terminan siendo arrojadas a los compañeros», informan fuentes policiales. Al lado del parque hay viviendas. En el aparcamiento, los vehículos ponen sus equipos de música a todo volumen.

Las críticas de los participantes del macrobotellón comenzaron a llegarle a la alcaldesa por redes sociales. Ésta cedió fácilmente a sus demandas. «Habéis cerrado el parking», le escribe un usuario. Posse responde: «Acabo de enterarme de esta decisión que obviamente yo no he tomado. Voy a intentar solucionarlo». Al día siguiente, otra persona le insta a permitir el botellón el fin de semana: «Creo que después de lo que ha pasado hoy, el caos de policías persiguiendo a jóvenes, qué mínimo que dejarnos volver al parking este finde, ¿no crees?». Posse le contesta: «Se abre esta noche» [por el miércoles].

La sucesora de David Lucas , también concejal de Festejos, conminó a la policía retirarse. «Desde hace unos años se ha intentado concentrar en esa zona el consumo de alcohol.Al principio de las fiestas se intentó dispersarlo. Luego se pudo comprobar que daba lo mismo porque la gente continuaba bebiendo y se volvió a permitir de nuevo», justificaron fuentes municipales ante una práctica prohibida por ley desde 2002.