El próximo Gobierno balear dejará de exigir el catalán a los sanitarios

Durante una hora y diez minutos, la futura presidenta del Govern balear desgranó su programa de gobierno, destacando su primer objetivo cumplido de formar un ejecutivo «en solitario y estable». Prohens es la única lideresa del PP que lo consigue -quitado de la madrileña Isabel Díaz Ayuso, que tiene mayoría absoluta-, gracias a unas negociaciones discretas y alejadas del ruido extremeño o la celeridad valenciana.

El PP balear gobernará con el apoyo externo de Vox en virtud de un acuerdo programático que incluye 110 medidas consensuadas. A cambio, el partido de Santiago Abascal preside la Cámara balear y entrará en los Consells de Mallorca y Menorca.

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Vestida de blanco –color fetiche durante la campaña electoral del 28M-, la ya casi presidenta de Baleares (será investida el próximo jueves por mayoría simple con la abstención de Vox) anunció una contundente reforma fiscal para «aliviar» a las familias, la supresión del «injusto» impuesto de transmisiones y sucesiones de padres a hijos, la rebaja del IRPF, la eliminación del requisito del catalán a los sanitarios impuesto por Armengol la pasada legislatura y auditorías con «luces y taquígrafos» para poner orden en las listas de espera sanitarias.

«Vamos a dar apoyo a las personas y a los proyectos de vida en libertad. Vamos a generar las condiciones para un modelo sostenible económico, social y medioambiental, […] y vamos a gestionar eficientemente para tener unos servicios públicos de calidad en nuestras islas», detalló Prohens sobre los tres ejes de su gobierno.

Sin rehusar ningún tema sensible durante su intervención, se refirió a la «violencia contra las mujeres» y a la «violencia machista» después de las críticas por usar en su pacto con Vox el término «violencia intrafamiliar». Para que no haya dudas, dijo, su ejecutivo «no dará un paso atrás» en materia de igualdad y en la protección a la mujer.

Sobre la inmigración ilegal, también recogida en su programa sellado con Vox y algo muy criticado por los partidos de la izquierda, justificó que «querer una inmigración regulada nos hace menos humanos». Tampoco rehuyó del catalán. «Porque quitar el requisito a los médicos no nos hace enemigos de la lengua», sostuvo hablando todo su discurso en mallorquín.

La política balear recordó por momentos a su compañera de filas Ayuso: apeló a la libertad hasta en 14 ocasiones, animó a «defender con orgullo nuestras ideas» y a dejar de «enmarcarse en el marco de la izquierda». «Ya está bien de juzgar y de dejarnos juzgar», sentenció.

Desde que se alcanzó el pacto entre PP y Vox, el pasado miércoles, todos los partidos de izquierda han agitado la bandera de la «emergencia democrática». Incluso la presidenta saliente, la socialista Francina Armengol, ha repetido este calificativo en sus intervenciones, abonando su campaña para el Congreso de los Diputados el próximo 23-J. Visiblemente molesta, Prohens hizo un alto en su discurso para destacar «el valor democrático» de los comicios del 28-M.

«Parece que hemos robado el poder a alguien que lo tenía como parte de su patrimonio. Parece que la izquierda prefiere aferrarse a lo que la gente se ha equivocado al votarnos o que ha votado mal, como si hubiera sucedido un accidente o una anomalía democrática. Los ciudadanos del 28-M no se equivocaron», reivindicó la líder popular, que recalcó que en las pasadas elecciones autonómicas ganó «el cambio y la libertad».

Prohens avanzó que Baleares no aplicará la nueva Ley de Vivienda de Pedro Sánchez, a la que se refiere habitualmente como la «ley de acceso a tu vivienda», y creará un plan contra la ocupación ilegal para que sea considerada una infracción grave y se excluya a los ocupas de las ayudas públicas. Creará además un decreto de emergencia habitacional.

Su ejecutivo pondrá «la alfombra roja» a las inversiones; apoyará la industria turística, principal motor económico de Baleares, y levantará la moratoria de Armengol que impedía crear nuevas plazas turísticas. Además, luchará contra la oferta turística ilegal y el intrusismo.

En educación, fomentará la formación en valores, la cultura del esfuerzo y la excelencia. Pero «contando con los docentes y poniendo en valor su figura», subrayó como guiño a los docentes y sindicatos, algunos de los cuales ya han sacado las uñas por ser partidaria de garantizar el bilingüismo a las aulas, donde actualmente impera la inmersión lingüística en catalán. A los profesores les dejó caer que respetará todos los acuerdos sobre condiciones laborales y retribuciones pactados con el tripartito, tratando de apaciguarlos directamente a través del bolsillo.

Anunció que dejará la Lomloe sin aplicación en los centros educativos de las Islas y algo local pero muy novedoso, que llega de la mano de Vox, como es aplicar la zona escolar única en Palma, la cual está troceada actualmente en ocho zonas.

A las familias les prometió garantizar su libertad, comenzando por la libre elección de centro, una educación sin adoctrinamiento ideológico, sin imposiciones, libre elección de lengua en educación «siempre teniendo en cuenta las dos lenguas oficiales», con más recursos humanos y económicos. «Nadie puede robar a sus padres su derecho a elegir cómo quieren que sean educados sus hijos. Nadie tendría que tener miedo a la libertad», reivindicó con el aplauso de PP y también de Vox.

Prohens también levantará alfombras. Hará auditorías en sanidad y otra que afecta directamente a escándalo de las menores tuteladas por el Consell de Mallorca que fueron víctimas de explotación sexual. «Un intento de esconder uno de los episodios más negros», calificó la líder del PP apuntando a los políticos de izquierdas que bloquearon varias veces una auditoría externa y cerraron el caso sin ninguna dimisión durante la pasada legislatura. «Pondremos luz y taquígrafos para saber qué falló y para que nunca más vuelva a pasar», advirtió.

Tras el discurso de investidura de este lunes, el debate se reanudará mañana a las 11.30 horas con los discursos de los portavoces de los grupos parlamentarios. El último en hacerlo será el PP. Las intervenciones tendrán una duración de treinta minutos.

La votación se llevará a cabo a la hora fijada por la Presidencia. Si la persona candidata propuesta obtiene el voto afirmativo de la mayoría absoluta de los miembros de la cámara, se entenderá otorgada la confianza. Si no la obtuviera en la primera votación, como es previsible, se procederá a otra, pasadas cuarenta y ocho horas, y la confianza se entenderá otorgada si obtenía mayoría simple. Antes de proceder a esta votación, la candidata podrá intervenir durante un tiempo máximo de diez minutos, y los grupos parlamentarios durante cinco minutos cada uno para fijar su posición.

Si Marga Prohens obtiene la confianza de la cámara, la Presidencia del Parlamento lo comunicará al Rey dentro de las veinticuatro horas siguientes, a efectos del nombramiento como presidenta del Gobierno de Baleares.