Vuelta a clases
Las universidades gallegas empiezan el curso: un intento de volver a la presencialidad para no hipotecar miles de futuros
Con todo, estarán presentes las clases por internet, en algunos casos mayoritarias y anunciada hace pocos días
Se instalarán salas para aislar a posibles contagiados y se reforzarán las medidas para garantizar la seguridad
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Volver a las clases medio año después de que se anunciase su cierre un jueves de marzo ante la descontrolada situación de la pandemia. Ese retorno, que se produce este lunes, se intentará vivamente para tratar que la mayor normalidad sea l a máxima durante el curso 2020-2021 por parte de las universidades gallegas (Universidade de Santiago de Compostela, Universidade da Coruña y Universidade de Vigo). Pero será con las limitaciones que ello conlleva y con anuncios sobre la semipresencialidad que primará en muchas facultades , entre críticas de unos alumnos que han mostrado su desacuerdo en determinados momentos de la pandemia con la gestión de la docencia en estos tiempos complicados.
Las tres universidades han publicado unos protocolos específicos sobre higiene y seguridad en sus centros. Cabe recordar que cada institución tiene decenas de instalaciones (facultades, bibliotecas, centros deportivos...) a las que atender, cada una con sus características particulares. Así, la USC, por ejemplo, repartirá una mascarilla higiénica reutilizable a cada alumno , y solo permitirá entrar que entren únicamente en su centro (por ejemplo, la biblioteca Concepción Arenal, frecuentada por alumnos de todas las carreras y también por otros como opositores, quedará durante la semana en exclusiva para los alumnos de sus centros de referencia). Cada centro cuenta con un responsable Covid, y la universidad recoge que cada docente o centro determina los días para acudir presencialmente o no. Tanto la USC como otros centros comparten una gran parte de medidas comunes, como la presencia de papel y desinfectante para limpiar zonas de uso, como puede ser un puesto en una clase que haya sido utilizado previamente por otra persona.
La UDC recuerda cuatro máximas a cumplir este curso: limitación de los contactos, medidas de prevención personal, gestión de casos y limpieza y ventilación. Recuerda también el uso preferente de las escaleras al especialmente cerrado espacio que suponen los ascensores. Otro punto que señalan desde la institución coruñesa: en los baños, «antes de la descarga de la cisterna, bajar la tapa para evitar la posible generación de aerosoles que puedan contener el virus».
En la UVigo destacó el anuncio de que someterá a todo su personal docente, administrativo y de servicios, unas 3.000 personas, a PCR de saliva para tratar de detectar posibles casos positivos de covid y, a partir del inicio del curso, efectuará 200 PCR aleatorios a personal y alumnado cada semana. El seguimiento de los contactos mediante códigos QR situados en cada aula también está presente así como el uso de «film» de plástico para colocar encima de teclados o ratones.
La USC, con campus en Santiago y Lugo, estableció tres escenarios diferentes: uno con presencialidad adaptada a las normativas de seguridad, uno mixto y otro que obligue únicamente a la docencia virtual. El rector, Antonio López, ya avanzó que en este curso convivirán los dos primeros escenarios . La norma general será la docencia presencial, aunque habrá casos en los que esta se combinará con una fórmula semipresencial o telemática cuando no se pueda cumplir la distancia de 1,5 metros.
Esta cuestión dependerá de las circunstancias de cada titulación y de cada centro que a su vez elaboraron sus propios planes de contingencia. También se recomendó fomentar fórmulas de evaluación continua. En el aspecto de la presencialidad se ha producido polémica, ante la tardía información en algunas facultades sobre la modalidad exacta y el porcentaje de presencialidad en cada grado. Muchos alumnos de carreras como Medicina protestaron ante la información recibida hace unos días de que principalmente sus clases serán online , lo que no justificaría pagar un alquiler en Santiago al tener que acudir a la ciudad solo unos pocos días al mes. En otras carreras el formato exacto se conoció incluso la semana pasada.
La UDC, con campus en La Coruña y Ferrol, priorizará la presencialidad en todos los centros, aunque el modelo será híbrido (expositiva virtual y prácticas presenciales) en función de los espacios y el número de estudiantes.
La UVigo, presente en la ciudad olívica, en Pontevedra y en Orense, también cuenta con distintos escenarios, con un protocolo adaptado a cada centro y la disponibilidad del «Campus Integra» para contar con modelos de docencia mixta y telemática. Cerca del 30 por ciento de los grados serían 100% presenciales, mientras que el resto recurrirán a modelos de semipresencialidad.
Es evidente que la posibilidad de que haya un caso es casi inevitable. Hay muchas medidas comunes y las universidades se han preparado. Ante la aparición de síntomas, las tres instituciones académicas recuerdan que no se puede ir a clase. Existen aulas de aislamiento si se produce alguna sospecha de caso en un centro. Si hay brotes, según la magnitud del mismo, remarcan en la USC, se podría llegar incluso a cerrar un centro. También se tomarán medidas en caso de brotes en las residencias o colegios mayores. Se trarará de contactar con los casos estrechos de esa persona.
La UVigo recuerda que si se es positivo por Covid-19 o contacto estrecho se debe comunicar por correo electrónico y según el número de casos se puede cerrar un aula o varias, un grado o un centro. En la UDC también recuerdan un elemento común en la época del Covid: las diferencias entre si se es positivo o si se es un contacto estrecho de un caso, con la notificación a la universidad lo antes posible de un positivo y los aislamientos precisos para tratar de contener la expansión vírica.
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