Proyecto Polaroid: una exposición recorriendo las instantáneas que marcaron una época

Ocho décadas después de aquel viaje familiar llegan a La Coruña —por primera vez en España— más de 300 obras de prestigiosos fotógrafos hechas con cámaras de esta marca. Las fotografías, tomadas por artistas como el icono pop Andy Warhol, el director de cine Denis Hopper o el histórico André Kertész, están escogidas, además, para ser el reflejo de la evolución del producto a lo largo de los años: desde los 40 hasta hoy en día. Además, la muestra está acompañada con decenas de modelos de cámaras, carretes, papel fotográfico y prototipos de la compañía.

Polaroid «reclutaba» a artistas de la relevancia de los anteriormente citados —y otros sin tanto renombre también— y les facilitaban todo el material que necesitaran para que experimentaran con él. A cambio, las fotos regresarían a la compañía. Estas 300 piezas son solo una centésima parte de las decenas de miles de instantáneas con las que se concluyó el Proyecto Polaroid. Constituyen un «recurso histórico inestimable«, explicó en la Fundación Barrié ayer Todd Brandow, director de Foundation for the Exhibition of Photography.

Para la comisaria, ex directora de Asuntos Culturales de Polaroid, esta muestra es «como una carta de amor. Se ve esta transición de la fotografía tradicional, de paisajes, a algo nuevo empleado como un medio artístico«. Con Polaroid »se hicieron cosas con la cámara que nunca antes se habían hecho«, y la exposición hace muestra de ello: por ejemplo, las fotografías de Peter Beard —en las que está retratado Mick Jagger— están 'decoradas' con tinta y sangre. El astronauta Charles Duke, uno de los primeros hombres en pisar la Luna en el proyecto Apolo, dejó sobre la grisácea tierra lunar una un retrato en Polaroid de su esposa e hijos. Si ningún extraterrestre la cogió, la imagen todavía sigue allí.

El Proyecto Polaroid era muy ambicioso. Recuerda Hitchcock —por cierto, el director con el que comparte apellido la comisaria está retratado por Philippe Hanlsman— de aquellos años de las décadas de los 60 y 70 que los artistas hacían cola para enseñar sus fotografías. La misión de la compañía era «demostrar que las Polaroid eran tan buenas o mejores que las cámaras profesionales». Fue una iniciativa «muy democrática», hasta un profesor de guardería había sido seleccionado para participar.

Cuando, a comienzos de este siglo, la empresa entró en bancarrota, la Polaroid Collection contaba con más de 60.000 instantáneas. La fotografía digital supuso una revolución todavía mayor que la que había protagonizado este papel mágico que permitía ver las fotos al momento, pero no es lo mismo, sostiene Brandow. «En China, por ejemplo, existe mucha nostalgia por la Polaroid«, cuenta, por parte de una juventud que, en realidad, nunca llegó a vivir aquella fiebre instantánea en primera persona. Dicen que las modas se repiten, y en la fotografía no iba a haber una excepción. Hitchcock todavía va más allá: »Para mucha gente las Polaroid nunca se fueron. Todavía tienen su lugar«.

Por lo pronto, en La Coruña se puede encontrar un rincón de memoria del icónico estilo fotográfico. La Fundación albergará la exposición hasta julio.