Subir las escaleras, meter la llave en la puerta y entrar en su casa que puede pagar ha sido la salvación de Regla, con 62 años y un hijo con leucemia. Todo gracias a él, Agustín Rubiales, más conocido como el constructor solidario. Agustín lleva ... años ofreciendo viviendas a precios asequibles a personas sin hogar, como a José María, que vivió siete años en un coche hasta que su vida se cruzó con la de Agustín. David lleva toda la vida montando andamios hasta que se quedó sin trabajo. Le desahuciaron junto a su mujer, sus tres hijos y un nieto. Son muchas las historias con final feliz y también muchas las personas que cada día acuden a su oficina en busca de ayuda.-Redacción-
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