Leiceaga: «El otro candidato es un histórico del partido y está presente desde la Transición»

—La impresión es positiva. Hay mucha gente que está predispuesta a apoyarte. Detectas que la militancia necesita hablar y curar heridas. Yo creo que la crisis afecta a los partidos y eso es lo que detectas en nuestra gente.

—¿Las heridas abiertas parecen algo crónico en el PSdeG? ¿Se acentuó en los últimos años?

—Ocurre en todos los partidos. Nosotros notamos las dificultades de la socialdemocracia en Europa, la dificultad de la gestión de la crisis y después notamos las divisiones internas.

—¿Puede ser también la falta de poder institucional y también que el PSdeG no exista en Galicia como partido autónomo?

—Existir, existe. El partido tiene un notable poder institucional, tiene una militancia sólida. Yo estuve el otro día en Betanzos en el acto que celebró la provincia y percibí que no solo existe, sino que tiene una capacidad de renovación seria con muchos militantes jóvenes, por debajo de los 40 años.

—¿Pero detecta pulso en el partido como en otras federaciones de la organización?

—Yo creo que el PSdeG tuvo durante bastante tiempo proyectos locales muy sólidos, como La Coruña y Santiago, más tarde otros en Lugo y Vigo, pero sólo tuvo en algunas ocasiones un proyecto gallego y eso es lo que definió la época de Touriño y lo que le permitió llegar a la presidencia de la Xunta. En la actual situación se necesita reforzar esa dimensión y construir un nuevo proyecto gallego. Hay que evitar volver a los años 90, donde la presencia solida en algunas ciudades era una barrera que impedía alcanzar la Xunta de Galicia.

—Está usted etiquetado como el candidato del aparato. ¿Cómo lo lleva? ¿Lo soporta?

—Excepto 6 meses nunca estuve en el aparato del partido y llevo 4 años al margen de la política, frente al portavoz parlamentario que parece ser que cuenta con el notable aparato del PSdeG en Vigo y que tiene el apoyo de destacados dirigentes históricos como Pepe Blanco, Pepe Bugallo o Orozco. Hay un candidato que es un histórico del partido, que está presente desde los inicios de la Transición y que vivió un largo ciclo político que acaba hoy. Yo soy un candidato diferente para un nuevo ciclo político que está empezando en el país.

—¿Su propósito de «hacer una labor de integración» no es una utopía?

—Permítame intentarlo, y para intentarlo primero hay que formularlo. Yo no escuché a los otros candidatos decir lo mismo. Yo planteé un pacto de unidad, yo creo en la unidad y me gustaría que los demás lo asumiesen. Si gano voy a intentar contar con los demás y si pierdo voy a intentar ponerme a disposición de los demás.

—Para calcular los apoyos entre los candidatos se manejan mapas. ¿Hay compra de voluntades?

—No vi esos mapas, son prospecciones simples. En todas las provincias va a haber gente para todos los candidatos y me parece que desconoce el partido quien hace esos planteamientos.

—También se habla de movilización de distintos apoderados para evitar pucherazos.

—Tendrá que preguntar a sus fuentes.

—¿El proceso será justo, limpio y democrático? ¿Conoce la existencia de presiones a militantes?

—Espero que lo sea, voy a luchar para que así sea. Yo creo que hay muchas llamadas de teléfono y muchos contactos, pero algo que es absolutamente normal.

—¿Cómo valora el papel de la gestora? ¿Conoce la reunión de Besteiro y Cancela en la que cerraron su candidatura con Sánchez?

—La gestora tenía un cometido básico que era convocar las primarias y ese cometido lo cumplió y cumplió ese papel. Con respecto al encuentro en Ferraz no me reconozco que en ese dibujo que usted hace, creo que no fue así.

—¿En Galicia se libra la primera batalla entre Sánchez y Susana Díaz?

—Mi candidatura fue autónoma, una decisión personal. Yo le comuniqué a Pedro Sánchez que estaba en disposición de presentarme a las primarias. Punto. Una comunicación, que es una deferencia con el secretario general del PSOE, y que creo que debía conocer. A partir de ahí desconozco que haya habido llamadas de Ferraz. Represento un proyecto para Galicia.

—¿Y con la Mareas? ¿Considera al rupturismo un potencial aliado?

—Nosotros tenemos una vocación mayoritaria que pretende representar a la mayoría social. Queremos movernos dentro del marco constitucional, no queremos ninguna aventura. Nosotros no somos ni nacionalistas, ni populistas. No solo le decimos que no al PP, sino que tenemos otras políticas alternativas viables dentro de la Constitución española.

—Sin embargo, tanto el PPdeG, como las evidencias demuestran que en los ayuntamientos gobiernan o apoyan al populismo.

—Yo creo que el PPdeG tiene temor de perder la mayoría absoluta. Al PP le interesa una confrontación que es ganadora para ellos, que es una confrontación existente entre ellos y las mareas en vez de confrontar con nosotros. Nosotros tenemos una vocación mayoritaria que pretende representar a la mayoría social.

—¿Esta decepcionado con el gobierno de las mareas?

—Yo creo que las mareas no tenían cuando ganaron un proyecto urbano consolidado y están desperdiciando el tiempo de los ciudadanos.

—¿Qué urgencias tiene Galicia?

—Yo creo que Núñez Feijóo fue capaz de cumplir los objetivos de déficit, lo que está bien, pero a cambio de sacrificar el crecimiento y el empleo. Nosotros tenemos que darle la vuelta a esto, tenemos que ser capaces de impulsar más el crecimiento y el empleo y al mismo tiempo con este crecimiento cumplir los objetivos de déficit. Además debemos utilizar y recuperar los fondos europeos.

—¿Se siente sometido a pruebas de españolidad?

—No hay problema. Yo me siento tan gallego como español, como se siente la mayoría de la sociedad gallega.