Hazte premium Hazte premium

El escrito de acusación al descubierto

En la consulta de un falso médico llamado «Coté»

El fiscal acusa a Coté de un delito de homicidio por imprudencia grave y de decenas de lesiones por sus prácticas

La fama de este consultorio de Ferrol llegó a ser tal que recibía pacientes de Madrid, Canarias, Cádiz o Valencia

José Manuel López, alias «Coté», en una rueda de prensa ofrecida en 2011 en Santiago M. M

PATRICIA ABET

Nueve años después de su detención, el relato de 129 pacientes que el falso médico ferrolano José Manuel López alias «Coté» atendió en su consulta sale a la luz. Lo hace a través del escrito de acusación presentado por el fiscal del caso, Román Ruiz, un texto contundente que recaba los testimonios de un largo centenar de supuestos pacientes a los que Coté se tendrá que enfrentar sentado en el banquillo de los acusados. La sombra de la duda empezó a sobrevolar la figura de este falso doctor , muy conocido en ciudades como Ferrol y La Coruña e incluso recomendado por algunos especialistas, cuando las primeras supuestas víctimas detectaron que algo no iba bien. De las paredes de la consulta de Coté colgaban títulos médicos expedidos en las mejores universidades internacionales. Un gancho para quienes acudían a la prestigiosa clínica que el fiscal del caso refuta en su escrito al detallar los, al menos, veinte certificados o titulaciones que, presuntamente, «el acusado confeccionó por imitación o ideación libre [...] y colocó y exhibió públicamente en las sedes de sus clínicas».

Las prácticas de Coté motivaron la conocida como «Operación Zen» , que se saldó con su arresto en febrero de 2008. Casi una década después, el Ministerio Público revela que «el acusado, durante al menos cinco años anteriores a su detención, vino atribuyéndose públicamente la condición de médico y ejecutando actos clínicos pese a no contar con más estudios que el bachillerato y carecer de aptitudes mínimas necesarias para ello». Haciendo hincapié en lo que supuestamente ocurría de puertas para dentro en la consulta del falso médico, el fiscal del caso apunta que «sus tratamientos consistían, en ocasiones, en el suministro de sustancias no especificadas cuya toxicidad no ha llegado a ser determinada , pero también, en algunos supuestos, en la realización de auténticas operaciones quirúrgicas con el consiguiente quebranto de la integridad física de sus víctimas». Sobre esta base, el Ministerio Fiscal solicita para el falso doctor una pena de 334 años de prisión que incluye un delito de homicidio por imprudencia grave, un delito de lesiones con deformidad y sesenta y tres delitos de lesiones con uso de instrumento peligroso, entre otros. También se le acusa de blanqueo de capitales.

Acusado de homicidio

Al encarar uno por uno los testimonios de hasta 129 personas que pasaron por las manos de Coté, el fiscal se detiene en el caso 71 , el de un varón que —siempre según el escrito de acusación— murió a causa del «gravísimo retraso en el diagnóstico provocado por la conducta negligente del acusado». El fallecido acudió a la clínica de Coté aquejado de acné . Tras manifestar una úlcera en el suelo de la boca Coté «contrariamente a lo que había venido haciendo hasta la fecha» le recomendó acudir al especialista de la Seguridad Social, que diagnosticó al paciente un tumor maligno. «Durante el proceso posterior al verdadero tratamiento médico, el paciente continuó acudiendo a la consulta del acusado, que continuó inyectándolo y llegó a manipularle la herida de la boca para extraerle un trozo de hueso».

El encadenado de vivencias que los expacientes del falso médico llevarán hasta la sala de juicios incluye todo tipo de «diagnósticos y tratamientos ficticios» que van desde la mielitis hasta toda clase de tumores malignos. La reputación y la fama de Coté en la profesión era tal que en la nómina de presuntos perjudicados figuran residentes en Madrid, Segovia, Cádiz, Gijón, Badajoz, Valencia y hasta Canarias . Ninguno de ellos se preguntó, a la luz de las recomendaciones y el postín de la clínica que el ferrolano regentaba, si estaba ante un presunto estafador. Sin embargo, una de las pacientes ahora enfrentadas al acusado sí detectó un supuesto engaño por el que se negó a abonarle a Coté la cantidad que éste le requería.

Se trata del caso 123 , una persona que acudió ocasionalmente a este falso doctor entre 1994 y 2007 . El fiscal recoge que Coté «le diagnosticó un inexistente adenocarcinoma y le informó que se trataba de un tumor maligno para el que le aconsejaba someterse a una intervención quirúrgica». Pero «el acusado no llegó a someter al paciente a tratamiento alguno porque aquel pudo descubrir su impostura cuando contrastó ese diagnóstico con profesionales de la medicina. Por esos supuestos tratamientos —prosigue el escrito del Ministerio Público por el que Coté deberá rendir cuentas— el acusado pretendía cobrar 5.500 euros que el perjudicado no llegó a abonar al descubrir el engaño».

190.000 euros por tratamiento

Al margen de esta situación excepcional, quienes pasaban por el despacho del falso doctor llegaban a pagar cuantías muy elevadas por los tratamientos y manipulaciones (una de las constantes en todos los casos) a las que eran sometidos. Así, el grueso de quienes se enfrentarán en los tribunales a José María López pagaban más de 3.000 euros y muchos superaron con creces esa cantidad. Todo dependía de la gravedad de la dolencia descubierta y de las visitas semanales que el médico anotase. En el caso del paciente 34 (escrito del fiscal) estas consultas llegaron a ser diarias. Tenía el «cerebro envejecido» y una «infección de páncreas» que le costó 190.000 euros. Y no se trata del único caso en el que la factura fue millonaria. El paciente número 29 desembolsó 80.000 euros en la clínica de Ferrol, a la que acudió por un adormecimiento en una pierna. Algunos de los clientes de esta popular consulta ubicada en la calle más transitada de la ciudad departamental eran menores cuyos padres veían en Coté un especialista en el que confiar plenamente. El paciente 28 fue diagnosticado de escoliosis y colón irritable. El coste del tratamiento médico ascendió a 60.000 euros aunque, según anota Román Ruiz, «ninguno de esos tratamientos se encuentra descrito en la ciencia médica como válido para las patologías supuestamente detectadas».

Un largo camino

Transcurridos nueve años desde que las primeras denuncias desembocaron en el arresto de Coté y el registro de su clínica, muchos de quienes pasaron por sus manos se quejan de que todavía no conocen la naturaleza de las sustancias que les inyectaban en sus visitas. «Muchas de las mujeres a las que este falso doctor trató en edad fértil hemos sufrido una menopausia adelantada, algunas con 40 años», reveló a ABC Esther Fontán , expaciente de Coté acostumbrada a que los médicos «vean los resultados de nuestras pruebas y digan que son muy raros y que no saben qué tenemos».

Los denunciantes, algunos de ellos agrupados bajo el paraguas de la Asociación de Víctimas de Intrusismo Médico, esperan ahora que la fecha de apertura de juicio oral no se demore y que durante el proceso, que se prevé largo, «salga a la luz todo lo que ocurría en la clínica del señor Coté». Piden celeridad a una justicia en la que confían para poder pasar página porque, lamentan, «muchas de sus víctimas se cruzan a diario con él».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación