El jefe del Ejecutivo ha señalado que hay razones que aconsejan someter a la voluntad de los españoles las políticas que se deben aplicar y ver las fuerzas políticas que deben liderar. Asimismo, ha reconocido que las votaciones de este domingo dan un mensaje que va más allá del ámbito autonómico y municipal. Y ha informado de que ha mantenido una despacho con Felipe VI para trasmitirle la decisión de convocar el Consejo de Ministros y disolver las Cortes Generales.
Nueva fecha para las elecciones generales
Las conclusiones de la jornada de elecciones del 28 de mayo son que la marea azul del PP ha cambiado el mapa político español sumando 7 millones de votos (casi dos millones más que en las anteriores municipales), el 31,53% del total y mayoría en 3401 municipios. Frente a los 6,2 millones de votos conseguidos por el PSOE, un 28,11%. Cuando en 2019 era la primera opción con un 29,38%. Y en el proceso ha perdido más de 400.000 votos en estas municipales con respecto a las de hace cuatro años.
Frente a este golpe del PP, Sánchez ha explicado que una de las consecuencias que tendrán los resultados del 28M será que «magníficos presidentes y presidentas autonómicos, alcaldes y alcaldesas socialistas se van a ver desplazados con una gestión impecable y ello a pesar de que muchos de ellos y ellas han visto incrementado su apoyo». Y la otra será que numerosas instituciones serán administradas por mayorías conformadas por el Partido Popular y por Vox. Esto le ha impulsado a cambiar la cita con las urnas y anticiparla al 23 de julio.
La foto del actual apoyo de las fuerzas políticas es muy distinta a la de 2019, cuando el partido socialista conseguía casi 6,7 millones de votos, y el PP 5,1 millones. Con lo que el partido de Sánchez lideraba, por entonces, con más de un millón y medio de votos. Los nuevos resultados ponen a prueba el manual de resurrección de Pedro Sánchez para esta nueva fecha.
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