Hazte premium Hazte premium

Reunión Ministerio-Xunta

Transportes sigue sin concretar la llegada de los Avril y remite al verano

La ministra asegura que se hará «todo lo posible», pero sujeto a que Talgo realice a tiempo las pruebas técnicas

La Xunta propone llevar el cambio de ancho de vía hasta Santiago, con un intercambiador antes del ‘bypass’

Alberto Núñez Feijóo y Raquel Sánchez se saludan a pie de tren en Orense el 22 de noviembre EP
Pablo Pazos

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Hubo que preguntar específicamente a la ministra de Transportes para que dejara algo parecido a un compromiso concreto para la puesta en marcha de los trenes Avril, que al adaptarse a ancho de vía variable, limarán los tiempos de la alta velocidad en Galicia, una vez se extienda al resto de ciudades, más allá de Orense. Fue la forma de que Raquel Sánchez, durante la rueda de prensa que ofreció este viernes junto a Alberto Núñez Feijóo —dos horas más tarde de lo previsto—, concluida su reunión, apuntara que « intentaremos hacer todo lo posible, con el impulso de ambas administraciones, para que esos trenes puedan estar durante el verano ».

En su exposición inicial ante los medios, en el edificio Fontán de la Cidade da Cultura de Santiago, Sánchez se limitó a «confirmar que este año todas las capitales gallegas estarán 20 minutos más cerca de Orense gracias a los trenes de Avril». Sin embargo, Feijóo, que tomó la palabra a continuación, refirió que se había «avanzado» en concretar que « si Talgo cumple, podrían estar circulando en verano ».

La ministra se resistió a concretar demasiado al preguntársele sobre esa discordancia, y se mostró especialmente precavida. «Todos queremos», aseguró, «que lleguen lo antes posible». «Tenemos el compromiso de Talgo de que se pueda producir ese hecho durante el verano. Estamos haciendo todos los esfuerzos para que sea así», abundó. Para matizar a continuación: « Las pruebas de homologación requieren sus tiempos . Creo que todos coincidimos en que en las cuestiones de homologación y seguridad hay que emplear los tiempos que sean necesarios». « Hay que ser cautelosos con eso », insistió, «pero sería lo deseable», remató en alusión al período estival como marco de referencia.

«Junio, fantástico»

Lo que ocurre es que, con el AVE y su implantación en Galicia, llueve sobre mojado. De ahí que surjan recelos ante cualquier estimación de plazos, dado que se habla de un proyecto que acumuló un retraso de dos décadas. Por más que Feijóo insistiera ayer en mirar hacia adelante —«la clave no es preguntarse si ha podido llegar antes; es evidente que sí; lo importante, ahora que ha llegado, es qué hacemos para expandir el tren de alta velocidad »—, hay cuestiones que en San Caetano gustaría que estuvieran más perfiladas a estas alturas.

El presidente de la Xunta le recordó a la ministra que para hablar de un AVE gallego «con todas las letras, necesitamos los trenes Avril» , y en este sentido, la demanda pasa por un «compromiso firme» de que lleguen en verano. La ministra exhibió más prudencia que firmeza. Al hilo, apuntó Feijóo que «no es lo mismo junio que septiembre». « Para nosotros junio es un mes fantástico, porque empiezan a llegar, con el Año Santo más, millones de personas », incidió. De alguna manera resonó la vieja promesa de José Luis Ábalos de tener listo el AVE para el Xacobeo sin especificar en qué mes, cuando aún no se conocía, además, que el Vaticano concedía dos años. En todo caso, concedió Feijóo, tener como «horizonte» el verano es, «sin duda, una buena noticia».

Donde Xunta y ministerio apuntan a un tira y afloja es en la conversión del ancho de vía al internacional . Feijóo reveló que había propuesto a Sánchez « llevarlo hasta Santiago », como era la previsión inicial. Será en un grupo técnico donde se valore si «esto podemos hacerlo ya»; con un «intercambiador antes del bypass, donde los trenes e bifurcan hacia Pontevedra-Vigo y prosiguen hacia Santiago y La Coruña; o, por el contrario, de momento es mejor mantenerlo en Orense». Va por delante, añadió, que la Xunta opina que su propuesta «facilitaría la competitividad y la competencia con otros operadores privados». La ministra replicó que la alternativa de Orense «entendemos que es la mejor opción», pero no se cerró a discutirlo.

Por lo demás, la titular de Transportes afirmó que se sigue «adelante» con la variante de Cerdedo en Vigo y que «no se ha cuestionado en ningún momento». Y sobre las estaciones intermodales, aunque ella se limitó a indicar que «seguimos trabajando en Lugo y Orense», Feijóo relató que le había referido que « en este primer semestre de 2022, se podría licitar» la de Orense , lo que calificó de «buena noticia», porque «pasaríamos a ver un poco despejado» el capítulo de las intermodales pendientes.

La ministra presumió de que, en el último mes, ha crecido un 65% el uso del tren gracias a la llegada del AVE, frente a los niveles prepandemia. « Lo lógico hubiese sido que la ministra hubiese venido en AVE », no en avión, advirtió Feijóo con retranca; y que él haga lo propio cuando la reunión sea en Madrid. Así se acreditaría que es «competitivo de verdad». Esto, confió, «se va a producir pronto».

Punta Langosteira y pocas novedades más

Aunque pasaba de las 14.30 cuando comenzó a hablar, Raquel Sánchez no escatimó tiempo en dedicar el arranque de su discurso a proclamar que en el Gobierno central están «comprometidos con Galicia», que la Comunidad tiene para su gabinete una «relevancia especial» , y que «se están haciendo esfuerzos muy fuertes y consiguiendo resultados muy concretos». Su equipo de prensa destacó, de sus palabras, los 18 millones de euros de ahorro en peajes en la AP-9. Pero los anuncios fueron escasos: el mes que viene se licitará la conexión ferroviaria de Punta Langosteira , en La Coruña; este mes se someterá a información pública el tramo Foz-Burela de la A-74 (AMariña); y el año que viene se pondrá en servicio el tramo Melide-Palas de Rei de la A-54.

Feijóo, en su turno, fue contundente al advertir de que, en lo tocante a las autovías, «las obras van a un ritmo inasumible para Galicia» . Con seis vías sin finalizar, y obras, en algunos casos, iniciadas hace dos décadas, en la Xunta ya se ha asumido que toca priorizar, marcar al ministerio por dónde empezar a ponerse al día. En este paquete incluyó la autovía Lugo-Orense, anteponiendo la variante de Orense; la que une Lugo con Santiago, pendiente del tramo Arzúa-Melide; y Orense-Ponferrada, primando la variante de OBarco.

Sobre el tramo de la AP-9, de la que volvió a reclamar su transferencia a Galicia, entre Vigo y Porriño, la Xunta defendió convertirlo en autopista de peaje en la sombra y ahorrar 350 millones, en lugar de realizar obra nueva; ya metido en harina, aprovechó para rechazar que se imponga el método de coste por kilómetro, por lo que tendría de discriminatorio para Galicia, más allá de que «no sabemos si el Gobierno lo va a hacer», en alusión a cobrar por el uso de estas vías. Sánchez indicó que se está analizando un nuevo modelo, que se buscará que cuente con el «máximo consenso posible», incluido el de las comunidades autónomas afectadas. Sin dar pistas, dejó caer que se irá en la «línea» del conjunto de la Unión Europea.

Además, Feijóo arrancó a la ministra el compromiso de considerar como proyecto estratégico, en el apartado ferroviario, la salida sur de Vigo y la conexión con Portugal.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación