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Menos política, más principios y voz a los profesores

El diagnóstico es claro: hay una evidente crisis de valores que es preciso atajar. La escuela y la familia, estrechamente unidas, están llamadas a revitalizar la sociedad, porque el problema no es simplemente económico

M. HERNÁNDEZ

1. ¿Cree que existe una crisis de valores en la sociedad?2.¿Qué responsabilidad tiene la educación?3. ¿Cómo debe ser la relación entre la familia y la escuela para recuperarlos? A. RODRÍGUEZ-CAMPRA, Presidente de la Confederación de Centros de Enseñanza (CECE)

1. ... Sí. En la escuela española advertimos problemas muy importantes, aparte de los ya conocidos como la ambigüedad moral, la indisciplina, la falta de una cultura del esfuerzo, etcétera, que no son sino un reflejo de lo que ocurre en la sociedad. Esta crisis de valores se ve agravada por el hecho de que las leyes educativas acrecientan el problema ya que han dejado en el tintero conceptos como «cultura del trabajo», «esfuerzo», «calidad», «excelencia», «respeto» o «autoridad». 2. Tiene mucha responsabilidad. El número de alumnos que acaban con normalidad nuestro sistema educativo es mínimo. Ante tan paupérrimos resultados nuestro sistema educativo anda inmerso en la burocracia y en el capricho de diecisiete legislaciones autonómicas. Y, con estos graves problemas, seguimos discutiendo si son galgos o podencos.

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