La Coruña sigue sin reciclar 22 años después de la creación de Nostián

«Es necesario y urgente que el Ayuntamiento saque ese pliego de condiciones cuanto antes para que una nueva empresa entre aquí y ponga esto a funcionar como debiera», indica Hadrián Canosa, presidente del comité de empresa. Canosa asevera que la planta necesita inversiones que los actuales propietarios no acometen. «La empresa se cae a cachos, está todo muy deteriorado», denuncia. El sindicalista de la CIG censura además que en los últimos años no se han cubierto las jubilaciones, por lo que falta personal para efectuar una correcta separación de los residuos sólidos urbanos.

El modelo de Nostián es diferente al impulsado por la Xunta en Sogama, basado en la incineración. Los coruñeses deben separar la materia orgánica en sus domicilios y el resto de la materia inerte se deposita en otro contenedor y posteriormente se separa en las instalaciones de Albada. La idea era poder reciclar más mediante la realización de compost, pero en los primeros años de funcionamiento se dieron cuenta de que el producto resultante tenía mala calidad y no era posible su comercialización. «Toda la materia orgánica, que ya supone por sí sola un 40% de los residuos que entran en la planta, va al vertedero y de la parte inorgánica hay un porcentaje muy alto que va al vertedero también», indica el presidente del comité. Canosa explica que las cintas funcionan de forma automatizada y por sí mismas logran recuperar una pequeña parte de los envases, pero necesitan de mano de obra para poder trabajar a pleno rendimiento. Con el metano que se produce con los restos orgánicos, la planta de Nostián sí logra producir electricidad.

En sus inicios, el proyecto de Nostián preveía que tan sólo un 34,42 % de los residuos fuesen a parar al vertedero. Pero el objetivo nunca se cumplió. Cuando el PPdeG accedió al gobierno local encargó una auditoría del funcionamiento de la planta. Entre los años 2000 y 2011 el porcentaje medio de basura que llegó a los depósitos fue superior al 85%, tan sólo se recicló un 15%. Las instalaciones contaban con tres vasos de vertidos a los que se les preveía una vida útil de 25 años, pero en apenas siete años estaba repletos. Ahora Albada manda la basura que no es capaz de tratar al vertedero de Grixalba, en Sobrado dos Monxes, propiedad de otra empresa.

Pero ni siquiera ha sellado dos de los vasos de vertido que tenía en Nostián pese a que varias sentencias del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia así lo ordenan. Los trabajadores denuncian que con las lluvias se producen filtraciones tóxicas de lixiviados. Las discrepancias surgieron sobre quién debe abonar la factura de la obra, de unos tres millones y medio de euros. La empresa pretende que sea el ayuntamiento quién corra con los gastos, el consistorio —que este año ha reservado unos 5,2 millones de euros para Albada, aunque el coste total dependerá de las toneladas de basura que lleguen a la planta— considera que debe ser la concesionaria. Las sentencias aún no son firmes y los vertederos siguen por el momento sin sellar, pese a que la Consellería de Medio Ambiente ya ha impuesto multas por valor de 80.000 euros a la empresa.

No ha sido el único enfrentamiento judicial del Ayuntamiento con Albada. Al caducar la concesión, la empresa se negó a tratar los residuos que le enviaban los ayuntamientos del área metropolitana agrupados en el Consorcio de As Mariñas. La compañía entendía que la prórroga del contrato no afectaba a estos ayuntamientos. El consistorio, en manos de la socialista Inés Rey, decidió intervenir la planta para mantener el servicio y Albada fue a los tribunales. Reclamó una indemnización de 3,1 millones. A principios de junio de 2022, el juzgado de lo contencioso administrativo número 4 de La Coruña dictó sentencia y consideró que la actuación del ayuntamiento había sido ilegal. Sin embargo, no entró a valorar la cantidad reclamada por la concesionaria. La sentencia tampoco es firme todavía.

Desde el grupo municipal del PPdeG manifiestan su «preocupación por el estado de una planta», que nunca cumplió el porcentaje de reciclaje prometido y a la que durante años se le ha estado pagando cada vez más por reciclar cada vez menos. Al igual que los trabajadores, exigen al concello que saque cuanto antes los pliegos de licitación para que una nueva compañía asuma la gestión de Nostián y el servicio empiece a ser de calidad. El Ayuntamiento declinó ayer contestar a ABC cuándo podría estar lista la licitación. El comité de Albada explica que la Marea Atlántica había dejado listo un borrador, pero el nuevo gobierno municipal decidió cambiarlo. Por el camino se han endurecido los porcentajes obligatorios de reciclaje que marca la Unión Europea y el total de rechazos en 2025 no podrá ser superior al 40%. Diez años después, la cifra debería quedar en el 10 %.