El efecto Alvise siembra dudas en Vox sobre cómo afrontarlo

En Vox atribuyen el arrastre de Alvise Pérez, que logró sumar más de 800.000 votos el domingo, al «hartazgo» de una parte de la ciudadanía con las instituciones europeas y con el sistema tradicional. Ese mismo voto de rebeldía con el que todos los partidos de nueva creación han logrado seducir a los votantes en sus primeros compases, pero que es muy difícil de mantener a medio y largo plazo. Con esta lectura, Vox ya forma parte del sistema y, por tanto, el voto del descontento ha sido para Alvise y sus 'ardillas', como se autodenomina su legión de seguidores.

En cualquier caso, los de Abascal no quieren renunciar de ninguna manera a ese espacio y por eso ayer su jefe de delegación en Bruselas y candidato este 9-J, Jorge Buxadé, se esforzó en remarcar que «abrazan» a los votantes de SALF, que no a Alvise Pérez. Con él, la formación de Santiago Abascal mantiene una premeditada distancia, consciente de que sus métodos no son los habituales y en algunos casos no exentos de polémica, lo que le lleva a tener abierto todo un rosario de procedimientos judiciales.

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La irrupción de Se Acabó la Fiesta supone en cualquier caso un toque de atención al espectro del centro-derecha político español y pone a Vox frente al espejo de lo que fue para el PP su aparición en el mapa político nacional hace ya más de cinco años. De repente, una formación ajena la marco tradicional surge aupada por las redes sociales, uno de los canales que mejor ha controlado Vox hasta ahora. Y dirige también su mensaje a un sector de la población compartido, el de los jóvenes, que los de Santiago Abascal llevan años abonando para ir recogiendo los frutos en las próximas citas electorales.

Quienes no se dan por aludidos son los populares, que ayer sostuvieron que SALF forma parte de una «guerra electoral» que libra con Vox. «Nosotros seguimos creciendo por el centro, entre populismos de un lado y de otro está el PP», despejó en rueda de prensa Borja Sémper, que además acusó al presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, de haber «trabajado» en campaña para que Alvise Pérez tuviera presencia en el Parlamento Europeo, mencionándole hasta en quince ocasiones en sus mítines. «Nuestro objetivo para esos electores, como del PSOE o de Vox, es convencerles de que la opción de cambio es la del PP», ofreció desde Génova.

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Más allá de sus preferencias, en Vox son conscientes de que los resultados del domingo les obligan a incluir a Alvise Pérez en el mapa político. Y con ese objetivo mantuvieron ya un primer contacto en la misma noche electoral, poco después de hacerse público el escrutinio, y también ayer lunes. De momento el contacto solo es de tanteo, aunque tendrá que ir materializándose en el Parlamento Europeo cuando se constituyan los grupos parlamentarios para la próxima legislatura.

Alvise Pérez aún no ha dicho en qué familia política le gustaría entrar y Vox fue ayer cauteloso sobre la posibilidad de que lo haga en el grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) al que pertenecen los de Abascal junto a formaciones como los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni. «Eso habrá que preguntárselo a él», se limitó a responder Buxadé respecto al futuro europeo de SALF. «Quitando separatistas y a la extrema izquierda, por mi parte un abrazo a todos los españoles», insistió manteniendo la estudiada cautela.