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Nadie lleva flores a la tumba de Asunta, la niña enterrada con su madre... y asesina

Patricia Abet

Santiago de Compostela

diez años del crimen

Hija y madre, víctima y victimaria, reposan en la misma lápida sin un nombre que las identifique. Sin flores en el cementerio, el altar de Asunta resiste en la cuneta de Teo donde la abandonaron, repleta diez años después de muñecas y mensajes de recuerdo

En una tumba sin nombre descansan Asunta Basterra y Rosario Porto. Madre e hija. Víctima y verdugo. Nadie se ha atrevido a imprimir sus identidades en la lápida para evitar actos vandálicos en el cementerio donde, desde la muerte de la abogada en ... diciembre de 2020, reposan los restos de una y las cenizas de la otra.

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