María José Catalá: «Aspiro a gobernar sin Vox. Soy una feminista liberal»

Pero afronta el camino hasta mayo de forma diferente a la anterior, con un PP en la oposición que quiere poner en valor su legado. La también síndica parlamentaria de los populares en las Cortes Valencianas aspira a alcanzar la misma mayoría que la convirtió en primera edil de Torrent entre 2007 y 2012, pero es consciente de que podría necesitar a la extrema derecha. A ocho meses de los comicios, por lo que pueda ocurrir, marca ya sus líneas rojas.

En una extensa conversación con ABC, Catalá defiende la figura de Rita Barberá, carga contra la gestión del actual Gobierno local de Compromís y PSPV y habla sobre sus relaciones con Génova tras la crisis que terminó aupando a Alberto Nuñez Feijóo a la dirección nacional del partido.

—¿Qué motivos esgrimiría ante un votante que dejó de confiar en el PP de Valencia para que vuelva a hacerlo?

—Que estamos preparados para no fallarle, para volver a hacerle sentir orgulloso de su ciudad, para escuchar sus inquietudes. Porque nosotros ahora mismo hemos pasado una etapa en el banquillo, donde hemos podido hacer un ejercicio de revisión de los fallos que hemos cometido. El tiempo ha acabado dándonos la razón en algunas cosas, entre ellas la grandeza de la figura de Rita Barberá y de todo su gran proyecto. Después de este tiempo, se ha acreditado que la izquierda ganó a través de los tribunales lo que no era capaz de ganar por sus propios medios en las urnas.

En estos ocho años hemos hecho una reflexión interna, hemos vuelto a rehacer el proyecto y también la ciudadanía ha visto que lo que algunos les contaban no era verdad y que la ciudad estuvo siempre en buenas manos con el PP. Creo que estamos preparados para volver.

—¿Hasta qué punto cree que reivindicar la figura de Rita Barberá puede sumar o restar? 

—Cuando hablo de Rita lo hago por justicia, no pienso en si voy a sumar votos o me va a hacer perderlos. Creo que la ciudad de Valencia ha tenido una gran alcaldesa y el PP lo ha hecho bien. Y creo que es mi obligación poner en valor ese trabajo. Dicho esto, han pasado ocho años. La ciudad es distinta, las necesidades son distintas y el proyecto del PP tiene que estar adaptado a la Valencia de hoy, a un nuevo equipo, a las inquietudes de las ciudades europeas en este momento.

—¿Ganar Valencia significa ganar la Generalitat? ¿Tiene la lista ya confeccionada?

—Parece que es un primer paso. Tengo una idea muy clara de lo que quiero y sigo pensando. Es algo que vas pensando a lo largo de los cuatro años. Tengo gran parte de mi proyecto bastante asentado y con las personas bastante identificadas.

—¿Tirará de equipo o incluirá algún nombre más efectista?

—Voy a demostrar a la gente que mi equipo está preparado para gestionar Valencia en un momento económico y social difícil. Es un equipo de profesionales que vienen a gestionar su dinero, sus recursos e impuestos, de la mejor manera posible.

—¿Teme que la necesidad de un pacto de Vox para alcanzar la vara de mando pueda echar para atrás a algunos de sus potenciales votantes?

—Creo que esto ha cambiado mucho, porque después de las elecciones de Madrid y Andalucía, hemos demostrado que el voto útil es el PP y que un Gobierno no puede estar negociando cada coma de cada día. Yo no quiero eso. Quiero levantarme por la mañana y hace muchas cosas por Valencia de forma ágil, que es lo que necesita la gente. Por tanto, yo aspiro a no necesitar pacto, aunque soy muy consciente de la realidad política y social.

—En caso de ser necesario ese pacto, ¿marcaría alguna línea roja?

—Hay tres cosas que yo identifico claramente. Soy una mujer que cree mucho en la igualdad. Soy una feminista liberal. No soy una feminista radical, pero todavía hay techos que se tienen que romper. Por tanto, las políticas de igualdad y contra la lacra de la violencia de género me parece una línea irrenunciable.

En segundo lugar, creo que Europa es el camino y que Valencia va a ganar muchas oportunidades en los próximos años. Vamos a pelear para conseguir muchos fondos europeos que hagan mejor esta ciudad.

Y en tercer lugar, soy una mujer profundamente regionalista. Llevó la senyera por las venas y, para mí, mi autogobierno, mi estatuto de autonomía y mi identidad como pueblo son irrenunciables. Me siento tremendamente española y creo que eso es completamente compatible con ser muy valenciana. No creo que se pueda ser más español por ser menos valenciano. Al contrario, siendo más valenciano se es más español.

—¿Cree que Ribó aguantaría cuatro años en la oposición? ¿Y Sandra Gómez?

—Sandra es una mujer joven que seguro que tiene trayectoria profesional y política por delante. En el caso de Ribó, no creo que aguantara cuatro años ni en la oposición ni en el Gobierno. Es una figura política que ya está en una etapa de salida. Creo que si es candidato a la alcaldía es, única y exclusivamente, por intentar salvar los muebles de una formación política, Compromís, que ha demostrado que la gestión no es lo suyo. Ha verbalizado que su objetivo repitiendo es que la izquierda siga gobernando la ciudad y que Compromís tenga buenos resultados. Es decir, ha dicho claramente que su objetivo no es Valencia, ni mejorar la vida de los valencianos, ni desarrollar un proyecto ilusionante. Ha dicho claramente que su partido le ha obligado a seguir.

