«Si el PP celebrara ahora sus congresos me parecería una irresponsabilidad»

—¿Los resultados del 20-D en la Comunidad Valenciana indican el principio de la recuperación del PP?

—Afrontamos las elecciones generales con mucha dificultad y sabedores de que era imposible acercarse a los datos cosechados en 2011, pero sí nos marcamos el objetivo de mejorar en votos y porcentaje respecto a las elecciones autonómicas de mayo pasado. En escasos seis meses y con un cambio en el partido podemos estar relativamente satisfechos al subir 180.000 votos y cuatro puntos en porcentaje de apoyo. También valoramos la subida en las tres capitales de provincia y es importante para lanzar el mensaje a nuestra base de militantes y a nuestros simpatizantes de que comenzamos la recuperación. Me gusta recordar que había quien en octubre pasado decía en sus encuestas que Ciudadanos quitaría la hegemonía al PP en la región y al final hemos sido la fuerza más votada.

—¿Y a nivel nacional?

—Valoro mucho el apoyo ciudadano, ya que el PP ha ganado las elecciones después de una legislatura muy complicada en el plano económico y de mucho desgaste político. Además, ha habido una estrategia de acoso y derribo contra el PP por parte de la izquierda mediática. Lo positivo es que en los territorios donde gobiernan los bipartitos o tripartitos de izquierda, como es el caso de la Comunidad Valenciana, se ha podido ver en poco tiempo que son capaces de desmotivar y generar caos. Eso ha hecho que el PP recupere confianza ciudadana.

—Para llegar a rozar de nuevo cotas cercanas a la mayoría absoluta el PP necesita recuperar votantes que se han trasvasado a Ciudadanos ¿Cómo van a lograr que emprendan ese viaje de vuelta?

—Es cuestión de tiempo. A nivel nacional Ciudadanos ha tenido un resultado que no ha cumplido con las expectativas y tampoco en la Comunidad Valenciana. Esta formación recogía básicamente el voto de enfado con el PP y, en menor medida, con el PSOE, pero no tiene estructura, método y tampoco discurso. Solo se posicionan en dos temas como la unidad de España o la financiación. En muchas otras cuestiones vitales para los españoles sus posiciones están más cerca de la izquierda y es cuestión de tiempo que votantes de Ciudadanos vuelvan al PP para consolidar una formación de gobierno. Les va a pasar factura la indefinición porque gobernar es decidir.

—Para el liderazgo de Isabel Bonig las elecciones generales han supuesto un balón de oxígeno. ¿Cuál ha sido la clave de ese éxito?

—El Partido Popular ha tenido muchos valores a lo largo de su historia pero la unidad es el fundamental. Cuando esta se ha resquebrajado lo hemos notado mucho. En la Comunidad Valenciana era fundamental para nosotros después de perder el poder y de veinte años de mayorías absolutas mantener el partido cohesionado. Para eso todo el mundo ha estado a la altura, desde los presidentes provinciales, pasando por los comarcales hasta los locales. Luego el tiempo dirá si continúo o no al frente del partido.

—¿En ese horizonte contempla la apertura ya de los procesos congresuales como apuntó el expresidente José María Aznar en el último comité ejecutivo nacional del partido?

—Son tiempos complicados desde el punto de vista económico y político y ahora es el momento de que el PP y también el PSOE estén a la altura de las circunstancias. Lo prioritario es asegurar la estabilidad del Gobierno de España. Sinceramente meternos ahora en congresos me parecería una irresponsabilidad porque los ciudadanos podrían pensar que «ya están los políticos pensando en sus cosas» en vez de consolidar la recuperación económica y de plantar cara al separatismo nacionalista de izquierda radical y populista. Es momento de pensar en política grande y ya habrá tiempo de abrir los procesos congresuales y de que los militantes expresen quién quiere que sea su presidente.

—¿Le gustaría que Aznar cambiara su línea de actuación?

—No soy quién para decirle nada al expresidente pero no coincido con su propuesta. Es momento de parar los pies a la izquierda radical de Pablo Iglesias que en la misma noche electoral se quitó la careta de socialdemócrata y sacó la de izquierda venezolana, nuevo proceso constituyente y secesión para Cataluña. Y el PP va a estar en ese bloque de defensa de la Constitución que necesita España.

—¿Esta es la opinión mayoritaria del PP en la Comunidad Valenciana sobre la petición de Aznar?

—Sí, nadie me ha trasladado lo contrario. Quienes estuvimos en el comité ejecutivo nacional tenemos la misma opinión.

—¿Comparte la declaración de José Antonio Monago en la que afirmó que nadie es imprescindible y que si Mariano Rajoy es un obstáculo para la gobernabilidad podrían valorarse otras opciones?

—El presidente del Gobierno debe ser Mariano Rajoy. Su figura no está cuestionada en absoluto dentro del partido. Ha sido el candidato, ha ganado las elecciones generales con bastante diferencia sobre sus contrincantes y a él es a quien le corresponde seguir adelante. Mariano Rajoy tiene mi total adhesión.

—¿Qué cree que va a suceder en los próximos meses, habrá nuevas elecciones o acuerdo para facilitar un Gobierno estable?

—La inestabilidad y la parálisis nunca son buenas, como vemos en la Generalitat Valenciana, ya que se pierden muchas oportunidades para la gente. No me gusta hacer futuribles y es muy arriesgado, pero el Partido Popular es responsable y Mariano Rajoy antepondrá los intereses generales a los propios de la formación que preside. Pidió que se especule poco al respecto y eso haré. Lo que está claro es que ofreció un pacto de estabilidad frente al radicalismo y ahora es el PSOE quien debe mover ficha.

—¿Qué le pediría a Pedro Sánchez por el bien del país?

—Al secretario general del PSOE le recomendaría que no olvide que representa a un partido con 150 años de historia y que antes de él muchos dirigentes socialistas se han dejado la piel y la vida porque España fuera una nación de progreso, unión y futuro. Debería devolver al PSOE a posturas socialdemócratas y centradas como sucedió con Felipe González, que es cuando el socialismo ha gobernado ampliamente en España, y que evite la radicalización que abrió José Luis Rodríguez Zapatero y que él está acentuando. Lo que ofrece estabilidad a un país como España son las alianzas entre el centro-derecha y el centro-izquierda político. Los españoles se merecen ese acuerdo por las circunstancias excepcionales que estamos viviendo.

—¿Qué aporta el PPCV al conjunto nacional del partido?

—Numéricamente, el 11,6% de los diputados nacionales y el triunfo en 385 de los 542 municipios de la Comunidad Valenciana. Ideológicamente estamos construyendo un relato para que el PP vuelva a su esencia y valores sin complejos, estar a pie de calle, y que los ciudadanos nos vuelvan a ver como defensores de los intereses del pueblo.

—¿Quién es su adversario en la Comunidad Valenciana?

—Nuestro único adversario político es Compromís-Podemos y Mónica Oltra. El PSOE está desnortado y Compromís representa una izquierda radical, nacionalista y separatista, que el 20-D empezó a quitarse la careta y en los próximos meses lo hará más.