Uno de cada tres tramos de peaje de la AP-9 sube más del 4% máximo estipulado por el Gobierno

Audasa respalda los precios afirmando que las subidas se deben a los redondeos oficiales y al hecho de que si un incremento es bajo no se computa de un año para otro pero para hacer de nuevo el cálculo anual sí se tiene en cuenta la cifra como si se hubiera aplicado. Esto, apuntan a Europa Press, es así tanto para la AP-9 como para el resto de autopistas. Se defienden afirmando que hay otros tramos que no han alcanzado el 4 %. Por otra parte, la AP-53 también tiene zonas en las que se supera el límite.

De esta manera, el tramo que más ha subido su precio es el Sigüeiro-Santiago, que pasa de costar 1,85 a 1,95 euros. Los otros que han aumentado los peajes en más de 5 puntos son: Ordes-Sigüeiro, Padrón-Caldas, Rande-Vigo, Ordes-Sigüeiro, Fene-Cabanas, Guísamo-Macenda y La Coruña-Macenda. Con respecto a los peajes que conectan las principales ciudades, pasarán a costar 7,45 el de La Coruña-Santiago (+3,47%); 6,4 el de Santiago-Pontevedra (+4,07%) y 4,3 el de Pontevedra-Vigo (+3,61%).

Estas tarifas llevan en funcionamiento desde el primer día del año. En un primer momento se calculaba que la subida de la AP-9 llegara al 9 % en base al IPC y al 1 % extra como compensación por la inversión realizada por la concesionaria para las obras en Rande. El dato supondría una subida histórica en los peajes gallegos, lo que llevó tanto a la Xunta como al Gobierno a tomar cartas en el asunto: el Gobierno gallego comenzó limitando la subida de las autopistas autonómicas al 7 %, y después el Consejo de Ministros la estableció en el 4 %, como mucho. Con todo, entre 2024 y 2026, salvo que el Gobierno vuelva a negociar, el 5,4 % que se ahorrarán este año se irá sumando a las subidas que correspondan a esos años.

La AP-9 es una de las vías más rentables de España: Audasa, en 2021, obtuvo unos beneficios de más de 50 millones de euros. El dinero ingresado por lo recaudado en peajes superó los 150 millones.