Ribó es una persona que no contempla estar los próximos años al pie del cañon defendiendo esta ciudad. Tampoco lo ha estado los último ocho, hay que ser sinceros. Ha sido un alcalde a media jornada, de brazos caídos, que ha dejado pasar oportunidades para esta ciudad. Málaga tiene proyectos cuya primera opción era Valencia. Y si no hemos desarrollado un crecimiento exponencial después de la caída social y política de Cataluña y de Barcelona ha sido porque nosotros no hemos tenido buenos gobernantes aquí que hayan visto la oportunidad.

—¿Y usted? ¿Se ve cuatro años más en la oposición? 

—Yo lo que no voy a hacer en ningún caso es fallarles a los valencianos. Creo que me he tomado siempre muy en serio la responsabilidad y la confianza que te dan con sus votos. Ahora mismo pienso en ganar. No por una ambición personal, sino porque sé que el proyecto del PP en este momento es necesario para Valencia.

—Y si se mantiene en la oposición, ¿aguantaría una tercera candidatura?

—En general, no soy partidaria de terceras candidaturas. Creo que mi proyecto tiene la madurez suficiente como para ser un proyecto de Gobierno.

—¿Por qué el PP no se ha personado en la causa en la que está imputada Mónica Oltra y otrras quince personas relacionadas con la Conselleria de Igualdad?

—Nosotros analizamos procedimiento por procedimiento judicial. Yo no soy partidaria de judicializar la acción política. Lo he vivido, lo he sufrido y lo he criticado siempre. No quiero ganar a través de los tribunales lo que no gano con la confianza de la gente en las urnas. Ese no es mi proyecto político. De mi adversario solo quiero cuestionar su gestión, no generarle un daño personal ni profesional nunca. Mi rivalidad con el PSOE y con Compromís es únicamente política y de gestión. No le deseo mal a nadie, ni tampoco emplearé nunca los tribunales para machacar personalmente a nadie. Eso lo han hecho ellos contra mucha gente del PP y mientras yo sea secretaria general y tenga responsabilidad en este partido, no lo voy a hacer. Porque la diferencia entre ellos y nosotros es justo esa.

El que no ha asumido que tenía que reconducir la gestión de los menores tutelados es el presidente de la Generralitat. Tienen que asumir que han fallado en la pata más vulnerable de la gestión pública, tienen que pedir perdón por lo que ha pasado, tienen que pedirle perdón a la menor titulada -víctima de abusos por parte del exmarido de Oltra- y dar un cambio de timón a la política de servicios sociales.

Sobre el caso de Mónica Oltra, lo que estamos haciendo es analizar el procedimientos, analizar las declaraciones. Mientras dure toda la fase de instrucción, nos podríamos personar. Pero en este momento confiamos en la acción de la Fiscalía, confiamos mucho en el rigor que rstá mostrando el juez. Vamos a seguir pendientes, pero seguimos valorando que nuestra posición correcta es en la que estamos ahora.

—Tras la tormenta con Pablo Casado y la irrupción de Alberto Nuñez Feijóo, ¿cómo es la relación con Génova?

—Muy buena. Nos ayudan varias cosas. Lo primero, que en este momento nuestro partido no está pensando en lo orgánico ni en lo interno. Estamos a ocho meses de elecciones y todos tenemos ya el chip electoral, la clave puesta en nuestros objetivos que son ganarlas. El tiempo de hablar de nosotros mismo ha pasado. Ahora estamos hablando de proyectos, programas, personas, compromisos… Eso ayuda porque despeja la parte de 'salseo' orgánico.

También nos ayuda mucho la presencia de un valenciano, que siempre a defendido a los suyos, en la dirección nacional, con mucho peso orgánico, como es Esteban González Pons. Además, te tengo que decir que la relación entre mi presidente Carlos Mazón y el presidente nacional, Alberto Nuñez Feijóo es extraordinaria. Es mucho más fluida, frecuente y diaria de lo que todos vemos, cosa que además es buena.

—Entre los modelos de gestión de Almeida, Ayuso o Moreno Bonilla, ¿con cuál se identifica más? ¿En qué espejo se miraría para gobernar?

—Creo que cada ciudad tiene una realidad y yo no puedo mirarme en el espejo de Madrid ni en el de Andalucía. Desde luego el proyecto que está desarrollando mi compañero José Luis Martínez Almeida en Madrid me parece espectacular. Lo que ha hecho Ayuso ha sido brutal: la Comunidad de Madrid consigue que tres de cada cuatro euros de inversión extranjera que llegan a España. Y a la Comunidad Valenciana solo llega 3,4%. Y lo que ha conseguido Juanma Moreno, revirtiendo una situación política histórica y convirtiendo Andalucía en una región de oportunidades me parece espectacular.

Pero no me gustar buscar referentes fuera de la ciudad. Valencia merece un tratamiento específico y no un proyecto asimilable a otros. Ahora bien, comparto absolutamente la política de oportunidades que han generado Juanma Moreno e Isabel Díaz Ayuso, y la gestión tranquila, sensata, coherente que está haciendo Almeida.