Históricos del PSOE y la oposición piden no depender de Puigdemont
El Gobierno confía en que Junts termine apoyando la investidura de Pedro Sánchez después del 23J
El histórico del socialismo vasco Nicolás Redondo Terreros ha señalado que «es imposible cualquier negociación sobre cualquier cuestión con una persona que ha huido de la Justicia»
Madrid
Con Puigdemont, no. Es el mensaje en el que de manera creciente comienzan a coincidir distintos sectores políticos en nuestro país, ante la eventualidad de que Pedro Sánchez logre su segunda investidura con el apoyo de quienes han sido sus aliados la última ... legislatura (incluido el socio de coalición, que en esta ocasión será Sumar, la formación de Yolanda Díaz) añadiendo, en esta ocasión, a Junts per Catalunya, la formación del expresidente catalán, que permanece fugado de la Justicia.
La única opción aritmética, que con toda seguridad dejaría fuera de la ecuación de la gobernabilidad a Junts, es una hoy improbable entente entre las dos grandes formaciones, el Partido Popular (PP) y el PSOE, que el pasado domingo volvieron a acaparar más del 60% del voto, algo que llevaba muchos años sin ocurrir, tras la irrupción en 2014 de la «nueva política» que fragmentó como nunca antes el escenario español.
Y a eso ha apelado este miércoles el colectivo de veteranos dirigentes del PSOE Francisco Giner de los Ríos, y en su nombre el ex secretario general del PSE, Nicolás Redondo Terreros, quien en una rueda de prensa convocada en Madrid ha señalado que «es imposible cualquier negociación sobre cualquier cuestión con una persona que ha huido de la Justicia española. Punto». Redondo, al que han acompañado otros miembros de ese colectivo, muy activo en los últimos meses, ha afirmado que los españoles han votado para que un partido «extremo» como Vox no esté en el Gobierno —algo por lo que mostró su satisfacción—, pero también para que la gobernabilidad no dependa de «un prófugo con una sentencia ratificada». Y señalando directamente a su partido, el hijo del histórico líder de la UGT, Nicolás Redondo Urbieta, fallecido recientemente, ha reflexionado que «terminas perdiendo tu legitimidad a oponerte al protagonismo de Vox, si tú recurres al apoyo de Puigdemont».
Perspectiva europea
El que fuera líder de los socialistas vascos y miembro de la Ejecutiva Federal del partido hasta el año 2001, cuando abandonó la política activa, ha dicho coincidir con algunos exdirigentes del PP que se han manifestado igualmente a favor de un amplio acuerdo entre socialistas y populares. Por ejemplo, el que fuera secretario de Estado de Cultura en el Gobierno de Mariano Rajoy, José María Lasalle, quien en un artículo en 'La Vanguardia' publicado esta misma semana abogó por ideas parecidas sobre un acuerdo entre Sánchez y Feijóo, pero dándole una perspectiva europea. «España debe demostrar con hechos que somos un activo de estabilidad para Europa de cara a las elecciones europeas de 2024», sostenía Lasalle en el mencionado artículo, donde incluso especulaba con la posibilidad de que ese acuerdo terminase con Sánchez como nuevo presidente de la Comisión Europea el año que viene.
El estilo de Yolanda Díaz: la Barbie de la política
Inés TableLa líder de Sumar tuvo en campaña unos cuantos resbalones que no estaban a la altura de los looks de la anterior legislatura
Redondo ha mostrado su «aprecio» por Lasalle a pesar de las «diferencias» y ha establecido que «a mí me unen muchas más cosas a Lasalle que a Puigdemont». A lo que ha añadido que si el jefe del Ejecutivo y el líder de la oposición llegaran a algún tipo de acuerdo —que no tendría por qué ser de coalición, precisó— «tanto Feijóo como Sánchez serían una referencia europea e internacional. No tengan ninguna duda. En sentido contrario, si no se ponen de acuerdo, pues empezarán a pensar, en el resto de Europa que somos un país diferente», ha sentenciado.
También desde la oposición política —en un día hoy de muchas declaraciones en el Congreso de los Diputados, donde se ha reunido por última vez la Diputación Permanente— se ha abierto la puerta a un acuerdo que saque a Puigdemont de la gobernabilidad. Hasta el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, ha señalado que su formación no sería «un obstáculo» si el PP logra convencer, dijo, «al PSOE bueno», aludiendo a que algunos diputados socialistas pudieran saltarse la disciplina de voto de su grupo, algo que en su día alentó también la exlíder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, al inicio de la legislatura que ahora termina.
No ha tardado el Gobierno, por boca del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, en despreciar en términos rotundos esa posibilidad. Entre risas, ha afirmado que lo ve «completamente imposible», y ha añadido que «el PP, para esconder su fracaso, está entreteniéndose en fingir que el señor Feijóo puede tener una investidura, y en fin, a las pruebas me remito, que algunos partidos le cierran la puerta», ha señalado en referencia a la negativa dada por el PNV al líder de los populares.
Lejos de explorar cualquier acuerdo con el primer partido de la oposición, y la formación, el PP, que ha obtenido mayor representación en el Congreso y en el Senado, en el caso de la Cámara Alta además con mayoría absoluta, Moncloa y Ferraz trabajan con optimismo para que Sánchez pueda revalidar su mandato. Fuentes del Gobierno trasladan su convencimiento de que Junts no puede arriesgarse a una repetición electoral, después del mal resultado cosechado en las provincias catalanas el pasado domingo, donde perdió 200.000 votos y apenas pudo mantener siete escaños, los mismos que ERC. Con un resultado, además, en el que el PSC volvió a arrasar, como hizo el 28 de mayo en las municipales, obteniendo 19 diputados, más que los independentistas juntos.
La tesis es clara, Puigdemont y los suyos tienen que entender que el viento en Cataluña ha cambiado y ahora hay una hegemonía clara de los socialistas catalanes de Salvador Illa, quien también ganó las elecciones autonómicas en 2021, si bien no pudo evitar una mayoría de los separatistas para el Govern que preside Pere Aragonès. «Junts tiene muy complicado no hacer algo que abra camino al Gobierno progresista», sintetiza un alto cargo socialista, muy próximo a Sánchez.
El mismo que asegura que la negociación de la investidura comenzará con ERC y Bildu y, por supuesto, con el PNV, al que califica de «socio leal». Los socialistas y los peneuvistas gobiernan juntos en el País Vasco y también han renovado una alianza institucional después de las municipales, singularmente en Vitoria.
En definitiva, crecen las voces que piden a Sánchez que no dependa de Puigdemont, pero éste las ignora. De momento, lo primero es negociar la Mesa del Congreso, que se constituye el 17 de agosto, y en la que bien podría el PSOE hacer hueco a varios de sus socios nacionalistas.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete