Efectivos de la Policía Científica y Judicial, así como un equipo del juzgado de guardia de Gandía, se personaron en campo santo inmediatamente después de conocer los hechos. Según ha adelantado el diario
Las Provincias
, la mujer era de etnia gitana, lo que cimentó la posibilidad de que se tratara de un posible caso de venganza.
No obstante, esta hipótesis fue descartada por los equipos de profesionales movilizados, debido al «respeto que procesan hacia los muertos». De acuerdo con el relato ofrecido por fuentes judiciales, los asaltantes rompieron el nicho y sacaron la caja « siendo posible que supieran quién era la persona enterrada con joyas puestas».
Asimismo, las pesquisas policiales no confirman rotundamente que las personas que profanaron la tumba fracturaran los huesos para robar las joyas, si bien es posible que los restos estuvieran «hechos añicos al caer al suelo». Tras fotografiar la escena del tétrico suceso y tomar huellas, los restos fueron devueltos a su nicho.
La investigación sigue su curso mediante diferentes pistas que deberán estudiar los especialistas sobre el profanamiento de la tumba de una mujer nacida en 1945 y que murió en el año 2006 . Un hijo de la víctima apuntó que su madre portaba algunas medallas de oro y anillos cuando recibió sepultura, «pero tampoco en exceso».
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