Mazón reprocha la herencia económica de Puig con 1.700 millones de fondos europeos en el aire

Más allá del cambio de roles de los grupos parlamentarios, Consell-oposición, en esta nueva legislatura con mayoría de la derecha, se han producido pocas novedades en cuanto al estilo bronco del debate que se ha llevado a cabo en el hemiciclo de la Cámara. No han faltado las referencias a la política nacional, hipotética amnistía mediante, contra la que incluso se ha aprobado una proposición no de ley a la que los socialistas y Compromís se han opuesto.

Desde el Gobierno siguen defendiendo la unidad del Consell en la gestión -con las medidas fiscales por bandera- y reprochan que la izquierda utilice asuntos como la violencia machista como arma política, mientras la oposición pone el acento en las fracturas que otros temas -el cambio climático o el uso del valenciano oficial- han provocado durante los primeros 79 días del Ejecutivo autonómico.

En su respuesta al portavoz del PP, Miguel Barrachina, Carlos Mazón ha lamentado que se han encontrado «la peor herencia de cualquier gobierno en la Comunidad Valenciana», con «58.000 millones de deuda», el «récord de déficit de España» y «nuevas sorpresas» cada día. En concreto, Mazón se ha referido a la «situación crítica» de los fondos europeos de la que les ha advertido el Ejecutivo central.

Desde la Conselleria de Hacienda han detallado que 1.687 millones de euros provenientes del Programa Operativo 2014-2020, que se amplió durante la pandemia con el fondo React-EU, se podrían tener que devolver por no haber sido ejecutados, ya que el plazo finaliza el 31 de diciembre. Además, de la partida Next Generation, que no caduca hasta 2026, se ha ejecutado solo un 26%: 564 millones de 2.116 millones.

El primer cruce de intervenciones entre el presidente de la Generalitat y la síndica del PSPV, Rebeca Torró, ha evidenciado la ausencia del líder de la oposición, el socialista Ximo Puig, al que su sucesor en el Palau ha criticado por todos los cargos que ostenta -de senador a «ministro en campaña»- y «lo mantienen muy ocupado» para acudir al Parlamento.

Torró le ha instado a «frenar la deriva ultra y caótica» de una Generalitat que ha recibido «preparada y bien posicionada para hacer frente a los retos del futuro» y lo ha acusado de hacer suyos los planteamientos de Vox. «En dos meses lo único que nos han demostrado es que vuelve el peor PP a la que ha sido la mejor Comunitat Valenciana», ha aseverado.

Por su parte, Mazón le ha recriminado sus «cien días de descortesía» tras llamarlo «ladrón» o «secuestrador» y los «insultos» cuando le acusó de «comprar al alcalde de Ontinyent» -el líder de Ens Uneix, Jorge Rodríguez- para que el PP presidiera la Diputación de Valencia con el voto crucial de la única diputada provincial de esta formación.

Se da la circunstancia de que Torró -del núcleo duro de Puig- fue número dos de Rodríguez en la localidad valenciana antes de que este dejara el PSPV tras ser detenido por el caso Alquería, del que fue absuelto en los tribunales.

«De comprar al alcalde de Ontinyent no me puede dar lecciones, de venderlo sí», ha insistido Mazón, al tiempo que se ha referido de forma velada a la guerra interna de los socialistas por el poder del partido. «En la Diputación de Valencia no gobierna Carlos Fernández Bielsa -candidato del PSPV a presidir la corporación-, sino Vicent Mompó. Lo único que puedo decir respecto a que no sea Bielsa es: de nada», ha zanjado.

Desde Compromís, el síndic Joan Baldoví ha calificado a la coalición PP-Vox como el «Consell del empastre», formado por una consellera de Hacienda que «no tenía propuesta para la financiación» autonómica, un titular de Educación que asegura que «la AVL no tiene la verdad absoluta sobre la lengua» y uno de Cultura que dice «despropósitos» sobre el valenciano, idioma que «no habla, ni quiere, ni respeta».

Además, ha apuntado que «le encantaron» las declaraciones del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en las que indicaba que los pactos con Vox le podían haber costado votos en las elecciones generales. En ese sentido, Mazón ha dado la bienvenida a Baldoví al grupo de políticos que tienen un partido nacional con un líder gallego -en referencia a Yolanda Díaz (Sumar)- y ha rechazado la propuesta de Compromís de reformar el Estatuto de Autonomía para incluir la gestión directa de la sanidad.

Sobre las continuas alusiones a sus socios, el presidente le ha recordado que Compromís tiene un asiento en la Mesa de las Cortes -presidida por Vox- al que accedió con los votos del PP y le ha preguntado a Baldoví cuándo va a dimitir la diputada que lo ocupa -Maria Josep Amigó- en base al 'cordón sanitario' a la formación de Santiago Abascal.

Por último, la síndica de Vox, Ana Vega, ha reivindicado que «se puede trabajar igual o incluso más sin tanto enchufado», en referencia a la reducción del gasto político llevado a cabo en el seno del Gobierno autonómico. Un recorte «del 47% de los asesores» que Mazón ha cuantificado en el equivalente a «200 trasplantes de corazón o medio millón de mamografías».