Doña Letizia también es Reina en su tiempo libre

Una hora y media antes de que comenzara el partido, desde la organización le comunicaron a Astrid que la Reina estaría presente en la competición para que ella pudiera decírselo a las chicas, que tienen entre 16 y 24 años. Al terminar, Doña Letizia «fue cercana y empática. Se hizo fotos con las niñas y no paró de preguntarles cosas», dice Astrid. Su visita fue «muy emocionante y les ha dado un empujón».

Mientras el Rey se encontraba pasando el fin de semana en Sierra Nevada –donde se alojó en un apartamento que alquilaron sus amigos–, Doña Letizia aprovechó para ver jugar al Simalga contra el Leioa, donde ganó el primero 18-6. Este plan de la Reina se hizo viral la semana pasada por el BeReal que se hizo con las nadadoras. Todas compaginan la práctica del waterpolo –entrenan tres veces por semana– con sus estudios de Medicina, Enfermería, Ingeniería Biomédica o Agrónomos, entre otros.

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Angie Calero

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Fue el Real Canoe quien difundió las fotografías de la Reina con las chicas. Al tratarse de un plan que formaba parte de la agenda privada de Doña Letizia, desde la Zarzuela no informaron de este encuentro cuando se produjo porque no se encontraba en la agenda de actos oficiales que desde la Casa Real dan a conocer todos los viernes.

El feminismo es uno de los pilares de acción en la agenda de la Reina. En 2019 –casi al mismo tiempo en que aumentaba su compromiso con la igualdad de género, el liderazgo femenino, la lucha contra la violencia machista y el empoderamiento–, comenzó a volcarse con el deporte femenino. Desde entonces se la ha visto apoyando disciplinas como el balonmano o el rugby, y ha mantenido encuentros con deportistas de la talla de la nadadora Ona Carbonell, la tenista Garbiñe Muguruza o la jugadora de bádminton Carolina Marín. Dentro del deporte femenino, intenta apoyar y dar a conocer los que son minoritarios.

Hay otras cuestiones en las que Doña Letizia se implica con la misma intensidad y ganas de aportar su granito de arena para dar visibilidad, como son los proyectos de la Cooperación Española –que le han llevado a visitar Mauritania y Paraguay en los dos últimos años–, o los relacionados con la infancia y la salud. Llena su agenda oficial con actividades de este tipo, pero estas causas no solo las defiende de puertas de Palacio hacia afuera. Así lo demuestra el hecho de que acudiera a este partido de waterpolo en su tiempo libre.

No es la primera vez que la Reina lleva parte de su agenda pública a su vida privada. En todas las ocasiones lo hace de manera anónima y muy discreta. Su vinculación como Presidenta de Honor a la Asociación Española Contra el Cáncer y la Fundación Científica de la Asociación Española Contra el Cáncer la ha llevado a pasar alguna tarde de sábado con los jóvenes que permanecen hospitalizados en este centro y acompañar a sus familias, sobre todo a las madres de estos pacientes.

En la línea de la salud y hábitos de vida saludables, a principios del mes de noviembre la Reina acudió a Biocultura, una feria que en los últimos años parece que ha estado marcada en rojo en su agenda personal. Concienciada con la importancia de la alimentación sana, recorrió varios puestos de la feria, entre ellos visitó el de la ganadería ecológica Embutidos Luis Gil. «Fue muy agradable y cariñosa. Nos escuchó con una atención que no me pareció postureo ni que fuese algo de su oficio, sino todo lo contrario: lo que le contamos le interesaba de verdad», cuenta a ABC Delia Gil.

Esta animada charla fue retratada por su hija Jimena y, una vez en Instagram, se difundió igual que el BeReal esta semana. La que no ha trascendido tanto fue la foto de la Reina con Francesco Giuseppe, jugador hasta el año pasado del primer equipo del Real Canoe masculino. «Se acercó y me preguntó si ahora jugaba con las viejas glorias», cuenta el nadador. Reconoce que fue un encuentro «bastante gracioso» y «emocionante»: «En Italia no hay monarquía y me sorprendió mucho la accesibilidad de la Reina. Fue muy satisfactorio para mí ver que una institución tan importante como la Corona se interesaba por un evento deportivo que no tiene la visibilidad que se merece».