A juicio una mujer acusada de contratar a tres hombres para matar a su marido

El primer intento comenzó a tramarse en marzo de 2014. La acusada decidió buscar a una persona que estuviera dispuesta «a darle un susto» a su marido, como relata el escrito de acusación del Ministerio Público. Al final, halló a dos personas que «participarían de manera activa» en el plan y a un tercero en calidad de colaborador. Los tres contaban con antecedentes penales por delitos de robo con violencia e intimidación o robo con fuerza.

En ese tiempo, «para la ejecución» del crimen «y como pago del mismo», la mujer entregó diferentes sumas de dinero hasta alcanzar los 45.000 euros . El primero, por ejemplo, fue de 7.000 euros, cantidades que la mujer iba extrayendo progresivamente tanto de sus propias cuentas corrientes como las de su marido, el objetivo a eliminar. A partir de entonces llegaron los contactos: «conversaciones telefónicas y personales» o «citas previamente concertadas» en las que se urdió el crimen.

De este modo, el Fiscal señala que uno de los acusados suministró a la esposa «un frasco con una sustancia que debía depositar en la bebida» del marido «para adormecerlo». Dicho y hecho: el 7 de julio, la acusada precipitó unas gotas en el café del hombre , que ya entonces percibió un sabor extraño en la bebida. Juntos se subieron a un vehículo hasta que la sustancia comenzó a hacer efecto y la víctima, a punto de quedarse dormido, optó por echarse a un lado en la carretera.

Automáticamente, la mujer se puso al volante del coche circuló hasta una rotonda ubicada en la localidad coruñesa de Cambre, el lugar convenido para continuar el plan. Allí se introdujo en el vehículo de una de las personas contratadas para acudir a su puesto de trabajo, mientras que otros dos se encargaron de conducir el turismo en el que se hallaba su marido.

Al final, el plan fue un fiasco. El hombre apareció pocas horas después en una pista forestal de Orto (Abegondo) «tirado en el suelo», «inerme, descamisado». Dos vecinos lo habían localizado. Estaba con vida pero los acusados «sí procedieron a la sustracción de dinero y efectos por valor aproximadamente de 1.400 euros» . ¿Por qué no se ejecutó el crimen? «Por causas que se desconocen», sostiene el Fiscal.

El segundo intento aún corrió peor suerte. «En días posteriores», ubica el escrito, la esposa volvió a derramar unas gotas de la sustancia en el café del marido, pero esta vez sin que se llegara a quedar completamente dormido. Más tarde, en noviembre, «unos encapuchados no identificados se personaron los accesos a la vivienda del matrimonio », hasta que fueron ahuyentados por el hombre, que salió «con un palo a hacerles frente».

De lo que sucedió después también se hace eco el Ministerio Público. Ocurridas todas estas tentativas, la mujer se personó ante el equipo de la Polícia Judicial de Noia «por haber sido obligada» a entregar dinero «bajo la amenaza de hacerle daño a ella mismo, a su marido o a su hijo». La Policía incoóo diligencias y la esposa sumó un nuevo cargo, el delito de denuncia falsa , por el que también deberá responder ante la Audiencia.