El Supremo revisa de oficio por la 'ley del sí es sí' la condena de 35 años a un profesor que abusó de ocho alumnas en Valencia
La sentencia sobre el pederasta, que se encuentra recurrida, será analizada por el alto tribunal sin que su abogado solicitara una posible reducción de pena
Imagen de recurso de la Ciudad de la Justicia de Valencia
El Tribunal Supremo revisará de oficio la condena de 35 años de cárcel a un profesor por abusar de ocho alumnas de una academia de repaso de Museros (Valencia), en aplicación de la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual, también conocida ... como 'ley del solo sí es sí'. La sentencia, que se encuentra pendiente de recurso, será nuevamente analizada sin que la defensa del penado lo haya solicitado.
Así, el alto tribunal tiene previsto resolver próximamente el recurso a la condena impuesta contra el pederasta por la Audiencia de Valencia el pasado mes de enero al haber quedado demostrados los abusos sexuales a ocho menores. Aunque, según adelanta el diario Levante-EMV, las abogadas de la acusación particular recibieron las diligencias en las que se ordena ofrecer a la defensa del condenado la posibilidad de que se pueda aplicar la 'ley del solo sí es sí' si lo considera oportuno.
Asimismo, también contempla un posible recurso de las letradas a esta nueva decisión, que podrían alegar en nombre de las víctimas y mostrar su rechazo a cualquier tipo de rebaja de la pena, ya que las actuales se encuentran enmarcadas en el rango actual de la nueva y polémica norma.
El pasado 1 de febrero, este profesor de repaso y dueño de la academia fue condenado a 35 años de cárcel por abusar sexualmente de ocho alumnas de entre 14 y 16 años de edad. Durante la vista oral, el docente negó los hechos alegando que «nunca rozó a ninguna de ellas de manera consciente o voluntaria».
Asimismo, atribuyó las denuncias contra él a una posible influencia de las alumnas a una manifestación feminista por la igualdad que tuvo lugar días antes de presentarse la denuncia. Por su parte, las víctimas defendieron que los abusos «no eran un día y por equivocación». «Él era muy consciente de lo que hacía, un roce no es coger un pecho y apretarlo», relató una de las afectadas.
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