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Violencia Machista

Arranca el juicio contra el exnovio de Tatiana, la joven lucense cosida con 54 puñaladas

La Fiscalía subraya el brutal ensañamiento ejercido contra la joven. Se estima que murió dos horas después del ataque, perpetrado en el interior de su coche en un lugar apartado

El lugar donde ocurrió el crimen, precintado durante la investigación ELISEO TRIGO/EFE

ABC.ES

« Fue un ensañamiento terrible , porque Tatiana V. A. tenía multitud de puñaladas. No voy a decir el número exacto porque el análisis forense habla de unos números que no son exactos. Es un ensañamiento terrible en su muerte», sostuvo en abril de 2016, en los días posteriores al crimen, el delegado del Gobierno en Lugo. En ese momento, su expareja, I. N., había sido detenido por un delito de maltrato en el ámbito familiar denunciado por la familia de la fallecida, sin pruebas todavía para incriminarlo como responsable de la muerte violenta de la joven . Los parientes de la chica, de 24 años, habían denunciado con anterioridad los supuestos episodios de violencia machista cometidos por I. N., de origen senegalés, de 31 años en el momento de los hechos y sin residencia legal en España, pero Tatiana nunca había dado el paso de confirmar los presuntos malos tratos señalados por su familia .

Este martes comenzará en la Audiencia Provincial de Lugo el juicio contra I. N., que se enfrenta a una petición de 27 años y medio de cárcel por los delitos de violencia habitual en el ámbito familiar y asesinato por parte de la Fiscalía. La acusación pública argumenta su petición en un escrito escalofriante, en el que sí se ponen números al cruel ensañamiento del que fue víctima Tatina: hasta 54 incisiones repartidas por su cuerpo que no ocasionaron una muerte inmediata. «Debido a la multitud de cuchilladas recibidas y a las zonas que resultaron afectadas, la víctima no falleció en el acto, sino que permaneció sufriendo por las heridas causadas un tiempo próximo a las dos horas , hasta que se produjo la muerte en un momento cercano a las 6.20 horas», recoge el escrito de la Fiscalía, que con anterioridad sitúa la agresión en el entorno de las cuatro y media de la madrugada.

La Fiscalía expone que Tatiana y I. N. habían mantenido una relación sentimental que comenzó en 2009 y que contó con etapas de convivencia. Durante ese tiempo como pareja, relata, el procesado «hizo objeto a T. V. A. de menosprecios, vejaciones y agresiones físicas, con el fin de imponer su voluntad sobre la de ella, menoscabando gravemente la armonía de la pareja». A pesar de ello, prosigue, Tatiana «no quiso nunca denunciar los hechos, porque temía su venganza y sus reacciones violentas» .

En la noche de los hechos, la del 8 al 9 de abril de 2016, la víctima acudió hacia las 3.40 horas a la habitación de la pensión en la que temporalmente residía el acusado. Según el relato del Ministerio público, permanecieron allí alrededor de media hora. Hacia las 4.10 horas abandonaron el establecimiento y se subieron al coche del padre de Tatiana. Con ella al volante condujeron hasta la calle Fonte da Bica, en el barrio lucense de San Fiz, donde estacionaron. Ahí, sostiene el escrito de acusación, «en ese lugar despoblado, alejado de la presencia de cualquier persona, en hora próxima a las 4.35 de esa misma madrugada, el acusado, que había decidido acabar con la vida de T. aprovechando su superioridad física y el hecho de que nadie podría acudir en su defensa, la atacó cuando estaba dentro del coche , utilizando un cuchillo o arma blanca similar, con una hoja de al menos 11 centímetros de longitud, que clavó en su cuerpo repetidamente, hasta en 54 ocasiones, provocándole múltiples heridas inciso-contusas, sabiendo que de este modo aumentaría el sufrimiento de la víctima hasta que se produjera su muerte, que también buscaba».

La Fiscalía solicita la prohibición de comunicación o acercamiento del procesado a la familia de Tatiana por 35 años así como una indemnización de 90.000 euros en el caso del padre, 90.000 euros para la madre y 35.000 para el hermano. Dada la condición de irregularidad administrativa del acusado, demanda que, una vez cumplidas las dos terceras partes de la condena, «o bien cuando el penado acceda al tercer grado o a la libertad condicional, la pena privativa de libertad que reste por cumplir, se sustituirá por la expulsión del territorio español, con prohibición de entrada durante diez años ».

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