Galicia aprueba un techo de gasto «excepcional» de 11.664 millones para afrontar la crisis del Covid

La pandemia sanitaria, la reactivación económica y las ayudas a familias, autónomos y Pymes, golpeados por la crisis, son los pilares del techo de gasto para el año 21 . Feijóo desveló este jueves el alcance de este instrumento, que sirve de referencia en la elaboración de los Presupuestos autonómicos, pero le habría gustado haberlo hecho mucho antes. La demora obedece a la tardanza del Gobierno central en aportar parámetros básicos como los salarios de funcionarios o el reparto de fondos europeos, todavía una incógnita en cuanto a su disposición y cuantías. La Xunta trata ahora, a marchas forzadas, de recuperar los dos meses perdidos.

En San Caetano se ha trabajado estas semanas, como diría el conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, poniendo « toda la carne en el asador » para minimizar daños por la inacción en La Moncloa. Su demora no fue lo único que suscitó críticas por parte de Feijóo, quien a la hora de desvelar el cuadro macroeconómico para este año y el siguiente, que da soporte al techo de gasto, no dejó de hacer notar las «importantes diferencias» con el que maneja la Hacienda española. El de la Xunta, defendió, es «bastante más prudente». Son previsiones de PIB y empleo que «no están maquilladas», sino que son «realistas».

Así, para 2020, la Xunta prevé que el PIB caiga un 9,7% y que el paro cierre en el 12,3% , cinco décimas más. Para 2021, una recuperación del PIB del 8%, con un paro que se irá hasta el 12,9% . Un cuadro que «no tiene maquillaje» y «se parece más a la realidad», insistió Feijóo.

En cuanto a los ingresos , se desdoblan, en primer lugar, en 9.864 millones en concepto de ordinarios y 1.800 de extraordinarios. El desglose de partidas arranca con un grueso, que supone el 80% del total, de 7.849 millones, que corresponde al sistema de financiación autonómico . Aquí Feijóo puntualizó que el Gobierno prevé que la recaudación en Galicia caiga solo un 1,6%, pero no a partir de ingresos reales, sino con respecto a las previsiones de ingresos de 2020. Dado que todas las autonomías se ven en esta tesitura, la Xunta ha de darlo por válido.

Más cifras. Las transferencias finalistas ordinarias de otras Administraciones (fondos europeos, de dependencia y empleo) suman 1.176 millones; los recursos no financieros , esto es, los tributos cedidos, IVA e IRPF, dan 871 millones (Galicia prevé que caigan más cerca del 5% que del 1,6% que pronostica el Gobierno); los recursos extraordinarios suponen 684 millones de euros, que el Gobierno transfiere a las autonomías; de los fondos React-EU se espera recibir 430 millones; y finalmente la capacidad de endeudamiento autorizada a título orientativo (1,1% del PIB) representa 684 millones, que la Xunta presupuesta porque su comportamiento con respecto a la deuda pública fue «muy riguroso en ejercicios anteriores», con lo que se entiende que existe margen, «capacidad de endeudamiento».

Todo esto sustenta un techo de gasto que « no se va a volver repetir ni consolidar en próximos ejercicios », advirtió Feijóo, por su carácter expecional, que en absoluto es óbice para que sea «riguroso», porque no hay «maquillaje», con el único asterisco de las previsiones del Gobierno en IVA e IRPF. Números que han de traducirse ahora en partidas destinadas, «básicamente» a inversión productiva, reactivación económica y contención del desempleo, una sangría que la Xunta prevé para el próximo año, consecuencia de la pandemia, sin parches calientes.

En cuanto a la partida que destinarían los Presupuestos Generales del Estado a Galicia, Feijóo ha recordado que son los «peores» en inversión para la Comunidad de los últimos 15 años , y la única «luz» que aprecia es la concerniente a las decisiones que afectan a la AP-9.