El hombre fuerte de Puigdemont programó reuniones «mensuales» con la entidad que selló el fin de ETA
Alay involucró a Otegi en sus contactos en Suiza, lugar que eligieron por ser «diplomáticamente neutral» para su «proyecto»
El PSOE rinde cuentas a Junts lejos de España y tutelado por extranjeros
Anomalía impropia, vergüenza ajena
Josep Lluis Alay en la Audiencia Nacional
El historiador Josep Lluís Alay, jefe de la oficina del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, programó en 2019 encuentros «mensuales» del independentismo catalán en Suiza con representantes del Centro Henri Dunant, la fundación privada que selló el final de ETA durante la legislatura de ... Rodríguez Zapatero.
Así lo revela un informe de la Guardia Civil aportado a la investigación contra la plataforma Tsunami Democràtic por terrorismo que deja al descubierto esta pata de la «internacionalización» del 'procés'.
El informe parte de la denominada 'cumbre independentista' que se celebró en agosto de 2019 en Ginebra y que reunió a Carles Puigdemont por Junts y a Marta Rovira por ERC así como a representantes de las CUP y de las entidades ANC y Òminum, con la participación asimismo del líder de EH Bildu Arnaldo Otegi. Él ya había asistido a encuentros previos, pues consta un mensaje suyo a Alay del 12 de septiembre de 2018: «Creo que el esfuerzo que podemos hacer en Suiza puede dar resultados a medio plazo».
Aquella cumbre, a la luz del informe, tenía una agenda paralela. El día 28 de agosto Alay anotó una «reunión previa» con Marta Rovira y Arnaldo Otegi en Ginebra. El apunte siguiente explica para qué: «29 agosto: reunión mensual HD internacional con Bildu, ERC y CUP». En su calendario se resumía con el aviso «Ginebra reunión HD».
«Posiblemente las iniciales 'HD' se correspondan con el Centro para el Diálogo Humanitario Henri Dunant», dice la Guardia Civil, para recordar que ya consta rastro en la prensa de aquella época de contactos entre Puigdemont y esta fundación privada dedicada a la mediación en conflictos.
Los indicios de esos contactos no están sólo en la agenda de Alay. Participaba en varios grupos de chat entre los que consta uno en la aplicación encriptada Threema, con una usuaria que la Guardia Civil identifica como Marta Rovira. Días después de ese encuentro de agosto, anotado como «mensual», ella le pregunta «dónde quieren reunirse en Suiza» y él refiere la misma sala «donde fue a final de julio».
«La Juditta de HD»
Consta recuperada por los investigadores otra interacción, del 10 de octubre. Rovira comenta a Alay que «la Juditta de HD le ha dicho que James quiere hablar con ellos dos con un poco de prisa para hablar de 'el proyecto'» y que cree que Gorka de la 'parte vasca' no lo sabe». Los agentes apuntan que «muy posiblemente están hablando de Judyta Wasowska, directora regional de Latinoamérica del Centre for Human Dialogue Henri Dunant».
No es la única charla con alusiones. Rovira y Alay participan en dos grupos de chat en los que también se habla del «Centro HD». En uno de ellos están otros de los investigados ahora por su relación con Tsunami Democràtic, como el ex secretario general de ERC Xavier Vendrell.
En julio de 2020, Rovira deja un mensaje: «Compañeros, los de HD dicen que es mejor una quedada presencial y con el plan de trabajo. Proponen a finales de agosto. Si hay Mesa, antes, que les avisemos», dice, en lo que parece una referencia a la mesa de diálogo sobre Cataluña pactada la pasada legislatura con Pedro Sánchez. Alay replica: «Yo creo que deberíamos pedir a HD un día que nos vaya bien a todos y a ellos. Esta semana propusimos 23 y 25 y ellos no podían. Solo el 24».
En otra charla posterior entre Alay y Rovira él le traslada que no le parece «hacer una próxima reunión presencial HD en Perpiñán o cerca» porque «estas reuniones desde el primer día del año 2019 siempre se han basado en mantener el espacio físico de reunión a un país diplomáticamente neutral y discreto que es Suiza». «No podemos perder de ninguna manera este escenario de protección diplomática», le dice, para subrayar que él «ni se lo propondría». «Para mi es como degradar un poco el espacio», explica a Rovira, y añade: «no querría quemar el canal suizo antes de tiempo».
«Roland» y Suiza
Ese canal iba más allá de los contactos con HD, a la luz de los mensajes que mantenían con el usuario de la aplicación 'Roland S' cuya verdadera identidad, según los investigadores, «muy posiblemente se corresponda con la de Roland Salvisberg, ayudante jefe de políticas de paz, del Departamento de Asuntos Exteriores, Directorio de Asuntos Políticos (DP IV), del Estado Suizo».
El día 19 de diciembre del 2018, Alay le pregunta si «hay alguna evolución relacionada» con lo que define como «campo de interés común en su departamento» y si «será posible continuar las reuniones en el futuro». Le informa de que al día siguiente va a viajar con Puigdemont a Ginebra.
«La buena noticia es que todavía no tenemos luz roja para continuar nuestro intercambio en el mismo formato que la última vez -le responde el alto cargo del Gobierno de Suiza- Todavía puedo unirme a una reunión celebrada por ustedes tres. También podría hacer aportes concretos como se discutió la última vez (papel de las ONG especializadas y acordar áreas de interés para capacitación futura)», sugiere.
«Suiza se ofreció a ayudar en vuestro tema»
Añade que aún no ha discutido el tema «con el secretario de estado a cargo (Mr. Balzaretti)». «Esto está programado para seguir en enero (o más tarde en febrero). Si no se opone, pondré este mensaje en el chat grupal para que todos estén en la misma página», añade.
«Los mensajes que se exponen parecen estar motivados por un interés político o institucional con los representantes suizos», dice la Guardia Civil, que sitúa el origen de la relación entre el hombre fuerte de Puigdemont y este alto cargo en 2018 por una nota en su móvil «sobre las reuniones mantenidas con los dos secretarios de estado Suizo en lo que parece ser una búsqueda de apoyos institucionales a la causa catalana».
Esa anotación encontrada en el móvil de Alay arranca con un «bon día Josep» y resume lo que parece haber trasladado Roland a quien lo redacta, que no está identificado y que acaba rogando al destinatario que destruya el texto una vez lo haya leído.
La última frase de la anotación dice: «por cierto, que en la última cumbre de ONU, Suiza se ofreció a ayudar a España en vuestro tema, con respuesta negativa de España. Esto es confidencial, pero creo que el 27 deberíais preguntarle sobre ello a Roland»